martes, 1 de noviembre de 2011

Con causa y sin efecto

El Arcángel San Miguel (uno de los siete), jefe de la milicia celestial (erranos) tiene el aura azul. Azul  es la llama del séptimo rayo (metafísica). ¿Casualidad? Yo no creo en casualidades, sino en las causalidades. "Ley de Causa y Efecto".

Pero qué, si siempre digo que nada ocurre por casualidad ¿a qué viene ahora contradecirme? Quizá porque a fin de cuentas solo soy mis contradicciones... La palabra casualidad solo encierra la ignorancia de la "Ley de Causa y Efecto".

Será menester en un día tan hermoso (qué si es el día de los fieles difuntos), meterme en esta tormentosa complejidad de la que nada bueno puedo sacar porque ni sé ni entiendo (y nunca aprenderé). ¿Por qué no puedo volver con humildad a mis esencias, a agradecer a quien me ha dado la vida, la salud, el amor y la santa poesía? Que no uno, que fueron unos y algunas. Pero no, no puedo, hoy solo hay muertos a mi alrededor. Así no se puede avanzar. Hablo de las personas que me acerqué a ellas y no me dieron tiempo a sentirme orgulloso. Nunca aprenderé a meterme en mis asuntos, no soy listo, y menos inteligente. Solo soy confiable, y en este mundo traidor así no se va a ninguna parte. Y lo peor, así seguiré siendo mientras viva. Asunto controvertido, porque soy el que en todos los ámbitos del saber siempre sostuvo la misma opinión, y una solo propuesta. Y esa propuesta es la mía. Con causa y sin efecto.

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