¡Tecnocracia ya!

Me cuentan que un borracho le cantaba a su amigo muerto "Asturias patria querida" sobre su tumba a altas horas de la madrugada. Quería celebrar su último adiós en la intimidad. Una despedida más íntima, que su amigo del alma y parranda lo merecía. Pero cuando estaba desgañitándose a más no poder "... Asturias de mis amores..." hip... escuchó una voz que suplicando decía:

-¡Socorro, sáquenme de aquí que no puedo respirar!.

El borracho humanitario se dirigió a la tumba vecina y descubrió estupefaciente que de la tierra salía la mano del susodicho clamando auxilio.

-¡Ayúdenme, sáquenme de aquí, no lo aguanto, llevo una eternidad sin ver la luz!.
-¡Oiga usted! -le dice el borracho- a mí no me engaña, si usted estuviera vivo se esforzaría más para salir por sus medios, que solo está a medio metro de la superficie. Usted no está vivo, lo que está es mal enterrado. E inmediatamente le metió la mano en la tumba y pisó fuerte la tierra hasta que su voz se dejó de oír, a la vez que le recriminaba: ¡Respete usted a los muertos, oiga!. Y siguió cantándole a su amigo hasta el amanecer... "quién estuviera en Asturias..." hip, hip “en todas las ocasiones..." hip...

El asunto podía ser una gracia si no fuera una tragedia. Porque no son pocos los que están muertos y enterrados sin saberlo. Hablo de la crisis, y sé que no sé nada, Sócrates, de asuntos económicos, pero temo que los políticos están como yo.

Viene a cuento este mal chiste con nostalgia de mi tierra por un comentario amigo sobre la situación económica que vive la UE. "NO SABEN QUÉ HACER... Revolución de 1789", Mark de Zabaleta.

Creo que los que no tienen ideales ni voluntad de alcanzar acuerdos y llevarlos a la práctica urgente no debieran regir los destinos de la UE. Que los hay que ni para estadísticas valen. Grecia e Italia tal parece que ahora apuestan por un sistema de gobierno tecnócrata. Tal vez, y a más no esperar, ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos. Un técnico sabe lo que es necesario hacer. Los técnicos conocen las consecuencias de las políticas económicas. Estoy seguro que si los señores dueños de los partidos políticos permitieran un sistema tecnócrata para gestionar la crisis pudiera haber cambios en positivo. Y escribiríamos una historia diferente. (Necesitamos un mundo mejor para todos, no solo para los Mercados).