domingo, 27 de noviembre de 2011

El asunto

Hoy domingo, aprovecharé para, si no lo hice, decorar mi hogar con bombillitas de colores, estrellitas y lacitos rojos. Haré de mi hogar un hogar en Navidad. Este es el último domingo de noviembre y en diciembre he de tomar las cosas en serio. Tengo que revisarme todo de abajo a arriba. Desde el comportamiento a las amigas; desde mis asuntos a los de la vecina chismosa, porque esto no es asunto de un gobierno, esto es asunto mío. El asunto arranca en el hogar y da la vuelta al universo para volver al hogar en Navidad, y eso no lo quiero reconocer. En el hogar está el principio de todo. Porque un hogar no es una hoguera. El asunto es ese. Y tengo que a revisarme para optimizar mis recursos neuronales. He de ponerme a salvo de las malas intenciones. He de reflexionar en la paz de mi hogar, porque cada día me sorprendo más. Hoy domingo, antes de ir a misa, oí a una amiga decir a otra amiga, no tan amiga, que otra amiga andaba con una amiga que no estaba sola. Y lo peor, dijo que era un secreto a voces. (Una palabra dice todo y al mismo tiempo esconde todo, como una violeta que esconde todo. Una mirada dice todo y esconde todo, como una verdad que esconde todo).

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