martes, 22 de noviembre de 2011

Enséñame tú

Escribo y al día siguiente me leo o me releo con la sospecha de saber, "dime de que presumes y te diré de que careces", el asunto es ese: Si he de ser sincero, aunque no soy persona de decir siempre la verdad (la verdad suele ser triste y en estos tiempos peor que triste), cuando ayer dije: "una amiga dijo sí y a la hora de la verdad dijo no", era verdad y no. Lo era porque no votó a quien me dijo (traidora). Y no lo era porque no es amiga, ni es lo que parece cuando nos ven juntos déjame que te lo explique. Entonces es y no. Porque nada es lo que parece si uno dice lo que siente. "Que murmuren, que importa lo que digan; tú ríete de lo que digan, y más de lo que se figuren, mientras seas como somos que murmuren". (La imaginación entretiene, nos saca de nuestras tribulaciones, y nos aleja de la verdad que a nadie importa).

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