"Rita Barberá y Francisco Camps asentían a todo lo que les ofrecía el Duque de Palma sin rechistar".
Yo tenía un burro que también asentía a todo lo que le ofrecía sin rechistar si era comida, en todo lo demás nunca me hizo caso. Ahora los burros están protegidos al estar en peligro de extinción. Los políticos acusados o en la cárcel también les debieran proteger porque corren el riesgo de estar en peligro de extinción.
El juez José Castro acusa a Rita Barberá y a Francisco Camps de malversación, fraude, prevaricación y falsedad en documento oficial. Rita Barberá lo niega todo y Francisco Camps ríe. A Francisco Camps reír se le da muy bien, a Rita Barberá se le da mejor saltar. ¡Que salte Rita!. (Son tal para cual).
Cuando un gobernante miente, todo lo que haga o no, todo lo que diga o no, tiene consecuencias políticas. Por consiguiente, todo lo que se reclame por sus actos a ese gobernante en los tribunales, en los medios de comunicación o en la calle por la sociedad indignada, tiene inevitable carácter político. Con el paso del tiempo, a Rita y Paco, les he cogido cariño, pero creo que deben dimitir, y no porque acaben siendo culpables de los cargos que les acusa el juez Castro, sino por asentir a todo lo que les ofrecía el Duque sin rechistar, o sea, por burros.
No es por hacer daño, pero los asturianos con la Princesa tuvimos más suerte que los palmesanos con el Duque. (De momento).