miércoles, 30 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y seis).

Mientras da comienzo la recolecta promovida por la mujer desconocida con un ponche deshilachado que no se sabe qué motivos pretende estimular para comprar un ordenador que ordene y cause espanto, la Guardia Civil llama a las vecinas del pueblo y toman declaración por separado. Las indagaciones apuntan a una amiga que sin venir a cuento cambió sus caderas de acera y sospechan que lo pudiera tener secuestrado en un zulo. De momento están abiertas todas las posibilidades pero el caso se complica de manera que ya nadie pone la mano en el fuego por el colindante más cercano. No obstante, parece que el círculo de la investigación se cierra en torno a una amiga que fue su mayor decepción. Cualquier hipótesis es prematura. Y la vecina chismosa sin salir de casa. Probe.

martes, 29 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y cinco).

De momento nada se sabe. La vecina chismosa está a punto de dar en loco sin poder salir de casa y la Guardia Civil ha ampliado la búsqueda al río, las aguas bajan turbias y eso podría cambiar el rumbo de las investigaciones. Siguen las pesquisas y la incertidumbre se apodera del pueblo: no hay alivio ni consuelo y el caso se complica más cada día. Pero llega la esperanza cuando aparece en el pueblo una mujer desconocida con su poncho deshilachado y abre una recolecta para comprar un ordenador que ordene y cause espanto por si apareciera al doblar la esquina en el bar del Sabina que nunca cierra con un tequila en la mano. Con él nunca se sabe. Probe.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y cuatro).

Al cuarto día los nervios afloran, y la vecina chismosa pregunta por el vecindario dónde están aquellas sus amigas de siempre. Ella también sabe que las amigas son para las ocasiones. Sus amigas son una mala vergüenza. Mientras, la pareja de la Guardia Civil rastrea los caminos y el atajo en Les Seniaes de manera concienzuda, abre diligencias previas y decreta secreto de sumario para investigar el caso ¿? Y lo peor llega, si es que las cosas pueden ir a peor, cuando la Guardia Civil pone grilletes electrónicos a la vecina chismosa y le prohíbe salir de casa. No se sabe si para que no contamine el escenario en Les Seniaes o el pueblo con reproches de peores las amigas que los amigos. En la panadería se comenta que si no puede salir de casa ni siquiera a barrer la acera será su muerte. Probe.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y tres).

El asunto se complica y al tercer día la vecina chismosa da parte a la Guardia Civil. Y para que sepan a quién tienen que buscar, les cuenta que pocas veces le ha visto descansar, si una u otra, pero siempre muy activo. Tampoco le ha visto reír y sale de casa en contadas ocasiones. Nadie imagina porqué pero desde el día que le dio por ser dueño de su silencio no levanta cabeza y arrastra los pies. Barre la acera cada medios días, por cierto, peor que siempre, la verdad que se diga. Y es muy guapo pero no resulta sexi. Confía que sean datos suficientes. En la Guardia Civil pone sus esperanzas. Probe.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y dos).

Se corre la voz y una amiga de antes aparece porque quiere saber... Y en amena conversación con la vecina chismosa dice de él que le apasiona escribir, no engaña y nadie puede decir que mintió... No es falso ni añora el pasado... La vecina chismosa no sabe si quiere saber o que ella misma sepa lo que ya sabe. Extraño lo de la amiga de antes que aparece cuando menos se la espera. Muy extraño. La vecina chismosa hace un llamado a la vecindad por si acaso alguien lo viera deambulando, o de parranda con Eugenio, o ladrándole a la luna, o abrazado a una farola, de forma muy tibia, hiciera lo posible para que regrese, pero de ninguna manera diga que su ordenador se ha apagado, y tal vez para siempre. Probe.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y uno).

En la panadería, la vecina chismosa confirma que a primera hora de la madrugada salió de casa gritando como alma que lleva el diablo sin mirar atrás camino de Les Seniaes. Y eso le dio qué pensar. No es normal, ni siquiera para él. Nadie sabe. Su familia y una amiga del pueblo esperan lo peor. Probe.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Le guste al sol o le disguste.

Si por casualidades de la vida
fuera el compromiso más comprometido
y la prudencia menos prudente
por su capacidad de estroperlo todo.

Si por casualidades de la vida
el amor fuera obligado a explicarse
y asumir las consecuencias
pase lo que pase y cueste lo que cueste.

Si por casualidades de la vida
ese miedo que ahoga las palabras,
que niega la envidencia,
y dale que la rueda rueda. Y rueda.

Si por casualidades de la vida
la locura nos tuviera reservada la misma habitación,
cuatro paredes blancas y una pequeña ventana para que entre el sol
y una cama de mala suerte para soñar.

Si por casualidades de la vida se alargara el tiempo y lo que debe ocurrir...
Solo un poco de aliento para mirarnos a los ojos.
Y cuando salga el sol, porque el sol sale cada día,
no nos sorprenderá dormidos. Le guste al sol o le disguste.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los irresponsables.

Luego de los acontecimientos acaecidos, hemos aprendido de lo que son capaces los irresponsables. La irresponsabilidad de unos y otras raya la locura y la ignorancia supina al tratarnos como corderos a la espera de que venga un lobo. La irresponsabilidad pues, nos debiera obligar a estar a la defensiva y aprender mientras se mantengan firmes en el incumplimiento del deber que se cronifica. Los políticos meten la mano en el Erario y los empresarios amigos de Rajoy en el bolsillo de los trabajadores. O cambiamos las cosas o no alcanzaremos el grado de prosperidad que nos permita vivir con desahogo. A la ciudadanía les llueven desprecios y no hay paraguas para tanto irresponsable. O cerramos el grifo o acabarán tragándose el país. Por ahí se podría comenzar, por cerrarles el grifo, ir a los juzgados y denunciar las tropelías, cada cual las suyos para que todos, porque todos y todas tenemos ejemplares. Defendamos nuestros derechos... No existe un perfil delictivo para catalogar a los irresponsables. Si confiables en un escaso periodo de aprendizaje aparecen en los medios de comunicación entrando en los juzgados imputados o con las manos llenas camino de la tan preciada impunidad en algún paraíso. Seguirá habiendo corruptos porque una mano tapa a otra, falta voluntad política y faltan jueces; y una ciudadanía responsable que diga estamos hartos y hasta aquí hemos llegado. Vivir es un regalo y una decisión, y sobre todo una necesidad. Séneca dijo: "No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene la oportunidad de ponerse a prueba". Gracias... (de nada).

martes, 22 de noviembre de 2016

Irrealidad.

Comencé a crer en ti a medida que te fui perdiendo.
Al declinar tu figura comencé a desdibujarme
y fui agua de lluvia desparramada.
No te diste cuenta que me estaba yendo.
Tampoco sé si te hubiera importado.

Mi voz arriesgaba cada día el silencio a gritos.
(Siquiera las mieles de tu cuerpo hubieran
soportado tu imagen ante el espejo).
Has hecho de mí un hombre cabal de inexistencia.
Solo tu ausencia fue real.

Sé fuerte, Kristel.

La necesidad cuando no es innecesaria. Ni falta que hace.

Kristel se quiere morir. Solo de oírla me entra repelús. Me cuenta y nada de qué preocuparse: su locura comienza cuando empiezan las rebajas en la trapería. Antes las rebajas empezaban en enero después de Reyes, ahora cuando más les conviene que será cuando sea: noviembre que Rajoy dice que la crisis ¿qué crisis? Es un descontrol que descontrola a cualquiera. Si hablo por mí, no hay mayor castigo que ir al correfur cuando la nevera está vacía: a las rebajas de trapos ni asomo. Tengo ropa suficiente para las ocasiones, incluida la mortaja. "Nada hay más necesario que lo superfluo". Escribió Voltaire.

Al mundo vinimos desnudos y desnudos nos iremos. Y no hay otra verdad que la contradiga. Trapos y más trapos. Prisas y más prisas. Es un sentimiento inexplicable que me supera. Aquellos montones de trapos que al coger la manga de una camisa y tirar de ella aparece enganchado a la otra un comprador compulsivo: ¡yo la vi primero, mía!. Una locura. Mi paciencia se agota y también me afecta físicamente. Ya no es que no sienta las piernas, es que no las encuentro. Mi cuerpo queda inactivo a escasa media hora de llegar a la trapería. De pronto aparece algo muy malo que recorre mi cuerpo, es una sensación frío calor que me provoca ganas de mear, y los urinarios abarrotados. No puedo esperar mi turno... ¿Y qué hago, Dios mío? O meo o me meo. Recuerdo vagamente que fue en unas rebajas cuando empecé a dejar de ser yo para ser lo que aún estoy por descubrir. 

Y ahora, Kristel, mi niña, te voy a dar un consejo desde los años altos: no se te ocurra detener el apetito desenfrenado de una persona por lo superfluo. De ninguna manera. Ni intentes ganarte la confianza de un comprador compulsivo, creerá que le quieres robar el trapo que lleva toda la vida buscando. No, mi amor, porque mataría por él. Aléjate de ese comprador, tan siquiera lo intentes. Tu vida volverá a ser la que fue si conservas la calma en enero, antes de que empiece la quincena blanca de febrero. Sé fuerte, Kristel. (Y dale, este hombre no se me va de la cabeza. Acabará con mi salud mental si no adelanta las elecciones y las pierde. Ojalá la oposición hiciera en vez de decir). Gracias... (de nada).

lunes, 21 de noviembre de 2016

Escribo para quien me lee.

Es cierto: "no existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo". Oscar Wilde. La cuestión es la inspiración. Sin inspiración poco o nada se puede escribir y menos decir. Yo tengo una musa que me inspira si hablo de amor. Gracias, te quiero. Y Rajoy para casi todo lo demás. Lo echaré en falta. Confieso que Rajoy me inspira porque abarca desde la pobreza hasta las miserias más tristes de morir, que es la realidad que nos toca sufrir. Nunca dejaré de escribir por algo o por alguien. Qué o quién no tengo claro que importe tanto. Pero sí las circunstancias que lo provoquen. Cada escrito lleva una carga de sentimiento y un nombre escrito entrelíneas. Escribo para quien me lee: a veces alcanzo mi objetivo y otras no (supongo). También escribo para conocerme mejor. Lo que no me cabe la menor duda es que quien me lee y vuelve algún día me llegará a querer. Lo digo yo y lo dice una amiga ida que me lee en silencio y confiesa que leer cada día de soslayo crea adicción (amor quiere decir, pero calla). Gracias... (de nada).

Megalomanía vil.

Al paso de los años cambiamos, y por el mismo precio deberíamos cambiar a mejor, pero no, no todos ni todas cambiamos a mejor. Lo malo es cambiar a peor sabiendo que hacemos daño sin importar las consecuencias. Tengo pruebas que huelen a galán de noche. De película.

Malo es llamar a la puerta de quien tiene la posibilidad de comprar información interesante para más adelante cobrar esa información interesante (de interesar), pero peor que malo sería que al llamar a la puerta pasare por la acera de enfrente la vecina chismosa... Puedo decir y no mentiría, que quien fuere se puede dar por perdido cuando se enteren si se enteran los que no saben y quieren saber quién es el infiltrado. Lo políticamente correcto es una tentación para el striptease.

Nadie nace perfecto, pero conviene aprender a vivir aceptando la realidad que nos toca sin complejos (complejos que pudieran ser de superioridad con mecanismos inconscientes al pretender compensar sentimientos de inferioridad con burdas manipulaciones). Conocer nuestras limitaciones es necesario para ir por la vida con la cabeza alta. "No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo". Oscar Wilde. Gracias... (de nada).

Luis Felipe Vivanco.

Cansado de palabras.

                                                                   A Camilo José Celá.

Cansado de palabras (y también de silencios).
Cansado de evidencias (y también de misterios).
Tu horizonte está lejos, y en él cada simiente
viva, cada minuto sensible de distancias.

¡Qué bien estás, Señor, alrededor de cada pueblo!.
Tú, ¡qué bien! , ¡y qué bien yo, si una tarde nos une
con rojas arenarias y botones azules,
y una yunta, y un perro que ladra, y algún pájaro!.
¡Qué bien se está, Señor, con distancias de campo pujanza
y colores activos levemente ondulando!.
¡Qué bien se está, Señor, y qué poco hace falta!.
(Las casas, tan pegadas a la tierra, y la entrega, tan alta).

Cansado de ser otro (tal vez de ser yo mismo),
me entregaré a las cosas que no ambiciona nadie
para ignorar con ellas, libre de otros dominios.
Solo tuya, Señor, la realidad del mundo
(y la palabra viva que se acerca y reduce
su exceso de conciencia para ser algo tuyo).

Cansado de lecciones (y de imaginaciones),
quiero andar por la vía del tren, por el paisaje
que se opone a los sitios pintorescos, se aleja
del pueblo sin más bienes que su cielo y su fuerza.
Allí he crecido en años de secreto abandono
que fueron las raíces de un ramaje sonoro.
Y allí Tú te abandonas a tu mejor pobreza.

Luis Felipe Vivanco, poeta, falleció el 21 de noviembre de 1975.

domingo, 20 de noviembre de 2016

¡Tun, tun!.

La muralla.

Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.

Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

-¡Tun, tun!.
-¿Quién es?
-Una rosa y un clavel...
-¡Abre la muralla!.
-¡Tun, tun!.
-¿Quién es?
-El sable del coronel...
-¡Cierra la muralla!.
-¡Tun, tun!.
-¿Quién es?
-La paloma y el laurel...
-¡Abre la muralla!.
-¡Tun, tun!.
-¿Quién es?
-El alacrán y el ciempiés...
-¡Cierra la muralla!.

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...

Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...

Autor: Nicolás Guillén.

                             ¡Hay que joderse!.

"Obama es diabético y Merkel tiene alergia a la flores". Mariano Rajoy.

Así no se gana un pueblo. Así no se vende un político que quiere gobernar el mundo. 

¿Qué les ocurre a los políticos de ahora? ¿Qué es eso de los nuevos partidos populistas si el populismo lo inventaron los partidos de siempre? No es por vanagloriarme de lo que no soy porque lo soy: en mis tiempos de tambor y gaita, cuando iba al baile vendía la moto mejor que ninguno (ni bicicleta tenía). ¿A quién quieren engañar los políticos de ahora? Vale Rajoy porque es un superviviente y hasta que hagan un hueco en el museo de cera no nos queda otra que aguantar sus descuidos ¿pero qué me dicen de la nueva ola de politiqueros de saldo que se arriman al sol que más calienta sin ruborizarse siquiera?

Si a tu puerta llaman y por la mirilla ves a un tipo estupendo con papeles bajo el brazo una de dos: o te quiere cambiar la compañía o es un fraude de acreedores. No te fíes, recuerda. Tienes la compañía que has elegido, amigos o lo que sea (sin acritud). No abras la puerta a cualquiera. Porque sí, en política las voluntades se compran, el problema, que pierde quien compra y pierde quien vende. No te engañes. De amor hablaremos otro día si tú quieres. Gracias... (de nada).

sábado, 19 de noviembre de 2016

Otro descuido de Rajoy.

"Rajoy llega a la reunión de líderes europeos con Obama sin postre y sin flores para la anfitriona".

Los del PP afirman que en la Apertura Solemne de la XII Legislativa algunos no estuvieron a la altura de las circunstancias... Y a otros mejor les iría si se mordieran la lengua. Por Obama digo no, pero ¿qué pensará Trump cuando se entere si se entera? A Obama le puede estar agradecido Rajoy por no ser de esos que van largando por ahí a cambio de voluntades. Obama no es de llevarse bien con Trump, de lo contrario ya teníamos otro lío montado como con los Ingleses y Gibraltar. Obama vale, pero con Trump bromas al justo. ¿En qué andará metido Rajoy que desde hace meses no da pie con bola? Mejor le iba cuando estaba en funciones y no tenía que rendir cuentas a nadie. Le recomendaría a Hernando como asesor de protocolo pero igual no se lo permite Díaz, Fernández o su conciencia si la tiene. A Hernando le falta buena fe y a Rajoy un asesor de protocolo. No se puede ir a la reunión de líderes europeos con Obama sin postre y sin un ramo de flores para la anfitriona, en este caso la Canciller Merkel. Claro que no. Viene al caso lo de la paja en el ojo ajeno. Nadie debe quejarse de las victorias ajenas. Nadie logra sus propósitos sin intentar algo nuevo muchas veces. Y nadie llega, si viene de lejos, sin haber dejado algo bueno atrás. Si en verdad hubiera segundas oportunidades ¿qué no harían los que hicieron lo que hicieron? De momento, Trump, habló con 29 líderes mundiales desde su victoria electoral y entre ellos no estaba Rajoy. Igual por "agarrao". Pero eso no lo puedo confirmar. Gracias... (de nada).

viernes, 18 de noviembre de 2016

Lo siguiente.

¿Por qué cuando voy a comprar pan una joven me trata de usted? La pregunta aún no tiene respuesta.

Días atrás escribí acerca de una joven y el daño que me hace al tratarme de usted. El caso apunta que la realidad de verdad es diferente. La pregunta de arriba aún sin respuesta me lleva a otra: ¿Soy viejo o lo siguiente? Soy viejo por fuera y no quiero dar la impresión que también lo soy por dentro porque no lo soy. Por fuera vale, tengo los años que aparento, pero por dentro tengo treintaitantos y nomás.

Hoy la joven me ha vuelto a tratar de usted, le dije que por favor no me tratara de usted que me partía el corazón, pero la joven es muy educada y me sigue tratando de usted a pesar de los pesares. El caso parece no tener arreglo porque no lo tiene. Soy viejo y además lo siguiente. Pero hay más: la dama que me lee en silencio ya no me lee: ni siquiera le intereso como diana de sus desaires; y los muy usureros que antes me daban caramelos mientras mis hijas hacían sus gestiones ahora no me dan caramelos y además me cobran mantenimiento de cuenta; y Rajoy sigue igual de estupendo; y el PSOE no sabe no contesta y no ato cabos; y mis otras amigas idas me ignoran más distraídas que siempre. (Al cierre de la tontería me cuentan que a de soslayo le ha salido un galán de noche. Vivir para creer). Si ya lo decía mi paisano Campoamor y Campoosorio, don Ramón: "Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira". Falsa, de toda falsedad, es la realidad que me toca vivir. En serio, antes de que acabe el año, y después de hacer las paces conmigo y una amiga allende los mares, me tiro al monte. Llegué a viejo y siento en el alma que no todo el mundo llegue. Soy asturiano, resido en Valencia, y pertenezco a la parte contraria, o sea, a esos que no mienten, roban, ni defraudan a Hacienda. Me siento desahuciado y no es por los años. Ni por lo siguiente sea lo que sea. Gracias... (de nada).

Alfonso Canales.

El poeta se lamenta de la fugacidad del querer humano.

¿Adónde va el amor, por más que duela
el corazón a cada estrecho paso;
con qué peso se hunde, en qué fracaso
el beso se anonada y se cancela?

Abrígalo si puedes: va que vuela
su precario calor, al cielo raso.
Mira que con frecuencia se da el caso
de que a la vuelta el velo se desvela.

¿Adónde vamos a parar con tanta
ráfaga que se va por un postigo,
si el cisne se nos muere cuando canta?

¿Qué puede alimentarnos este trigo
que siempre se nos queda en la garganta?
¿Adónde vamos a parar, amigo?

Alfonso Canales, poeta, falleció el 18 de noviembre de 2010.

jueves, 17 de noviembre de 2016

"Síndrome de abstención".

Se comenta por los pasillos del Congreso de los Diputados que el PSOE está malamente y que la culpa es de los "barones" que se entregaron a las huestes del PSOE andaluz. Que Susana Díaz dirige la trama y que se ha convertido en fundamentalista del Opus Dei. El PSOE no es el PSC y ha logrado su objetivo: cambiar las ideas socialistas por la ambición personalista. Dicen unas y otros y en realidad nadie sabe porqué los dueños del PSOE de ahora quieren fusilar a las "independentistas" Margarita Robles y Zaida Cantera por votar "no" a Rajoy en su investidura. Al resto del "no", diputados y diputadas militantes, les impondrán una multa de 600 euros. Luego, porque la máquina pita y anda, facilitarán con la abstención que Jorge Fernández presida la Comisión de Exteriores (o no, al cierre de la tontería, me cuentan que la oposición acuerda abrir un periodo de reflexión. La oposición dice no y le echa un pulso al gobierno: A Jorge Fernández no lo quieren ver ni de lejos. Algo haría... Veremos). Y en diciembre los Presupuestos. El Grupo Socialista no tiene autonomía frente a la Gestora y pierde la escasa credibilidad que le queda, la abstención es su pecado. Antonio Hernando, portavoz de causas perdidas, vuelve a pensar en Pedro Sánchez como padrino para su hija. Sino de bautizo de boda.

El PSOE debe exponer la verdad de Susana Díaz (aunque no les conste) al grupo y a su electorado con humildad para ser probada. ¿Sí? ¿No? ¿Abstención? ¿Pero qué manera de confundir es esa? La verdad no se puede impulsar por caminos donde transita la mentira. La mentira deja huellas que son restos de desolación y guarda rencores que no se olvidan. Animo a las comunidades científicas de monseñores, psiquiatras, sociólogos, trotamundos y magos con chistera que estudien la realidad que sufre el PSOE considerando "síndrome de abstención" a su patología de disloque extravagante. Gracias.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

La superluna.

La luna más grande, la más brillante. La luna de noviembre ha llegado a su fase llena, la mayor desde 1948. La luna, uy, uy, uy... La superluna.

Desde que me enteré lo de la superluna llevo días recordando a dona, la imaginé como cada día y soñé con ella un sueño capaz de levantarle la falda a la luna. Cada noche lo intentábamos de una manera u otra y no lo conseguimos. La luna no se dejó, se mostró escurridiza y dona murió sin conseguirlo. Por tres noches esperé que la luna se asomara: no hubo forma. Y no vale la televisión para ver la luna más hermosa. Hay imposibles en la vida y en la muerte.

Imagino que si la Agencia Meteorológica hubiera querido y la noche con intervalos nubosos que fueron nubosos sin intervalos en Les Seniaes... Apenas es un sueño. Sin dona la superluna es una quimera. 

Pero no quise aceptarlo y esperé que en un descuido tal vez las nubes me dejaran apreciarla brillante y no. Supongo que el cielo sabe que dona solo vive en mi mente. La luna no se dejó ver en les Seniaes. Y qué importa si la luna grande, pequeña, menguante, creciente o difuminada entre intervalos nubosos si no está dona. No está dona, y qué importa si la luna desde el cielo no engalana con su reflejo el azahar de los naranjos, ni los caminos, ni el atajo con tu nombre de musa. Y qué importa si no está dona. Esta noche, deambulando por Los Seniaes una musica silente me asistió. Nada altera la monotonía, como mucho algún olvido. No recuerdo siquiera la maldita hora. Gracias... (de nada).

martes, 15 de noviembre de 2016

Rajoy en minoría.

Viene en la primera de los diarios: "Rajoy convocará elecciones si no logra apoyo a los Presupuestos". A pesar de no ser la Sacerdotisa de Apolo, lo tengo escrito: "Si no hay Presupuestos habrá elecciones". Era el secreto peor guardado de este país. Y el PSOE sin líder, lideresa, ni primarias. Sin congreso a la vista y sin esperanza su electorado.

Mal asunto si Rajoy prorroga los Presupuestos Generales y convoca elecciones en primavera que las mariposas vuelan libres. Y mal asunto para el PSOE porque esas elecciones no serán como las otras: habrá "sorpaso", y no porque Unidos Podemos haya encontrado la luz que alienta la confianza de los votantes, lo habrá porque el PSOE será un partido político residual. Vencido en sus valores, humillado por el mandato de Pablo Iglesias fundador, descuidado con las necesidades de la ciudadanía, habrá "sorpaso" porque sus luchas internas lo han desahuciado. Y las culpas de los votantes serán y no del PSOE. Hay quienes se empeñan en empañar la verdad por cuatro monedas de cambio. Por el cambio. En pocas ocasiones he lamentado tener razón. El PSOE perderá lo que no tiene y el PP ganará lo que no merece. 

Ojalá los votantes se den cuenta que hay más de un Donald Trump en la política que sintoniza con el fondo de la cuestión. "Hagamos a España grande de nuevo". Miedo me da. Mariano Rajoy en minoría puede llegar a ser más peligroso que Mariano Rajoy en mayoría. Gracias... (de nada).

lunes, 14 de noviembre de 2016

Me salva Ian.

Con Ian por Les Seniaes echo cuentas y creo que hacerse mayor no es cuestión de cumplir años. Este asunto es recurrente. Digo que soy viejo y lo soy, pero más viejo es mi ordenador que me ordena. Creo que algo le falla por dentro y pide a gritos una reparación (quién pudiera) o uno nuevo. En la rebajas de enero lo tendré en cuenta si los Reyes de Ian no me acaban con la extra... Y qué importa, Ian me regala vida, la alegría que había perdido. Si tengo que dejar de escribir porque el ordenador que me ordena se niega y la extra y lo demás... Confío que el encargado de anotar los nuevos amaneceres no se olvide de mi nombre y me permita crecer muchos años junto a Ian. Ay, muero, por la boca muere el pez. Se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Imposible dejar de escribir, acabaría haciendo una recolecta en las escaleras de la iglesia ahora que sé donde queda la iglesia para comprar un ordenador... O vendería mi cuerpo a la ciencia. O a la Pasarela Cibeles. O lo que sea por un ordenador nuevo que no me ordene ni me grite, ni me obligue a escribir lo que no quiero. Un ordenador que me espere cuando vuelva y no me tome al pié de la letra. Un ordenador lo mas parecido a dona de bueno y a Eugenio de sabio.

Vale que crecer no es opción. Pasan los años y te haces mayor, eso es así, lo que no tengo tan claro es que envejecer no sea opción. Envejecer es opción, tanto es así que si una linda chamaca me mirara de soslayo nomás me echaría treintaitantos... Y, por mucho que digan unos y otras, soy agradable al trato. A pesar de reconocer que de tanto morderme la lengua a veces pierdo los papeles y me comunico con aspaviento. Lamento desconocer el lenguaje del silencio. Me queda la palabra escrita para expresarme y pedir disculpas cuando el viento viene de aquella manera... Que no me falte la palabra escrita (ni tus buenas madrugadas. Por cierto, creo que de soslayo tiene otra lectora que me lee en silencio. Gracias) de lo contrario, que me atropelle un otobús, una amoto o un trator. Agradecimiento a Ian. Y a quién en un descuido entre en de soslayo, me lea y vuelva, porque si vuelve, estoy seguro que con el tiempo me llegará a querer. Escribo para quien me lee. Mi última palabra será gracias. Gracias... (de nada).

domingo, 13 de noviembre de 2016

Tú me conoces.

Hoy fui a misa. En misa estaban las de siempre, supongo, menos el sacristán de las campanas que es nuevo en el cargo. Es tan viejo como tú o más. A los viejos nadie nos quiere. A misa van más mujeres que hombres. Eso ha de tener una explicación científica. Por algo será. Y sin embargo, a mi siempre se me dieron mejor las mujeres que los hombres. Hasta que Ian apareció en mi vida fui un mujeriego cien por cien. Donde estén las mujeres, si son amigas, que se quiten los hombres si son amigos o no. Viene al caso confesar que si alguna amiga me queda, y no digo que no, está en paradero desconocido. O me lee en silencio. O quedó al otro lado del muro si lo del muro fue algo serio. Flor de María: no temas, ese yanqui del muro y de tu ipat no puede ser peor que el gallego del plasma. Voy a ser claro contigo, si yo tuviera un ipat lo tiraba a la basura como tiro las botellas de albariño vacías... Y por plasma tengo una cataplasma. Cataplasma como remedio medicinal, ni de lejos cataplasma de plasta.

Hoy fui a misa a rezar por ti y por mí. Por ti porque tu iglesia se está cayendo a trozos y el maligno solo viene si lo provocas. Y por mí porque si no voy a misa no puedo ir al casino a tomar un vino y el pincho de tortilla. Es la realidad del pueblo de Patricia. Se pudiera pensar que vaya y dale con que el pueblo es de Patricia y no mío. Si te soy sincero, mío fue un día, pero no sé cuando dejó de ser. En mi impagable soledad alguien me juega una mala pasada. O vuelvo a salir de casa o nadie vendrá a buscarme... Y lo peor, que mi esposa seguirá siendo mi viuda.

Flor de María: hoy me apetece tomar una copa de vino a tu salud y a la mía mirando hacia el oeste. De albariño, naturalmente, antes de que Rajoy le de por exportar toda la producción a su amigo el yanqui del muro y de tu ipat que ya estás tardando. Te quiero, que sepas que si las cosas van a peor siempre nos quedará París. Al menos, no dejes de intentar ser feliz... Recuerdos a tu vecino el asesino en serie. Gracias... (de nada). 

Qué pena.

No soy de esas de estar machacando y dale sobre un tema sino es por amor. Pudiera parecer que son asuntos propios, como aquellos días de los trabajadores; ahora no tienen ni 20 minutos para comer el bocadillo, a pesar de las sentencias judiciales en contra. No soy de esas ni de las otras. Vivir la vida en este mundo no me gusta ni me siento cómodo. Aprendí todos los valores que les enseñé a mis hijas en la universidad a distancia. No pude ser un padre ejemplar después de haber entregado solo media vida a mi familia. Los asuntos inaplazables que tanto critico también los tuve yo. Fueron triunfos y derrotas que no merecieron la pena, y eso que a mí, en aquellos tiempos, evidente, me parecían esenciales para seguir. Sino todo por la patria, por la familia. Sin embargo, la familia quiere hogar, ¿hoy papá tampoco vendrá a comer? Lástima. La familia, la familia. Y los niños primero. Y después los amigos, sin olvidar, que si hablamos de amigos, y si digo amigos digo amigas, es cosa de dos. No vale que uno quiera y el otro se deje querer. No vale el amor de un solo dueño. Somos nuestros peores enemigos. Y así nos va. Disimulando, al viento las banderas, políticos de pandereta, y el fúrtbol que no falte. Se trata de correr riesgos inútiles. Con lo bueno que era... y joven y guapo y patatín. Qué pena que haya muerto después de haber vivido como ha vivido: sin pena ni gloria. Su legado, su castigo. Qué pena, ay, como el bolero. Gracias... (de nada).

Una niña maravillosa.

Estoy en blanco. A veces son las páginas de un libro malo y otras son mis comentarios de soslayo que están en blanco. Sin pena ni gloria, hoy soy yo el que está en blanco. Ni siquiera es normal para mí. Mi ordenador que me ordena se ha negado a escribir... ¿Y ahora? Un domingo de ir misa y decir la verdad me viene a la memoria una niña que su madre arrancó sin piedad de mi corazón. Ni nombro a una niña ni nombro a la madre. Me importa la madre y su hija y su otra hija: dos niñas maravillosas, y su marido y su padre. Me importa su familia. Si digo me importa, hablo por mí y hablo por mi esposa. En los años altos no se descuida el amor. Pero una madre es joven.

De una niña maravillosa ayer fue su cumpleaños. Ayer fue el cumpleaños de Kristel. Aunque sea el 12 de noviembre un día dedicado a Kristel, también lo es para una niña maravillosa que no puedo ignorar. Duele ir por la vida obligado a dejar pasar de soslayo otros amores... Dicen que a su madre se la puede ver entre asuntos inaplazables mientras descuida otros amores. Y las culpas de otros son. Ni un lejano temblor me hace dudar: no existe ni una razón en el mundo que convenza.

Vivo la inmediatez y no siempre me reconozco en ella. Y así todo lo demás. Cada cual va a lo suyo y yo no obtengo el merecido reconocimiento que me debiera corresponder. Defiendo a mi familia no menos que el amor de gente que se ha hecho sin querer o queriendo un hueco en mi corazón. Jamás, y si digo jamás digo en mi presencia, nadie ha deshonrado la memoria de la familia de una niña que no nombro y sin embargo... Mucho se ha escrito de mezclar churras con merinas. En nada hemos cambiado. Solo merece la pena vivir por amor. Qué triste querer y no poder. Y más si nombro a una niña y la madre que no sabe ¿o no se entera? Pero qué triste asomarse a la ventana y ver que el cielo está nublo y no puedo acercarme a su casa a cantar cumpleaños feliz. El amor de una niña vive alejado de mi corazón y el de mi esposa porque su madre así lo ha decidido. Si quisiera la dejaría decir que de un tiempo a esta parte las cosas han cambiado y entonces... Mala memoria: soy de ciencias y las cuentas las llevo al día y de un tiempo a esta parte han pasado ya tres años. No tres meses. Mucho tiempo para volver a la verdad sin vanidad. Me quedo con lo mejor de todo que no es poco. (¿Hubieras puesto la otra mejilla, como Él, al escuchar mi voz de saber lo que ahora sabes a pesar de los besos que no me diste? Hoy no vengo a hablar de lo mío sino de lo tuyo). Sus asuntos suyos son. A mí me importa lo que me importa y ella, por más que mande si manda, en el corazón de mi esposa y en el mío no manda. Gracias... (de nada).

sábado, 12 de noviembre de 2016

Cariños de cumpleaños feliz.

Ayer en Valencia te vi más hermosa que siempre. Algo tiene tu mirada. Un hecho pudiera ser relevante, solo pudiera ser, no sé. Es tu cumpleaños y no estás cerca de mí. Te vi ayer. Ayer no es hoy. Te quiero, Kristel. Hoy te quiero y dicen que te tengo que querer más que ayer y no sé cómo. Es tu cumpleaños y te quiero más que mañana y más que ayer. Te quiero más que siempre: es lo que sé. Perdóname si no te quiero hoy menos que mañana. Te quiero para siempre y nada más. Eso. Lamento no ser capaz de coordinar las palabras, se amontonan en el teclado y mi viejo ordenador no las coordina. Le rogaría a Dios, pero estos malos tiempos nos han hecho ateos a los tres. Te quiero, mi niña. La niña de mis ojos.

Un día como hoy, hace algunos años, la alegría desbordó el silencio. Nunca más el silencio volvió a ser el mismo. El silencio, desde tu nacimiento, me pide permiso para aparecer: lo tienes sometido. Solo se atreve si tú no estás, y, aún con esas, no se fía porque apareces de la nada. Eres un milagro de la vida para creer. Cuando me siento triste por un suceso incomprensible para mí, una tragedia, aquella mala mirada, otra ausencia, lo que sea; yo mismo, por mi capacidad innata para la autodestrucción, pienso en ti. Solo pienso en ti. Kristel. Solo tú me sacas de las mayores desavenencias. Tú, mi vida. Tú, mi fe.

Hoy será un día feliz para mí a pesar de no estar al alcance de tus besos. No soy un ser afortunado por haber descubierto la santa poesía en un descuido lamentable de mi vida, lo soy por ti: tú eres vida mía. Sin ti no hay santa poesía. Eres mi devoción, la llave que me permite tranquilizarme cuando algo agita mi mente sin control. Eres una parte inalienable de mí. Mi don de acierto. Kristel. Que seas muy feliz en tu día. Te quiero. Pero no más que ayer ni menos que mañana. Perdóname. Feliz cumpleaños.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Ahora empieza lo mejor.

Naturalmente, culpables las encuestas de opinión y los estudios demoscópicos que se equivocaron; ¿y qué si se equivocaron? La cuestión es que hay un nuevo presidente en los Estados Unidos de América y tenemos que llevarnos como hermanos en cualquier circunstancia porque somos aliados, (al margen lo que quiera decir aliados). Convendría que nuestros políticos y otras cabezas entusiasmadas con sus pensamientos les diera por solucionar los problemas que nos afligen y dejaran a los americanos releer sus memorias. Donald Trump no puede ser nuestra mayor preocupación. Podrían empezar por abrir un frente común contra la pobreza, la desigualdad, la vivienda, la corrupción, los salarios, las pensiones, la sanidad, la educación, la dependencia, el paro y etcétera. No me canso.

Las bolsas de valores en el mundo bajaron cuando temían "lo peor" y subieron cuando confirmaron "lo peor": ¿en qué quedamos? Vivimos tiempos de subsistencia cercana al racionamiento de pan para hoy y hambre hasta mañana si Dios quiere. Vivimos con el agua al cuello. ¿Entregados los mejores sueños, qué importa si Donald, Hillary, Ángela o Mariano? ¿Si tuvimos, tenemos, y tendremos un dueño, a quién importa la raza? Perderemos con Donald como hubiéramos perdido con Hillary; como ahora perdemos con Ángela y perdemos con Mariano. La política hizo la ley y la política hizo la trampa. El asunto es ese y no otro. Ahí están los porcientos y las grandes fortunas que confirman las dudas y las deudas con el Erario. En las mentes de nuestros gobernantes anida al mal que envenena los corazones y el porvenir.

Confiemos en un nuevo amanecer. La opción es resistir: tragar lo que nos echen. Joder, dona. Se habla de descalabro mundial: locura americana. Seguimos pendiendo de la fe. Recuerden: "ahora empieza lo mejor" (lo mejor incluye incertidumbre y miedo). ¿Verdad que les suena? Pues ahora empieza lo mejor. Gracias... (de nada).

jueves, 10 de noviembre de 2016

La verdad sin vanidad.

Cuesta, y a veces duele, creer en la verdad después de conocer la mentira. Idolatramos a las personas y no tanto su verdad. Es cuando llegan las decepciones. No soy persona de mucho decir la verdad, tal vez por eso las decepciones no me llegan al alma. No tengo un político favorito, ni un constructor, ni un prestamista usurero. No soy de nadie pero respeto una verdad. Creo lo que creo, como todo el mundo, a mi manera. Creo en el bendito amor, y en María, la Magdalena, porque es santa poesía. Y en Eugenio y dona a pesar de estar muertos. En Flor de María, aún siendo monárquica. En una amiga de ahora que me lee en silencio. Un día esa amiga me preguntó que si para mí llegaría a ser dama de poesía y le dije que no: la poesía está alejada de los asuntos inaplazables. No sabe que ya es dama de poesía porque a mí sus asuntos inaplazables me importan un carajo. Se trataba de que creyera en mí y no tanto en mi verdad. Ella tiene otra verdad que defender. En los años altos una verdad tiene la importancia que se le quiera dar. O dispuesto a pagar. La verdad es y no. Pero si se quiere ir al fondo del asunto, la verdad, o es la de cada cual y entonces allá cada cual, o se debe contrastar con la verdad de los demás para que sea fidedigna y eso es complicado entre tantas verdades. Para ser honrado, y si queremos recuperar la conciencia inviolable de la verdad, debemos volver a la verdad sin vanidad. El lenguaje de los niños. El lenguaje de los que sufren en soledad. El lenguaje de los que siempre pierden. Y otras tantas verdades que no pueden esperar. Empleo digno. Salario digno. Sanidad digna. Vivienda digna. Educación digna. En ese plan de vida digna. Luego, con el tiempo, podemos hablar de la confianza perdida y de la pasión cuando pasa. Vivimos una inexplicable incitación por el desapego emocional. Gracias... (de nada).

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Inexistencia.

¿Dónde fue a parar tu sonrisa de siempre? Como Ian: mis manos cubriéndome la cara para que no me veas ni me eches en falta. Ayer, una persona me convidó a la inexistencia.

Si se trata de elegir, y excluyo la sonrisa inmaculada de Carmen, bendita esposa de Eugenio, mi sabio y viejo amigo muerto, otra sonrisa que me calaba los adentros me ha dejado de sonreír. Ayer fue un día triste para mí. Una sonrisa no debiera mudarse del ánimo de una persona. Necesito la sonrisa de una persona, aunque sea accidental. Una persona, que además es mujer, ha ideado un plan de fuga con su sonrisa y lo ha conseguido. La sonrisa de una mujer se ha ido de mi vida. Pero no hay afrenta.

No es sano para el alma quedarse con las palabras por decir. No tanto con los gestos. Más allá de las vergüenzas cotidianas está la sonrisa alegre. ¿Lo demás a quién importa? Y a más sin son vergüenzas crecidas de ira sin contrastar. ¿Vale entonces la Ley del Talión? Tú no me sonríes, yo no te sonrío. ¿Y entonces? Joder, dona, vamos de mal a mucho peor. Quién pudiera ir a la guerra, si hubiera que ir, sin escopetas ni bandera. Pongo a María, la Magdalena, por testigo, que si me comprometo con la victoria será a cambio de una sonrisa. Lamento el sucedido, pero no hay vuelta atrás: me quedo sin la primera mejor sonrisa porque así lo ha decidido. Cada cual es dueño de sus actos; lo sabe todo el mundo. Tal vez un día amanezca feliz y podamos volver al amor y la santa poesía en la cotidianeidad y una sonrisa me sonría de nuevo. (Nada tan inútil como escribir el día que me gustaría vivir si a la vez voy perdiendo las mejores sonrisas. Hoy soy más pobre que ayer. Pierdo mi espíritu vital antes de levantar la cabeza). Gracias... (de nada).

martes, 8 de noviembre de 2016

En el mundo hay un hombre feliz.

-¡Qué pelos!. -¿Tú crees? -Ya te digo. -¿Entonces? -No te lo repito más. -Sí, cariño. La peluquería a tope, como en el paro. Y yo a la fila. Qué triste mi vida, si no es por uno es por otro: a la fila y esperando.

Mientras llegaba mi turno, cogí un revista científica extranjera (en España no hay científicos). Y sí, hay un hombre feliz en el mundo y vive en el Tíbet. Es un monje budista de origen francés que un equipo de científicos de una universidad extranjera de mucho prestigio llevan 15 años estudiando la actividad de su cerebro mientras medita. Un monje medita, no hace otra cosa y es feliz. Lo que me lleva a pensar, y ya me duele la cabeza de pensar o meditar si no es lo mismo, que nunca seré feliz. Y no seré feliz, sino que, además, y puesto que la felicidad está en el pensar o meditar y no en casa de la vecina chismosa, que es donde creí que estaba, vagaré por el mundo de la patología virtual el resto de mi vida.

No me puedo rendir, si no monje del Tíbet, porque quiero ser feliz pero hay que pensar o meditar y eso es incompatible con mi carácter, puedo colgar los malos hábitos y meterme a monja de clausura. (Solo Dios es incomprensible a la mente humana y se le quiere a través de la fe). Seré monja de clausura en un convento cercano a la costa mediterránea que no hace frío. El frío tibetano me mataría. Lo peor que tendría que dejar de escribir en la ignorancia de mi soberbia y ser humilde. O no, qué importancia tiene ser humilde y conocerme mejor. Dedicaré todas mis horas a hacer pastas de té. Detrás de los fogones esconderé mi rebeldía. Eso sí, nadie puede llamarse engaño porque mi paciencia no es omnipaciencia. Del wifi no pienso darme de baja, de soslayo es la murmuración de la conciencia en el mundo mundial, que diría Manolito Gafotas. Y si alguien le interesa saber, a viva voz, declaro ganador de las elecciones en Estados Unidos a Donald Trump. Segunda Hillary Clinton. Dizque a viva voz de la conciencia. Amén. Gracias... (de nada).

lunes, 7 de noviembre de 2016

Por no haber sido.

Cuando la noche me desvela y quedan las palabras, palabra sobre palabra, dirijo la mirada al rincón de mi habitación donde guardo los recuerdos que aún me quedan por vivir. Y mis manos, al azahar, elijen un libro de poemas que me acerque a la introspección de mi estado de ánimo. Un libro de poemas que sienta sin miedo. Quién fuera poeta. En mi ánimo solo queda el desánimo. Y el asombro de un poema. Aquel poema. El amor no muere si un poema lo recuerda.

Mi memoria se ha ido por donde ha venido. Tan simpática ella nada recuerda. Quiero memorizar aquel poema, clavarlo en mi memoria, que no se vaya, que se quede conmigo. Lo quiero en mi memoria para siempre. Sino él, tu poesía. Quiero tener algo tuyo, algo que huela a ti. El sabor de tu piel. Aquel poema. Quiero leerte y no perderme ni un detalle de ti. Quiero reflejarme como rayos catódicos en tu mirada de soslayo. Quiero vivir tu leyenda, recrearme en ti, y volver al placer del ánimo desde el desánimo. Quiero al viento gritar tu nombre. No quiero contarle a una bata blanca quién soy o quién me gustaría ser. Por no haber sido. (Gracias... de nada).

domingo, 6 de noviembre de 2016

Desde el hartazgo.

Acomódate, relájate, cierra los ojos y desnuda tu alma. Y ahora dime: ¿Quién cuida de ti sino tú? 

Viene lo de arriba al caso porque la mente retiene lo que le interesa y luego obra el subconsciente, y la palabra que confunde nos lleva por caminos equivocados. Nada es lo que parece. Ni para siempre. Las alas de la razón ataviadas de dignidad no cojen altura, se distraen, y echan raíces en una isla desierta. Yo a una isla desierta llevaría una mirada de solayo, un collarín cervical y un colirio.

Ayer tarde, con Ian en el parque se me hacía imposible: iba de un sitio a otro y güelu y amoto y tractor y güelu otra vez, y vuelta a empezar. Ian no cansa. El cansancio es cosa de viejos. Yo le sigo, o lo intento, pero la borrachera que cojo es de no te menees. Y borracho como una cuba no encuentro la salida. Un güelu no es un padre ni es un hijo. ¿Cuándo fue que perdí la paciencia? (Ni un santo Job desesperado). ¿Por qué lo que es bueno para Ian no es bueno para mí? ¿En qué lío me habrá metido hoy el ordenador que me ordena? (Te buscaré entre el olvido y la memoria). Humilde, no encuentro el camino a seguir y dudo, y cuando dudo me dejo llevar por las apariencias y apenas soy el yerro del entendido. Mejor vivir, arriesgarse y decidir y equivocarse y caer y levantarse para llegar a ser y convencer y, sobre todo, amar sin miedo a las consecuencias. Ya no vale querernos a escondidas. Leernos entrelíeas para luego caer en los reproches. Ya no vale, amor. Catarsis, desahogo: alivio de pena. A los cobardes no les alcanza el amor, les acorrala el miedo. Autoestima, dignidad. Desde el hartazgo, ¿qué si hacemos borrón y cuenta nueva? No más reproches. Gracias... (de nada).

sábado, 5 de noviembre de 2016

Al filo del dulce abismo.

Estaba convencido de que lo que sabía era la verdad y ahora creo que lo que sabía era mentira porque no me dan la razón. Lo que es bueno para mí es malo para los demás. Así hablan los santos mortales. Les dejo con mi verdad de todos los meses en un sábado de fieles solo los difuntos. Y me explico:

Luego de la dama que vela mis sueños, como siempre toca, la dama que no me deja ir y que tengo que salir de casa para algo más que tirar la basura al contenedor. Al contenedor tiro la basura que tiro. Que Rajoy no se de por aludido, hablo de reciclar. A veces pienso que Rajoy acabará conmigo como acabó con el empleo, la sanidad, la educación, la dependencia y etcétera. Pero hay más, y mucho peor: ¿quién dijo miedo a la ley mordaza? Ja, me río yo de la broma. Ahora que la rubio manchego se hizo cargo de la defensa de España, a poco que nos descuidemos saca los tanques a la calle. Al tiempo. En fin, salgo de casa lo que me da la gana asumiendo las consecuencias, hablo de la farola. Mi esposa dice que me quede en casa o que podía emplear mi tiempo en algo productivo, por ejemplo recoger naranjas en Les Seniaes a tres Euros la hora si no llueve. Mi esposa es mujer y no siempre la entiendo. 

Yo, la verdad, recoger naranjas a tres Euros la hora no me parece mal porque considero que entretiene más que facebook. A mí facebook no me entretiene. El raro soy yo. Yo culpable y ahora yo el raro. Si yo no me quiero... Preciso de urgencias una dama con su propia poesía que me salve. Una dama de la SS no. Una dama de la poesía o una musa pero no una amiga. Algo importante ha ocurrido últimamente en mi vida y no sé qué es. ¿Será otra decepción mayor? ¿Otro amor de conveniencia? ¿Un amor de un solo dueño? No sé, y si digo que no sé no sé. Gracias... (de nada).

Sin amor no hay poesía.

"El Tesoro coloca 3.764 millones de euros en bonos y obligaciones con intereses superiores a los de la anterior subasta, con el Gobierno en funciones". EP.

Por medio de una ETT, recientemente hicimos un contrato de trabajo a Rajoy y no creo que las cosas vayan a mejorar. Yo a este señor no lo veo con ganas. Se le ve triste y resentido. Nos ofrece más de lo mismo y ya somos pobres, ahora queremos ser libres y llegar a fin de mes. Se dice que el pueblo no se equivoca, ni los inversores extranjeros según Rajoy, pero de los votantes no diría yo lo mismo. Vivimos una mentira y sin embargo... "Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha".◄1 Corintios 13:3. Hacer que no pasa nada cuando pasa, mentir, arrancar una promesa a los electores para seguir como estábamos, ¿para qué te quiero, amor, si no te tengo? Volveremos a vernos en las próximas elecciones. O antes si Dios quiere. La palabra. La promesa que juntos echamos a andar un día. Amor. Gracias... (de nada).

Luís Cernuda.

Donde habite el olvido.

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda, poeta, falleció el 5 de noviembre de 1963.

viernes, 4 de noviembre de 2016

La huella del desamor es amarga.

El miércoles, la dama que vela mis sueños con la sala de espera a rebosar llegó más tarde que siempre y quiso que una amistad se colara y a poco más se quedara a vivir en la consulta. Joder dona. Llegó mi turno y después de explicarme sin detalle que el resultado de la prueba con los cables para la edad que tenía bien (o regular). ¿Para la edad que tenía? De otras suertes bien, gracias. Pero ella quería saber de mí: ¿A qué cuento viene al caso saber de mí? Y la sala de espera a rebosar. Me preguntó por mi esposa y si tenía una foto de Ian. ¿Qué carajo le importa si tengo o no una foto de Ian? Enseguida, como si me importase, disertó acerca de la amistad que transciende olvidando los pasos dados. Y del porvenir que no viene. Pretendía acorralarme y me dejé acorralar: ¿Usted es feliz? Me contestó que sí. Genial, le dije, porque mucha gente es feliz y no lo sabe; ahora, aclarada la duda, qué le parece, puesto que los cables están bien conectados y la corriente pasa cuando pasa, y las neuronas hacen lo que pueden, si me da los papeles de los resultados y nos vemos otro día si usted quiere. Sospecho que no está cómoda con su vida, se la ve feliz ¿disimula? No sé ni me importa. Cada cual debe plantearse metas posibles en los años altos. Los dos somos viejos y el tiempo que nos queda por vivir llega hasta donde alcanza. 

Que el desánimo no nos emborrone el papel que escribimos. Y no asustemos a la gente que queremos y nos quiere. Disfrutemos de la vida, vivamos, pero no se nos ocurra parar a mirar cómo se queman las velas de otros barcos. Paso meditado sin dejar de mirar de soslayo para no perdernos la necesidad del necesitado. Las pequeñas cosas a las que no damos importancia y la tienen, y nos hacen sentir porque hablo de amor y el necesitado muchas veces somos nosotros y no lo sabemos. Solo el amor importa.

Hoy no tengo claro si quiero llegar a algún lugar. Rumiaré las consecuencias de no saber, la amargura del rechazo tal vez. La huella del desamor es amarga. Gracias... (de nada).

Wilfred Owen.

"Dulce et decorum est pro patria morí".

Torcidos, como viejos mendigos bajo sus hatos,
renqueando, tosiendo como brujas, maldecíamos a través del lodo,
hasta que donde alumbraban las luces de las bengalas nos dimos la vuelta
y hacia nuestra lejana posición empezamos a caminar afanosamente.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos habían perdido sus botas
Pero abrumados avanzaban sobre zapatos de sangre. Todos cojos, todos ciegos;
borrachos de fatiga, sordos incluso al silbido de las balas
que los cansados cañones de calibre 5.9 disparaban detrás de nosotros.

“¡Gas, gas!. ¡Rápido, muchachos!”; un éxtasis de desconcierto,
poniéndonos los toscos cascos justo a tiempo;
pero alguien aún estaba gritando y tropezando
Y ardía retorciéndose, como ahogándose en cal viva...
Borroso, a través de los empañados cristales de la máscara y de la tenue luz verde,
como en un mar verde le vi ahogarse.
En todas mis pesadillas, ante mi impotente mirada,
Se desploma boqueando, agonizando, asfixiándose.

Si en algún sofocante sueño tú también puedes caminar
tras la carreta en la que lo pusimos,
y mirar sus blancos ojos moviéndose
en su desmayada cara, como un endemoniado.
Si pudieses escuchar a cada traqueteo
El gorgoteo de la sangre saliendo de sus destrozados pulmones,
repugnante como el cáncer, nauseabundo como el vómito
de horrorosas, incurables llagas en lenguas inocentes,
amigo mío, no volverías a decir con ese alto idealismo
a los ardientes jóvenes sedientos de gloria
la vieja mentira: “Dulce et decorum est pro patria morí”.

Wilfred Owen, poeta, falleció el 4 de noviembre de 1981.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Tú no dejes de pellizcarte.

Una amiga, muy suya ella, me dice que ya me vale de cantar mi cotidianeidad y me amenaza con irse: "¿Qué? Tiene razón, mi cotideanidad es mía y a nadie interesa, aunque sea muy parecida a otras tantas y esté de actualidad. Disculpa, amiga, yo culpable, no quiero que te vayas. Pase lo que pase, cambiaré.

Sin embargo, a una amiga (que acierta a descubrirme el alba cada madrugada, gracias), algo le tengo que decir, hablo en serio, que tus zapatillas deportivas con las que ganas carreras de andar por casa no necesitan cordones. ¿Verdad que no lo sabías? Dama de poncho deshilachado, a veces vencida en tu hamaca, disminuida el ánimo, sangrando el corazón y el alma herida, no quiero que sufras ni penes recordando otras zapatillas con cordones y otras carreras que ganabas por otros caminos porque eran otros tiempos. Duele la vida. Duelen los achaques. Duele ser viejo, pero duele más envejecer. Lo tengo escrito de ayer. Querida amiga, no quiero que te acurruques entristecida ni derrumbes tu mundo. Que tu mundo también es de otros. No te dejes atrapar por los años que envejecen sin alivio, reacciona ya, abrázate, o abraza a quien quieras, sea quién sea, no es mala persona quien abraza por amor.

Te haré una confesión: de cuando en vez me escapo por la ventana de casa, como cuando era niño me escapaba a jugar sin hacer los deberes, y voy a tu encuentro. No quiero morir sin conocerte. Y procuro partir calculando el tiempo para no llegar a esa hora que acostumbras a dormir la siesta en tu hamaca, pero como no sé dónde vives, no importa el horario ni la ruta que emprenda me pierdo y regreso a casa bajo el mismo cielo sin conocerte. Sin embargo, no pierdo la esperanza, y es cuando en casa cierro los ojos y dejo que mi imaginación vaya pasando imágenes de esas que deambulan sin miedo a perderse para intentarlo de nuevo otra noche. Descarto que te escondas, pero no me fío: miedo debieras tener si descubro tus pasos por otros caminos; ni tus lectores, algunos con nombres tan intimidatorios como "TORO SALVAJE" y "DRACO", o tan dulces como "Amapola Azzul" y Trimbolera" te librarían de mi ira. 

Ni otro país, ni otro camino: mientras me sueñes andaré cerca. Y recuerda que las noches desveladas dejan escapar los mejores versos. Tú no dejes de pellizcarte. Gracias... (de nada).

Armando Tejada Gómez.

Hay un niño en la calle.

A esta hora, exactamente,
hay un niño en la calle.

Le digo amor, me digo, recuerdo que yo andaba
con las primeras luces de mi sangre, vendiendo
un oscura vergüenza, la historia, el tiempo,
diarios,
porque es cuando recuerdo también las presidencias,
urgentes abogados, conservadores, asco,
cuando subo a la vida juntando la inocencia,
mi niñez triturada por escasos centavos,
por la cantidad mínima de pagar la estadía
como un vagón de carga
y saber que a esta hora mi madre está esperando,
quiero decir, la madre del niño innumerable
que sale y nos pregunta con su rostro de madre:
qué han hecho de la vida,
dónde pondré la sangre,
qué haré con mi semilla si hay un niño en la calle.

Armando Tejada Gómez, poeta, falleció el 3 de noviembre de 1992.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Una joven no sabe.

¿Por qué cuando voy a comprar pan una joven me trata de usted?

Una joven, como yo, no es del pueblo de Patricia y vino para quedarse... Así que no me trates de usted. Y si te parece poco lo que nos une tengo una esposa que me quiere, dos hijas que también, y a Ian que de momento prefiere una amoto pero no pierdo la esperanza que me llegue a querer tanto o más que a una amoto y un tractor juntos. Por Ian, recuerda, no me trates de usted que me dejas con estampa de desgraciado. Lo escribí antes, me aterra envejecer. Mañana vuelvo. Gracias... (de nada). 

Me aterra envejecer.

Ahora que estoy más vivo que siempre; ahora que tengo tiempo para mí y los demás; ahora, me cuesta dormir y reconocerme entre mis sueños... Llevo durmiendo en diferentes sitios demasiado tiempo y no encuentro la ventaja. Me encanta la rutina. La rutina no es mala. Malas son algunas compañías; yo me cuido de las malas compañías. También son malas las ojerizas, dar de qué hablar a la lengua viperina. Y qué decir de las apariencias: quien alardea sin saber lo que le espera o sabiendo y silencia la verdad para confundir a la colindancia cercana. Mal asunto. Me quedo con la rutina en mi impagable soledad. 

Mi rutina tiene que ver con la palabra escrita y con un renglón que dejo por escribir cada día. Un reglón al azahar por si alguien se le ocurre algo qué decir... Sería hermoso que alguien escribiera un reglón en de soslayo con palabras agradecidas si me diera por envejecer de pronto sin causa justificada. No me importa ser viejo pero me aterra envejecer. Gracias... (de nada). 

martes, 1 de noviembre de 2016

Ni todos santos ni todos muertos.

El Día de Todos los Santos es una fiesta de tradición cristiana que celebra la iglesia católica desde la ostentación de hoy a la desgana de mañana. Esta fiesta tiene que ver exclusivamente con aquellos y aquellas que gozan de la vida eterna. O sea, los que están en presencia de Dios y no aquí abajo.

Hoy me despertaron las campanas. Repican a muerto. De mi infancia recuerdo que me obligaban a ir a la iglesia. Sabían que todos mis pecados cabían en un Padrenuesto, pero me obligaban a ir a la iglesia. Mi vida siempre fue transparente, nada tengo que ocultar. Solo vivo desclavado de la cruz. Eso sí. 

Qué falta de consideración. Me asomo a la ventana y veo gentes caminar en busca de un futuro mejor. Van a la iglesia, van de buena fe convencidos que unas oraciones socorrerán sus calamidades. No soy quién para persuadir a nadie, tampoco sé si el equivocado soy yo. Incontestable verdad que no busca razón. La verdad que se amolda a las circunstancias. La verdad sin razón ni entendimiento.

Yo no quiero ser Santo si me obliga a ser un ejemplo para unos y otras: no quiero esa responsabilidad. Tampoco Santa. Que no se diga. Lo que sí me apetece, ahora que todos somos uno, sea lo que sea lo que somos, es ser ministro de Rajoy en el Reino de España. Agenciaré un teléfono móvil y me pegaré a él. Como tengo amigas, quiero ser ministro y comprar voluntades. (La política compra voluntades, a las amigas se las quiere si te quieren. De manual). Estoy preparado para pagar el alto precio que conlleva ser ministro. Tal vez no pase a la historia, o por el banquillo de los acusados, pero sí a la eternidad. Lo asumo con humildad. ¡Vaya por Dios y María, ahora quiero ser Santo!. (Este ordenador que me ordena, como Rajoy, las mata callando). Gracias... (de nada).