De momento nada se sabe. La vecina chismosa está a punto de dar en loco sin poder salir de casa y la Guardia Civil ha ampliado la búsqueda al río, las aguas bajan turbias y eso podría cambiar el rumbo de las investigaciones. Siguen las pesquisas y la incertidumbre se apodera del pueblo: no hay alivio ni consuelo y el caso se complica más cada día. Pero llega la esperanza cuando aparece en el pueblo una mujer desconocida con su poncho deshilachado y abre una recolecta para comprar un ordenador que ordene y cause espanto por si apareciera al doblar la esquina en el bar del Sabina que nunca cierra con un tequila en la mano. Con él nunca se sabe. Probe.
Esto marcha...
ResponderEliminar