viernes, 25 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y uno).

En la panadería, la vecina chismosa confirma que a primera hora de la madrugada salió de casa gritando como alma que lleva el diablo sin mirar atrás camino de Les Seniaes. Y eso le dio qué pensar. No es normal, ni siquiera para él. Nadie sabe. Su familia y una amiga del pueblo esperan lo peor. Probe.

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