miércoles, 30 de noviembre de 2016

Con lo bueno que era, ay. (Y seis).

Mientras da comienzo la recolecta promovida por la mujer desconocida con un ponche deshilachado que no se sabe qué motivos pretende estimular para comprar un ordenador que ordene y cause espanto, la Guardia Civil llama a las vecinas del pueblo y toman declaración por separado. Las indagaciones apuntan a una amiga que sin venir a cuento cambió sus caderas de acera y sospechan que lo pudiera tener secuestrado en un zulo. De momento están abiertas todas las posibilidades pero el caso se complica de manera que ya nadie pone la mano en el fuego por el colindante más cercano. No obstante, parece que el círculo de la investigación se cierra en torno a una amiga que fue su mayor decepción. Cualquier hipótesis es prematura. Y la vecina chismosa sin salir de casa. Probe.

2 comentarios:

  1. ¿O sea, estás secuestrado? Mmm varias mujeres involucradas. Mmm más bien has de estar escondido. ¿Quién no? Por lo que sé son de armas tomar. Ni se diga la de poncho deshilachado. Cuentan que por las noches nomás se le iba en puro llorar,
    dicen que no dormía nomás se le iba en puro tomar... ah no, esa es una canción maravillosa de José Alfredo Jiménez.

    Como sea. Parece que el escritor que escribe en este blog nadie sabe dónde está. Sea por dios. Esperemos

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