sábado, 5 de noviembre de 2016

Al filo del dulce abismo.

Estaba convencido de que lo que sabía era la verdad y ahora creo que lo que sabía era mentira porque no me dan la razón. Lo que es bueno para mí es malo para los demás. Así hablan los santos mortales. Les dejo con mi verdad de todos los meses en un sábado de fieles solo los difuntos. Y me explico:

Luego de la dama que vela mis sueños, como siempre toca, la dama que no me deja ir y que tengo que salir de casa para algo más que tirar la basura al contenedor. Al contenedor tiro la basura que tiro. Que Rajoy no se de por aludido, hablo de reciclar. A veces pienso que Rajoy acabará conmigo como acabó con el empleo, la sanidad, la educación, la dependencia y etcétera. Pero hay más, y mucho peor: ¿quién dijo miedo a la ley mordaza? Ja, me río yo de la broma. Ahora que la rubio manchego se hizo cargo de la defensa de España, a poco que nos descuidemos saca los tanques a la calle. Al tiempo. En fin, salgo de casa lo que me da la gana asumiendo las consecuencias, hablo de la farola. Mi esposa dice que me quede en casa o que podía emplear mi tiempo en algo productivo, por ejemplo recoger naranjas en Les Seniaes a tres Euros la hora si no llueve. Mi esposa es mujer y no siempre la entiendo. 

Yo, la verdad, recoger naranjas a tres Euros la hora no me parece mal porque considero que entretiene más que facebook. A mí facebook no me entretiene. El raro soy yo. Yo culpable y ahora yo el raro. Si yo no me quiero... Preciso de urgencias una dama con su propia poesía que me salve. Una dama de la SS no. Una dama de la poesía o una musa pero no una amiga. Algo importante ha ocurrido últimamente en mi vida y no sé qué es. ¿Será otra decepción mayor? ¿Otro amor de conveniencia? ¿Un amor de un solo dueño? No sé, y si digo que no sé no sé. Gracias... (de nada).

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