martes, 30 de junio de 2015

No sé si lo entiendo...

Me escribe un amigo felicitándome por lo que escribí ayer acerca del amigo que no encuentro. Él también lo buscó y lo dejó por imposible... No hay amigos confiables, sino racistas, xenófobos, ultra conservadores en el amor, o tacaños de sentimientos. Y sobre todo exclusivos. Todo hace pensar que la corrupción política he llegado al epicentro neurálgico de la amistad sin complejos. Si por amar fuera no me importaría volver a empezar, pues el amor es un invento humano y está libre de culpa, pero amar por amar no. "Todos somos iguales ante Dios", entonces no entiendo por qué tenemos que dar más vueltas a la tuerca si no queda tornillo... El amor no legaliza el pecado, tampoco lo juzga, solo lo perdona si es susceptible de perdón. Porque para perdonar hay que merecerlo. Sean felices.

He vuelto.

De vuelta de les Seniaes, nada nuevo. Ian durmió por el camino y no aprendí nada nuevo. Y por más que por mi cuenta quise aprender no aprendí. Patricia no calló de contarme lo que nunca aprenderé. Y mi "yo" siguió mirando a un lado y a otro en busca de lo que nunca encontrará: Un amigo. Pienso que debo orientar mis dedos sobre el teclado en busca de algo interesante que interese para escribir. Y dejar lo imposible para un domingo de creer en Dios y los milagros.

Sobre Grecia, como si fuera un charlatán de feria no porque sería mentira. Y yo quiero escribir la verdad que brote del arroyo de la esperanza y sea capaz de acabar con la avaricia de los poderosos. Los medios de comunicación aseguran que Juncker hace una oferta de última hora a Tsipras para que cambie de parecer y llegue al acuerdo deseado por los acreedores (Alemania, Francia y Rajoy), pero no sé, el pueblo eleno se siente demasiado humillado y presumiblemente dirá no el domingo. (Ojalá yo también hubiera dicho no cuando dije sí).

Me encuentro de aquella manera y sería capaz de acabar con la tinta del teclado de mi ordenador. De momento dejaré de escribir, volveré a respirar el aroma del buen café antes de tomar el último sorbo de la mañana. (Tendré una muerte prematura: culpable el café y las palabras que, confundidas, van quedando entre las sombras de tu cuerpo desnudo). Va en serio, si pueden dejar alguno de sus asuntos para mañana aprovechen ese tiempo para ser felices hoy. Saldrán ganando. Muchas gracias.

"Cantamañanas".

Hoy, como promesa de ayer, poseído por la urgente necesidad de tener un amigo, con la primera luz del día, vuelvo por mis pasos en busca de un amigo. Digo por mis pasos porque no tengo nada nuevo que ofrecer sino lo que di. Y lo que di no interesa a un nuevo amigo. ¿Quién va a querer un nuevo amigo sin una chispa de alegría que cantar, que además está aprendiendo a hablar como un bebé? Aclaro que no me estoy volviendo más viejo de lo que soy, tampoco que la memoria y aquello, es porque quiero hablar como Ian, y lo mío me cuesta. "Gugu", de momento es lo que aprendí.

Insisto, y lo digo de corazón, necesito una amiga que me inspire más que las que tengo (me costó decirlo) y un amigo para entre ironías cargadas de emoción ir de marcha por "la ruta del bacalao" hasta el amanecer sin dejar de saltar al son de la música que se lleva ahora. Esta música es la de los tambores de Semana Santa que asoma directamente a la locura. Para eso necesito un amigo, para ir pateando la vida de lunes a lunes, como los contratos laborales de hoy en día. Ahora voy a tomar café y prometo volver como ayer. Si vuelvo. (Nunca dejaré de ser un "cantamañanas").

Conrado Blanco.

¿Quieres un paisaje?

     ¿Qué me has dicho? ¿Que es bello mirar al poniente,
cuajado de tintas azules y rojas
bajo de los pinos y junto a una fuente
con damas hermosas
que acaricien suave y constantemente
rociando tus labios con mieles sabrosas?
      ¡Oh, poeta ruin!, cuán sucio es tu canto,
no te compadezco aún siendo mi hermano
mientras no aprendas que es pobre de encanto
todo sentimiento que inspira lo humano.
      ¿Quieres te de algo que sí satisface?
¿Quieres un inmenso y florido paisaje?
Pues marcha a tu casa, mata tu locura,
ahoga en tu pecho toda humana voz:
y bajo el silencio de una calma pura
cerrando los ojos... ¡piensa solo en Dios!.

Conrado Blanco, poeta, falleció el 30 de junio de 1998.

lunes, 29 de junio de 2015

En busca de un amigo.

Desafortunado en amores... carencia de abrazos. Lo prometo: hace años que no tenía la urgente necesidad de tener un amigo. ¿Teniendo amigas un amigo para qué? Cierto, nunca mayor verdad, pero ahora echo en falta un amigo... Cosas.

Entonces me sumergí en una profunda depresión para encontrar un amigo, sino allí dónde, pensé. 

Después de mucho urgar entre los despojos y esclarecer algunos malos entendidos, apareció uno. No digo que tuviera buena pinta: cara demacrada, triste, en fin, deplorable su presencia, pero no hay dónde elegir. La verdad. Y me acerqué a él... Uy, yo a ti te conozco... Y entramos en diálogo:

-Luego de haber vencido en mil batallas, ¿cómo tú por aquí?
-Si yo te contara...
-No, mejor cántame un tango tristón...
-¿Tan mal me comporté contigo?
-Conmigo y la vecindad...
-Fue sin querer...
-Sin querer mató un hombre a una mujer... (Con la mujer hallada muerta ayer en Vinaròs, presuntamente asesinada por su pareja, son 22 las mujeres muertas por Violencia de Género en lo que va de año. Recuerden).
-¡Perdóname!.
-Esa canción es de Camilo Sesto. 

Supongo que allí abajo nada bueno o mejor iba a encontrar...

Desde que escribo, tengo la sensación que me he vuelto humanamente rencoroso: me cuesta perdonar... Escribo para conocerme mejor, aprender y recordar quién fui, pero si mi vida de antes me lleva a una vida de ciego rencor no me interesa. Pensaré seriamente dejar de escribir y dedicarme a una digna profesión: Asesino en serie. Disculpen, haré un café y lo tomaré como sorbo de aliento para seguir. Ahora vuelvo.

Poseído por este calor sofocante, no me hace falta volver, me asomo a la locura y me despido por hoy de mi cabeza. Mañana seguiré buscando un amigo en otro lugar y en otra época. O en otra vida, no hay prisa. Sean felices.

¡Y un cuerno!.

La verdad que fluya por sí sola... No sé qué quieres que te diga... Vale, yo culpable, asumo los cargos. Cubre la espalda con tu verdad.  

Llegar al fondo de la verdad, principalmente requiere saber si en realidad se quiere conocer la verdad, además de estar en condiciones de creer en esa verdad como única. Y también saber qué se hará luego con ella... Porque quizá no se está dispuesto a pagar por esa verdad y sus consecuencias. Nada sale gratis. La verdad aunque duela... ¡Y un cuerno!.

Donde beben los vencidos...

Ni 19 días ni 500 noches, le bastó una palabra para olvidarme. Con la sabiduría que dan los años solo acepto la derrota si la acompaña el olvido o el no recuerdo. Le hablé del perdón, le llegué a pedir clemencia: el fracaso estaba servido, la cuestión era digerirlo. Y cambió de caricias como quien cambia de andén en la estación cuando no se tiene adónde ir.

Al amor no le van las súplicas ni las caritas maquilladas, el amor es más que todo eso: el amor es solo amor y no cabe aparentar. En los años altos donde solo se viven las nostalgias, un pasado sobrevive a duras penas... Y si a esto le añadimos que hay otro con menos años y más alegrías que cantar el escenario no puede ser más desigual. Se sabe quién lleva las de perder. Soy la suma de todas las derrotas. Que un tango tristón me canten una noche de luna llena en el bar de la esquina donde beben los vencidos..Y Oscar Ugarte canta: "Yo soy un borracho y a nadie le importa si mato mi vida por un gran dolor, total... ya he vivido y mis veinte abriles, por lo que he sufrido... ¡morir es mejor!".

Blas de Otero.

A la inmensa minoría.

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
ee amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí!, ¡llegad!, ¡ay!. Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, de mil novecientos cincuenta y uno.

Blas de Otero, poeta, falleció el 29 de junio de 1979.

domingo, 28 de junio de 2015

Por si decides volver...

Dos de dos o una de dos. Vivimos al límite, lo sé, pero eso no nos justifica. Si algo aprendemos algo olvidamos. En los años altos no podemos elegir. Las cosas son como son o no. La pregunta es si nos interesa aprender más que olvidar. Pienso que nuestro procesador y sus neuronas degenerativas nos darán esa opción. A veces es lo que pienso... Otras veces pienso que no. El asunto es que creo que todo se olvida. Incluso que se creó con ese fin. Por eso, quién tenga la posibilidad y la capacidad de elegir que lo piense seriamente y elija. Las consecuencias si las tiene no importan.

Para ser hay que caminar hacia algún lugar. Obvio. Si hacia el olvido no sé. Caminar siempre con la palabra en la mano e ir dejando alguna por el camino... Es la manera de regresar si al final la fatiga nos vence. Por si decides volver...

Los años vividos.

Los años vividos han sido tantos que ni recuerdo tu cara de ángel. He guardado en un cajón algunas de tus cartas que tantas veces he leído. Hoy no me dicen nada. Hoy precisamente que apareces a mi puerta como el primer día decidida a cambiar mi vida. He de confesar que lograste cambiar mi vida. Ahora soy otro desde que te sueño.

A pesar de los años, no has cambiado lo suficiente: te veo igual de apesadumbrada a través de la mirilla de la puerta. Mucho me temo que tendrás que volver por dónde hayas venido. Me has enseñado lo suficiente como para saber que tus sentimientos indiscutiblemente desembocan en el mar más profundo.

Toda tú me dejó algún aprendizaje. Pero la enseñanza más importante me llegó cuando te fuiste. Hay amores que no sabes lo que ganas hasta que los pierdes. Admirable tú misma. Si yo fuera tú trataría de aprender de mi pasado.

La magia que vive en cada palabra de los que respiramos los vientos de la literatura no se apaga por un despreciar. Nacemos provistos de las mileles del amor. La fuente inagotable de la creación literaria es más fuerte que nosotros...

Mi mirada de soslayo.

De deberle al teclado del ordenador los ojos y la mirada como si no fueran míos.

Los ojos, la mirada, el teclado y el ordenador son míos. Y no es un todo sino dos. Aclaro que no están a mis órdenes a pesar de ser míos. El teclado del ordenador va a su aire y de mis ojos la mirada libre. La mirada es su inmediatez que no somete a consideración. Penetra en otra mirada libre de embarazo; no le importa lo que vean en ella, especialmente cuando mira de soslayo. 

Mi mirada de soslayo es ansiedad inevitable. Ciega, escribiría sus hazañas, pero mis ojos brillan con luz propia.

Mi mirada de soslayo no es de fiar, es descarado su mirar; y a pesar que nunca ofrece esperanzas hiere el alma porque provoca una visión diferente de la vida a personas que son invisibles a los demás. 

Mi mirada de soslayo distorsiona la realidad acomodándola al antojo de sus caprichos... Si una dama desprevenida, destroza su corazón sin reparar en daños y perjuicios. Malaya mi mirada de solayo que lisonjea a quien la mira. A mi mirada de soslayo yo la acuso de mirar descreída de emoción. Ojalá tuviera unos ojos con mirada franca, o unos ojos de mirar por encima del hombro a la gente por siempre despreciables, al menos sabría a qué atenerme. Si en descuido ven mi mirada de soslayo antes que ella huyan sin volver la vista... Su biografía es palmaria si contamos las lágrimas que permearon otros ojos. 

Y sin embargo, mi mirada de soslayo tiene la facultad de reproducir un mundo de ensueño a partir de la luz que elimina los desvelos. Y el duelo de las tristezas. Mi mirada de soslayo lleva el augurio de María, la Magdalena, en un beso que entrega apasionado a quien no se resigna a la voluntad de las adversidades. Mi mirada de soslayo predica cada día el evangelio del amor.

Velimir Jlébnikov.

Números.

Os contemplo, ¡oh números!,
y me parecéis disfrazados de bestias con vuestras pieles,
la zarpa apoyada sobre robles descuajados.
Regaláis: la unidad entre el serpentino movimiento,
el espinazo del universo y la danza de la palanca.
Permitís comprender los signos como dientes de una risa entrecortada.
Mis pupilas se han abierto en forma de objeto.
Saber, cuando su dividendo es la unidad, cuánto será el yo.

Velimir Jlébnikov, poeta, falleció el 28 de junio de 1922.

sábado, 27 de junio de 2015

Un vivo en el cementerio.

Hay vivos que se olvidan de vivir su vida, muertos, al menos dejan de preocuparse de la vida de los demás. Amén.

Existen vidas desgraciadas que pudieran ser biografías escritas camino del cementerio en sábado de fieles difuntos... No hay dona que ladre ni vida que parezca viva en sábado. Una vida va perdiendo sus quereres y no tiene otras vidas dónde agarrarse porque sus miserias las vencieron ni confesionario donde arrepentirse de sus desgracias... La fortuna ha cambiado de parecer y se ha ido de su vida. Pena, siempre cantando sus penas (y su dinero). Paz a los muertos.

Una vida se pierde en el huerto del olvido sin un adiós de consuelo, ni un beso, ni siquiera una mano de prestado. Una vida muerta, no embellece con risas sus labios ni canta feliz al amor, solo tangos y algunos bolero. Una vida de infeliz debiera estar muerta para no contagiar como pandemia ay, ay... Una vida de triste no debiera estar cerca de los vivos. Un vivo en el cementerio se entrega a la muerte y se resigna porque nadie lo escucha. Paciencia a las adversidades, no encontrarán otro vivo que les de cobijo. No sé más adelante si llegan otros... Hay muertos que no merecen estar vivos.

Culpable Zapatero.

Les Seniaes están imposibles. Y Patricia más. Les Seniaes por el calor y Patricia porque dice que no gana para gastos. ¿Cómo va a ganar para gastos si no trabaja?  Rajoy no gana para sustos y Patricia no gana para gastos. De cualquier manera, mucho me temo que los dos no lleguen a fin de año en este plan... Lo digo como lo siento. Solo Ian se salva.

Este país se tiene que morir y resucitar en menos de tres días porque no hay tiempo. La juventud no encuentra trabajo y los padres ¡Dios mío! ya somos abuelos y pensionistas porque los hijos pasan de los treinta y no podemos seguir manteniéndolos. Aconsejaría mirar al cielo, pero no sé si queda maná en la masera. Corren malos tiempos para todos y todas (para los griegos más). 

Uy, suenan las campanas, al fin una buena noticia: alguien a muerto. Uno menos para sufrir en este valle de lágrimas. Un sábado qué mejor que alguien se muera para ir de entierro... De morir y perder la oportunidad de vivir va este día del Señor. Luego les cuento.

Luego vuelvo.

Soy el que soy. Soy leal a mis principios. Y no pienso como otras ni hablo otras lenguas. Soy de escasas capacidades. Pero uno de mis fundamentos es obstentar la incoherencia: sin ella sería incapaz de ser mejor persona... Y ya es decir. Soy lo que su imaginación creó. 

Escribo y actúo según las circunstancias y los hechos. Amigo de mis amigas, no sabría vivir sin ella, pero me ataranta cada madrugada. ¿Qué? De momento es lo que hay, Ian me reclama: tengo que vivir este momento porque no hay otro. Luego vuelvo.

Victoriano Crémer.

Los caminos del amor

Huele a soledad el campo
tan breve, tan sin sentido,
bajo un firmamento abierto
de par en par.
                        ¡Apetito
de tierra sola, de tierra
desterrada, de caminos
que nunca llegan a Roma!.

La carretera es un río
enjuto que no se acaba
y que no tiene principio.

Pero la esperanza enseña
a creer lo que no vimos;
el aire, la luz, la música,
la palabra...

                       Desistimos
de andar mirando las cosas,
descubriendo los registros
concretos.

                      El alto cielo
nos orienta con sus guiños
fulgurantes.

                       Levantamos
la mirada y transcribimos
su fausta telegrafía:

"¡Para el amor no hay caminos!".

Victoriano Crémer Alonso, poeta, falleció el 27 de junio de 1906.

viernes, 26 de junio de 2015

Epitafio de un poeta.

Hoy soy un poco Enrique.

Hablemos de los verbos y los proverbios, como sentencia, pero hablemos.
Hablemos del amor y sus bondades, fulgor de santuario, pero hablemos.
Hablemos lo que sucede una vez en la vida, si sucede, pero hablemos.
Hablemos que no mueren los amigos, los mejores, pero hablemos.
Hablemos que no pasa lo que pasa, cuando pasa, pero hablemos.
Hablemos de la palabra que retumba sin eco en los oídos...
Hablemos de las mujeres los prefieren enigmáticos...
Hablemos de los hombres las prefieren rubias...
Hablemos de todo y nada pero hablamos.

(Hablemos de la cruz de mi calvario: la palabra).

Luego hablamos...

Llegó el viernes. Al fin es viernes de fiar. Pero digo yo que si no voy al mercado igual hay alguien que me fíe... Nunca le pedí nada a nadie que recuerde. No hablo del dinero que nadie tiene sino de echarnos unas risas, unos abrazos y unos besos. Hablo de intercambiar impresiones sobre la vida y el amor en agradable tertulia. Lo que realmente importa. 

No es cierto que no haya pedido a nadie que me fíe. Lo recuerdo, a duras penas lo recuerdo, por más que lo niegue... 

Ocurrió porque tenía que ocurrir: Es imprescindible que obtengas de tus sentimientos una respuesta clara, asumas las consecuencias y le pongas fecha. Luego hablamos...

Bajo el mismo cielo.

Cuando el día se hace largo y al fin llega la noche y no dejas de pensar en él qué esperas sino desvelar tu madrugada...

Tanto amor no puede ser bueno...
Tanto amor con pena y sin consuelo...
Tanto amor con pesar de corazón...
Tanto amor no es sino un canto al viento...

Pero no deja de ser amor y quien ama al amor no puede ser mala... Amor de nuevo bautismo ama y que entre un mar por dónde quiera...

Mujer de pelo cano azotado al viento, ama.
Mujer con ansias del pasado y sueños del presente, ama.
Mujer de imperiosas sonrisas y miradas descabelladas, ama.
Mujer de sorprendidos quereres (¿qué, qué, qué? ama.

Y como si el delirio de un poeta ordenara tu vida...

Basta de besos fraternales...
Basta de besos en la frente...
Basta de besos fingidos...
Basta de besos al viento...

jueves, 25 de junio de 2015

Una noticia estupenda.

Llegar a casa después de pasar el día en Valencia, por maravillosa que haya sido la compañía, bien se le puede llamar una noticia estupenda. Llegué a temer por mi vida, ay. Rita se fue o la echaron, no sé, pero dejó el caloret. Un infierno el caloret de Valencia. Y luego están sus gentes con sus prisas. ¡Adónde llegarán tarde, Dios mío!. La ciudad de Valencia no está hecha para mí. No tengo más que decir. No me sale la voz del cuerpo. Sean felices.

¡Es poco, recen más por mí!.

¡Por Dios y María, por todos los santos y santas: Es poco, recen más por mí!. Valencia es el infierno. Gente y más gente bajo un sol de justicia. Soy víctima del amor de una hija. El amor no puede ser tan cruel. Mis necesidades son básicas, no necesito de la gente para vivir. No es desprecio hacia la gente es aprecio. Una sonrisa, un beso, un abrazo pero esto no. Recen por mí, oren con fervor, porque ahora me dicen que si quedamos a comer... Eso no entraba en mis planes. Valencia es el infierno o tiene tremendas similitudes.

Las gracias por anticipado.

Si María, la Magdalena, me regalara unos ojos nuevos como condición sine qua non de mirar al pasado virgencita me quedo como estoy. Apesadumbrado llevo el oído y su sordera y más no, pero si por ser su amiga unos ojos de mirar al pasado... No quiero mirar al pasado. Por muchos logros frustrados, las alegrías del presente los superan. Y rencores y otras estupideces relacionas con los malos quereres ya no recuerdo... Para agobiar el espíritu con malas sañas no están los tiempos. Hoy cuesta más que siempre vivir y en eso estamos: debemos echar la mejor carne en el asador. No digo que todo lo pasado sea peor, pues se quiera o no estamos aquí gracias a él, pero el presente va unido al futuro y lo presumo esperanzador. Además, solo hay más vida por delante... Nunca es tarde para empezar una nueva vida. Si nos lo proponemos seremos mejores. Yo mismo podría ser mejor con el tiempo. La Magdalena sabe que si unos ojos solo con la mirada de soslayo... El presente merece la pena vivirlo aunque a veces...

Hoy, jueves, no puedo por menos que confesar una perturbación en mi estado de ánimo. Le doy carácter de confesión porque es grave. Mi hija Kristel, cansada de venir al pueblo de Patricia a visitarme, quiere que vaya al suyo y comer y hablar de nuestras cosas. Estupendo si su pueblo fuera otro y no Valencia. Valencia sin Rita y con Ribó. Valencia me queda grande. Eso es todo. Si en un descuido le pueden robar unos minutos al día recen por mí, para que vuelva sano. Las gracias por anticipado.

Juan Pérez de Montalbán.

A una boca.

Clavel dividido en dos,
tierna adulación del aire,
dulce ofensa de la vida,
breve concha, rojo esmalte.
Puerta de carmín, por donde
el aliento en ámbar sale,
y corto espacio al aljófar
que se aposenta en granates.
Depósito de albedríos,
hermosa y purpúrea imagen
del múrice, que en su concha
guarda colores de sangre.
Cinta de nácar, con quien
Tiro se muestra cobarde,
y aun sentida, porque el cielo
más expuso en menos parte.
Bello aplauso de los ojos,
hermosa y pequeña cárcel,
muerte disfrazada en grana,
si hay muerte tan agradable.
Tiranía deliciosa,
cuyo vergonzoso engaste
es mudo hechizo a la vista,
siendo un imperio süave.
Guarnición de rosa en plata
y de nieve entre corales,
discreta envidia a las flores
que un mayo miran constante.
y en fin, cifra de hermosura,
si permitís que os alabe,
decid me vos de vos misma,
porque os sirva, y no os agravie.
Más la empresa es infinita;
yo muy vuestro, perdonadme,
porque solo sé de vos
que habéis sabido matarme.

Juan Pérez de Montalbán, poeta, falleció el 25 de junio de 1638.

miércoles, 24 de junio de 2015

Resurrección.

No quiero que me debas los besos que no me diste, otra cosa tal vez, pero aquellos besos no. Ya amanecerá algún día.

Contra pronóstico, la amiga que por muchos besos que le di el sábado ni me vio, resulta que la acabo de ver y después de explicárselo me lo niega. Tengo a su esposo de testigo si no me cree, pero el asunto no es que no me crea o que yo haya perdido la credibilidad que no tengo, es que ya me olvidó. La verdad es esa. Hubiese dado lo que no tengo porque me hubiera devuelto los besos que le di, y más que se dejara robarle un beso, pero si ya me olvidó no me conoce, y las cosas pudieran ir a peor... Así ocurrió y no es grato para mí narrarlo. Otra gran decepción en mi vida. De cómo saldré de esta dolorosa decepción no sé. De momento paso hoja. Si algo muere algo nace. Resurrección.

Una amiga me pide que le haga un favor.

Una amiga me pide que le haga un favor -estoy yo para hacer favores a una amiga-. No. Se trata de escribir una visión diferente de su vida. No le gusta su vida -aclaro que no es su vida la que no le gusta sino su salud-. A mí no me importa escribir al dictado de los intereses de una amiga... Nada me gustaría más que escribir una receta de sanación para todos sus males. Pero no sé si mi fantasía además de mi amistad con la Magdalena... No sé yo... El caso es que me lo pidió y no quiero decepcionarla una vez más.

La ciencia no está a la altura de nuestras necesidades sanitarias, pero la fe con unas gotas de esperanza consiguen a veces un combinado milagroso. Más que un tequila con pastas de té que ya es decir.

A una amiga le puedo ajustar su estilo de vida de acuerdo a sus capacidades, pero eso no le interesa. Ella quiere volar libre sino andar por encima del mar y la tierra por mucho que Jesús el Cristo se enfade por joderle los milagros.

Quizá ya ocurrió y le regalé a una amiga sino una salud estupenda, una visión diferente de la vida que le tocó vivir. Una vida relacionada con su interior... Una vida inspirada en su corazón más que en sus capacidades. Quizá ya ocurrió y no se enteró porque sino duerme sueña y no reside en este mundo. Sus dones son otros. Si le diera por mirar de soslayo a su colindancia cercana se daría cuenta que es imprescindible para más personas de las que se imagina. Vería con asombro quién es y lo que significa para tanta gente. Cuál es su misión en la vida no sé. Lo que sé es que solo está escrito lo que ocurrió. Cuando ocurra y se escriba su vida será para bien. (Mientras tanto y llega el día nomás sé feliz).

Noche de San Juan.

"Miles de personas participaron en la noche más mágica del año con hogueras que ardieron por toda la costa".

A mi esposa le importo un comino... No sé cuánto importa un comino ni lo que es, pero quizá le importo menos... Se le dije claro: Si me duermo despiértame. Pues una tenovela interesantísima culpable. No me despertó y eso me impidió, nada más y nada menos que tirar alguna tristeza al mar y arrancarle a las olas un par de deseos en la Noche Mágica.

En la Noche Mágica de San Juan todo es posible. Tan posible que mis deseos se fueron por donde vinieron. Y vinieron por donde se fueron. Mi vida es un sueño, una fantasía o vaya usted a saber. Y yo el más grande experimento fallido de la ciencia. 

Las tristezas eran penas de mi esposa y el par de deseos míos. No era pedir demasiado: Salud para todos y todas, y un botiquín electrónico de última generación con médico incluido, o en su defecto si es que aún no se inventó algo tan útil un calendario electrónico con alarma. De médicos estoy que los vomito. Tengo el calendario completo para el mes de julio, escarabajado, porque ya escribo como ellos y no entiendo ni jota. No sé si podré vivir otro año más con este plan de decepciones incompatibles con mi bienestar. Si pusieran un poco de interés las cosas serían distintas; no sé, quizá sanear y sincronizar mi cabeza con mi tronco y mis extremidades que no van mal del todo. Los médicos culpables de todas mis desavenencias mentales. No era mucho pedir para la Noche de San Juan. Noche de Ian en adelante.

Alfredo Mario Ferreiro.

El rascacielos de Salvo.

El rascacielos es una jirafa de cemento armado
con la piel manchada de ventanas.

Una jirafa un poco aburrida
porque no han brotado palmeras de 100 metros.

Una jirafa empantanada en Andes y 18
incapaz de cruzar la calle
por miedo de que los autos
se le metan entre las patas y le hagan caer.

¡Qué idea de reposo daría un rascacielos
acostado en el suelo!.

Con casi todas las ventanas
mirando cara al cielo.
Y desangrándose por las tuberías
del agua caliente
y de la refrigeración.

El rascacielos de Salvo
es la jirafa de cemento
que completa el zoológico edificio
de Montevideo.

Alfredo Mario Ferreiro, poeta, falleció el 24 de junio de 1959.

martes, 23 de junio de 2015

Un país y un caudillo.

De aquella manera, me levanto de la siesta y se me ocurre escribir sobre un país sin caudillo. Pero no caigo. Entonces pienso si un país puede tener Constitución y someterse a unas elecciones libres con un caudillo que no ponga reparos a la capacidad de los votantes de votar a quien considere y caigo: España. Y ahora que encontré el país me entero por la Wikipedia que si no es uno es la otra: Si hablamos de perder las elecciones culpables los votantes y no el caudillo.

Epitafio de amor.

Uno, de viejo, nunca pierde la capacidad de mirar y ver de soslayo, y sobre todo dejarse sorpender... Para bien o para mal. Las cosas son así y así las hay que tomar. Tengo escrito que el pasado sábado a una amiga, por más besos ni me vió. No es que no me quiera, no lo creo, es que el medio en el que ahora se desenvuelve es de mujer estupenda y no siente ni padece. No me dará un beso, ni dejará que se lo robe al menos en los cuatro años que dura su mandato.

El origen del mal amor se encuentra en la política. Aunque lo nuestro pasaría por desamor. ¡Joder, dona, qué pena de amiga ida!. Pienso que por mucho que sea una expresión habitual en mi escribir, venga el asunto al caso la amiga ida. Por más amor, creo que mi amiga se está yendo. 

Como lo oye, Doctor Jekyll. El trastorno disociativo de la identidad de una amiga está a punto de irse para no volver. Sí. Había que verla. Tremenda la sorpresa para mí. Yo la quería con toda el alma y ahora... ¿Y ahora qué? Si la llevara ante los tribunales de justicia por no darme o dejarse robar un beso yo culpable. El jurado fallaría a su favor. Además, al ser autoridad doble pena. Tan ingrata la experiencia me atrevo a aconsejar una profesión cualquiera que no tenga nada que ver con la política. Y ojo, que anticipo posibles conflictos de intereses: llegado el caso el tiempo será testigo. Pero el tiempo corre a mi favor... Hasta aquí puedo contar. Sean felices.

El pundonor de Rajoy.

Esta mañana amaneció feliz para mí porque una amiga me despertó con su mejor regalo de buenas madrugas. Es de agradecer, porque su regalo es una bendición, pero no siempre amanece desprendida de su mirada... Uno es viejo y lo acepta. La vida no es justa a veces. Lo que no sé es si debemos seguir tolerando las injusticias. Me explico: acabo de llegar del centro de salud y mientras esperaba mi turno para unos análisis -nada de qué preocuparse, muchas gracias-, un vecino me comentaba que volvían los tiempos de la esclavitud al mundo laboral. El asunto es jodido y va para dolor, pues lejos de desaparecer la esclavitud, además, aumenta el vasallaje y obligan a pagar feudo... Hay que detener esta lacra de sumisión. ¡Quitémosle el negocio a los explotadores!. ¡Joder, dona!. Vencidos, son multitud las personas que están obligadas a la explotación. El trabajador de antes era mileurista y el de ahora una utopía. La crisis nos cambia a todos para peor. Y menos mal que aún no llegamos a la trata de personas.

Quienes trabajan lo hacen de luz a luz sin apenas tiempo para almorzar, que para más humillación, les descuentan los quince minutos. Los trabajadores de las ETT saben de qué hablo (tengo pruebas). Vivimos la opresión de los tiempos que vuelven del pasado... Ha llegado el momento de intervenir de manera global. Los datos son escalofriantes.

El trabajador se ha convertido en una mercancía más. Triste por lamentable es que nadie hace lo suficiente y la rueda sigue rodando: hay que comer. En esta compraventa de mano de obra barata los grandes empresarios no quiebran a pesar de la crisis, es más, sus cuentas de resultados son escandalosas. La explotación de los pobres. La opresión y la falta de libertad no rompe las cadenas. Urge quitarles el negocio a estos comerciantes de trabajadores sin escrúpulos. Y desde el gobierno promocionan los contratos por cero horas para salir de las listas del paro. Cuentan los porcientos, no la calidad del trabajo. Y menos la dignidad humana. Ningún trabajador es producto de mercado. No merecemos ser personas si permitimos que tanto trabajador sea cautivo en este país de Rajoy. Pero hay que comer, insisto. O pagar la luz. O las medicinas. Y un sinfín de etcéteras. El salario de ahora solo da para pagar un bien de primera necesidad.

lunes, 22 de junio de 2015

Cuéntamelo.

A Sergio.

Cuéntamelo,
sé todo lo que hay que saber sobre el miedo. Hablo de ese peligro inminente. La amenaza del dios Pan.

Hubo un tiempo que atarantado crucé la raya más allá del dolor de alma y cuando tenía el plan urdido el propio miedo me salvó... Todo tiene su aquello, estamos encadenados a la vida y sus circunstancias. El miedo es un sentimiento del que se puede aprender. Te aseguro que el miedo me salvó: simplemente tuve miedo a sobrevivir. Y aquí estoy con más ganas de vivir que siempre.

Cuéntamelo,
dime qué puedo hacer para que no sufras. Y no me vengas que son daños colaterales, que el miedo es cosa de niños, también el revanchismo que lo provoca. ¿Revanchismo cosa de niños? No me digas que como vino se va porque no es cierto. El miedo vive en ti y, como el amigo gorrón, hasta que no lo expulses no vivirás tranquilo. No permitas que nadie maneje tus miedos. Tus miedos ocultos.

Cuéntamelo,
dime acerca de esa percepción de inseguridad que te mantiene en alerta permanente. Sobresaltado ante lo cotidiano. No ocultes ni niegues ese entrar en pánico cuando oyes un ruido en casa. En una noche puede pasar por tu memoria todos los horrores que has padecido en tu vida incluyendo los de tus seres queridos. No hablo de estadísticas, hablo de ti, de restaurar tu vida y la de tu familia. De tu esposa que por más besos ni me vio. Vivir con miedo es contrario a la razón... Perjudicial para la salud. Salud mental.

Cuéntamelo,
dime qué te ocurre, pero cuéntamelo hoy, mañana tal vez sea tarde y el miedo cale ese tu esqueleto que no reconozco. Una maraña entrelazó un estadio de sensaciones desconocidas para ti y te está echando a perder... Necesitas una estrategia para salir de la inseguridad que provoca ese miedo que apenas fue ficción hasta que se clavó en tu alma. Le has de hacer frente. Y lo harás cuando estés preparado. Entonces vencerás al miedo y todo volverá a ser como antes. 

Cuéntamelo,
dime porque el hecho de ignorar el miedo no significa que puedas evitar sus consecuencias. La vida pasa facturas que solo el alma paga... Si te vale de consuelo, nada está tan oculto que no salga a la luz. Entonces sabrás la verdad de tus miedos y qué o quién los motivó. Aunque para mí eso nunca fue consuelo. Ni me importó siquiera.

Sofoco de verano.

Es lunes, escucho una música lejana, hace un día soleado, escribo para matar el tiempo y, sin querer, esbozo el fulgor de una irrealidad el primer dia hábil de verano. Es preferible la primavera sin sofocos.

Empeñada la palabra, sacrificada en misiones imposibles, no se puede negar la evidencia... Pongo pues la cara de los entierros para decir que eso a lo que la mayoría llama realidad es una construcción edificada sobre un psiquiátrico... Una verdadera locura. La realidad que los medios de comunicación nos trasladan no es la auténtica realidad o quizás esté por llegar. Por más que nos machaquen con ella llegará o no, pero esta no es la verdadera.

Entre los más ricos y los más pobres hay un abismo: el discurso está escrito y sin contestación el argumento, así que no hay reflexión posible. Si es inevitable el desastre será el tiempo quien lo diga. Y si mereció la pena. Hablo de salir de esta locura que nos toca vivir, sobrevivir a la crisis. Tardaremos en salir de la pobreza dicen los que leen el futuro... Y sí, una vez más los políticos tienen nuestro futuro en sus manos, ¿querrán usarlo esta vez con la verdad por bandera? Es lunes y Grecia está en el patíbulo. ¿Si el pueblo pierde la esperanza qué le queda? La nada, ¿o el olvido como a mí? En resumidas cuentas, sobre cómo afrontar el futuro no sé, pero supongo que todo se reduce a creer en Dios.

Hernando de Acuña.

Soneto sobre la red de Amor.

Dígame quién lo sabe: ¿cómo es hecha
la red de Amor que a tanta gente prende?
¿Y cómo, habiendo tanto que la tiende,
no está del tiempo ya rota o deshecha?

¿Y cómo es hecho el arco que Amor flecha,
pues hierro ni valor se le defiende?
¿Y cómo o dónde halla, o quién le vende,
de plomo, plata y oro tanta flecha?

Y si dicen que es niño, ¿cómo viene
a vencer los gigantes? Y si es ciego,
¿cómo toma al tirar cierta la mira?

Y si, como se escribe, siempre tiene
en una mano el arco, en otra el fuego,
¿cómo tiende la red y cómo tira.

Hernando de Acuña, poeta, falleció el 22 de junio de 1580.

domingo, 21 de junio de 2015

Y volé.

Sumiso,
volé como una paloma
en busca del alimento que da paz.
Paz de alma.

Y no la encontré...

Sumiso,
volveré otro día
y volaré sobre tu lecho
y extenderé mis alas sobre tu cuerpo.

Tu cuerpo deslumbrado por la luz de tu mirada...

Sigo aquí.

Vuelvo para anunciar que el verano -lo acabo de leer en prensa- entra el domingo 21 de junio a las 18h 38m hora oficial peninsular que es hoy. La noticia no es esa, al menos la que importa pues yo ya lo sabía, ni que se inicia el verano en el Hemisferio Norte y mi amiga Roxana en el Hemisferio Sur el invierno, ay, se siente. Beso. Lo que no sabía, y ya es decir, es que el verano es la estación más larga del año: dura 93 días y 15 horas. Leí el artículo hasta que asomó Grecia, y no leí cuánto más largo es el verano que otras estaciones. A propósito, alguien sabe el por qué del ensañamiento de la UE con Grecia. Si de pobres no saldrán no viene al caso hacerles tanto daño. ¡Joder, dona!. Un amigo economista sostiene con argumentos fidedignos que el Euro acabará con Grecia, y que haría bien en irse de la UE y quedarse donde estaba antes de la quiebra. Y España: mejor antes del Euro que ahora. En eso estoy con él, no recuerdo una España desde del "41" tan triste de morir.  

Leo prensa y acabo mezclando churras con merinas -pido perdón a las churras o a las merinas si se siente ofendidas por la comparación siempre odiosa-. El invierno no es verano, lo que dure uno y otro no importa, lo que importa es que la UE haya llevado a Grecia a la quiebra. Y que todos estemos de acuerdo. Unos y otras. Eso importa y mucho, porque cuando las barbas de tu vecino... Lo dejo, pero igual vuelo: Sigo aquí. Muchas gracias. Sean felices, recuerden.

Con ganas de un verano feliz.

Una amiga dice sentirse orgullosa de ser mi amigo porque soy una persona muy importante. Tiene razón, pero más me gustaría que fuera por mi estupendo carácter y el beso que le doy de buenas madrugadas. Pero mi amiga solo tiene un problema, siempre se lo digo y no hay manera que se corrija, es mujer. Incomprensiblemente somos amigos.

Yo creo que me ve cada día con diferente mirada y sus ojos son honestos, porque soy muy triste: si un día por falta de pago u otro inapelable inconveniente de actualidad me embargaran el teclado que me escribe, ay. Así de simple. Quien me mira cada día con diferente mirada es mi amiga.

Hasta ayer era lo que pensaba, por su diferente mirada, pero hoy ya no. De vuelta a casa (mi esposa quedó para cenar con sus amigas; las amigas de mi esposa son estupendas, pero sus esposos deberían quedar en casa con sus nietos, no sé qué pintan a altas horas de la noche cogiendo frío y cantando miserias... Hablo de lo importante que soy (razón que me obliga a escribir, también para que su dios le conserve a mi amiga la mirada por muchos lustros), recordé que a mí las camisas me las regala Kristel que trabaja en la misma trapería que le regala (o regalaba) los famosos trajes a Francisco Camps. Y si él es importante yo más, porque Kristel es mi hija y a él vaya usted a saber quién de la trapería le regalaba lor trajes: en el juicio no se aclaró quién ni por qué. Para bien amaneció el día, con ganas de un verano feliz. Buenos logros y mejores amores. Sean felices.

Jorge Gaitán Durán.

Quiero apenas.

Presto cesó la nieve, como música.
Pájaros y verdes cruzan por el frío.
Vas a morir, me dicen. Tu enfermedad
es incurable. Solo puede salvarte
el milagro que niegas.
                                       Más quiero apenas
arder como un sol rojo en tu cuerpo blanco.

Jorge Gaitán Durán, poeta, falleció el 21 de junio de 1962.

sábado, 20 de junio de 2015

Presentimiento.

Me llama Kristel, me viene a visitar, ay. Viene a comer y ponerme al día de sus cosas... Quizá sean imaginaciones mías pero creo que me va a contar algo importante... Porque en lo improbable hay algo de posible. Porque de viejo se saben las cosas sin que nadie te las cuente ni se sostengan en pruebas irrefutables. Porque seamos capaces de despojarnos de nuestras miserias. Porque el respeto. Porque el amor. Porque después de velar sus sueños. Porque no me resigno. Porque te quiero, mi niña.

Mi niña: De tres eres la única que me lee y hoy no quiero que me leas, no quiero que me imagines resoplando dudas.
Mi niña: Mientras el amor prevalezca entre nosotros el optimismo de la María nos permitirá creer en la esperanza.
Mi niña: Si no me vas a contar la verdad no me mientas. Come y no me pongas al día de tus cosas.

Me gustaría escudriñar sus pasos como cuando era niña.
Me gustaría que hoy, si en verdad me tiene algo importante que contar, fuera la verdad y nada más que la verdad.

Porque sí.

Abro un paréntesis en mi escribir de ahora para decir que Roma no paga traidores. Que si ayer alegré tu día tú a mí no el mío. Entonces, ante cualquier circunstancia no cuentes conmigo... Que lo sepas. Y no me vengas conque el tequila corre de tu cuenta porque no. Si mi presencia en tu amanecer no merece un saludo de buenas madrugadas y un chido afectuoso allá tú. Has de saber que la María nunca me abandona (ni otras). Sí, y no hace falta que me lo refriegues, ya sé que tienes muchos amigas y amigos que te quieren y te consideran estupenda cuando te leen. Y patatín... Lo único que un traidor merece es la indiferencia. Y patatán... ¿Qué, qué, qué? Eso.

Única como ninguna.

Es sábado y sé que me tengo que poner en lo peor. La tristeza me obliga a escribir en la antesala de la primavera para decir que hay esperanza si llegamos a mañana... Pero no sé, porque ella aún no sabe que no existe. 

Ayer, en el patio del colegio, la alegría atropellada de los niños y niñas celebrando el fin de curso auguraba un verano feliz. Pero no solo los políticos mueren de éxito, también las personas. Y si las personas se meten a políticos... -¿Sabes que te quiero, verdad? -Claro, cariño. ¿Estás bien? -Muy bien. -Recuerda que puedes contar conmigo. -Claro, hablamos mañana. Y mañana es hoy, sábado, y es cuando uno se pone en lo peor porque todos los sábados son tristes de morir. (No vengas, prefiero esperarte).

Exponemos nuestras fortalezas y llevamos la ignorancia como si fuera sabiduría con entusiasmo. Somos estupendos y no se lo ocultamos a nadie. Sin embargo, no pasaríamos el control de calidad en una tienda "todo a cien". Ignorantes de la realidad, insistimos en culpar a la vecindad de nuestros errores... los errores si alcanzan la categoría de horrores se pagan caro. Y con intereses usureros. (Ayer era el día, hoy no).

Y entonces, una mano amistosa salió del alcance de su mirada. (No descansarás hasta que eso ocurra). Y entonces...

Hoy, sábado, a las puertas de la primavera en el año del Señor de dos mil quince.

Voltairine de Cleyre.

Vida o muerte.

Un Alma, en el umbral de la Puerta, le dijo a la Vida:
“¿Qué me ofreces? Y la Vida le contestó:
“Dolor, lucha incesante, desilusión;
después de ello,
oscuridad y silencio". El Alma le dijo a la Muerte:
“¿Qué me ofreces tú? Y la Muerte contestó:
“Al principio, lo que la Vida ofrece al final.
Voltéandose a la Vida". "¿Y si vivo y lucho?
Otras habrán de vivir y luchar después de ti
Teniéndolo más fácil allá donde ya hayas pasado tú.
"¿Y sobre sus luchas? Un lugar más sencillo ha de ser
Para otras, que aún queden por rebelarse ante el fúnebre dolor
¡De conquistar la Agonía!. "¿Y qué he de hacer yo
Con todas esas otras? ¿Quiénes son?
¡Tú misma!. “¿Y quiénes fueron antes? ¡Tú misma!.
“¿La oscuridad y el silencio, también, tienen fin?
Terminan en luz y sonido; la paz termina en sufrimiento,
la muerte termina en mí, y tú debes deslizarte del
"Yo".
Al "Yo", como la luz a la sombra y como la sombra a la luz de nuevo.
¡Elige!. El Alma, suspirando, contestó: “Viviré.”

Voltairine de Cleyre, poetisa, falleció el 20 de junio de 1912

viernes, 19 de junio de 2015

Travesía hacia el fracaso.

Esto es grave. Me acaban de llamar del mercado para decirme que hoy es viernes de fiar y que dónde ando. ¡Dios mío!.

Esto no podía acabar bien. El primer viernes que me pierdo el mercado... ¿Y ahora quién me fía? Mi esposa y las redes sociales culpables de no almorzar, deambular por el mercado, el café, la tertulia y la agradable compañía. 

¿Cuando Dios me reclame qué bagaje llevaré? Un teclado, un ratón y tu mirada... Ay, eso es nada: no me dejará entrar en su Reino. Fijo.

Solo vale la fe para llegar a fin de mes. Desgastado por los años nunca hubiera imaginado que acabara desequilibrado removiendo temores y acumulando deudas de amores. Todo mi "yo" por un poco de intimidad. ¿A quién le interesa? De dónde sacaré el ánimo para acabar mis días emocionado en tu mirada... Travesía hacia el fracaso. Sean felices por mí. Es todo y no es poco. Insisto: Sean felices por mí. Y no olviden que hasta el domingo todo es primavera.

Por necesidad.

No es porque crea que mi esposa tiene razón en eso de que tengo que abrir una cuenta en Facebook o estoy muerto, que miedo a la muerte no tengo, y como soy un paisano de los de antes a mi esposa tampoco, pero igual puede tener un algo de razón. Me explico: todos y todas tienen en Facebook y otras cuentas abiertas. Son redes sociales que si no estás esperan que vuelvas porque sin ellas no encuentras ni un indigno puesto de trabajo. Sí. Y si lo tienes también... Quiero decir que te conviene. Me cuentan que los empresarios vigilan a sus trabajadores en las redes sociales abiertas a sus estados de ánimo. ¡Pena me da!. Antes teníamos una amiga en el confesionario y ahora ni un triste cura. La vida, el currículo y todos los delirios están atrapados en la red con sus hilos. Paradigma de la época que nos toca vivir sí o sí. Pero hay más: si no tienes una cuenta en cada uno de esos sitios tienes algo que ocultar... ¿Qué les parece? No sé ustedes, yo me acabo de enterar. 

No es porque sea ateo, es que solo creo en Dios. Necesariamente.

Preocupante Rajoy

Va en serio, estoy hartito de escribir de políticos y no de políticas. Políticas sociales. Leo en prensa que Rajoy aumenta las vicesecretarías del PP para "vender" mejor sus políticas ¿qué políticas, Mariano? Si nos cuestan dinero las políticas y los políticos mejor políticas que políticos. Políticas sociales que la sociedad las requiere. En España se pasa hambre. ¿Qué no entiende? El PP pierde las elecciones y culpables los votantes. Y dale con la cortina de humo, y dale con darle vuelta a las cosas, y dale con echarle las culpas a los demás. ¡Y dale que dale y dale a la rueda!. Preocupante Rajoy.

Circunstancia.

Mi esposa me explica a su manera que cambio amigos por escribir... Su manera de explicar las cosas es convincente. No niego que de soslayo me obliga a escribir y eso requiere tiempo, tal vez debiera escribir menos y buscar amigas y algún amigo por el pueblo. Nunca pensé que escribir me impediría relacionarme socialmente. Mi esposa dice que por el pueblo creen que está soltera (o viuda) y que ya me vale. No quiere tener que explicarles que marido tiene pero que se dedica todo su tiempo. Absurda cotidianidad que me permite dedicarme mi tiempo. ¡Mentira!, y gorda, porque le dedico a ella y a mis hijas más tiempo que a de soslayo. Pero al no tener, y presento con todos los honores la verdad del asunto, cuenta abierta Facebook no existo. Las relaciones humanas hoy en día pasan por las redes sociales: "OK". "me gusta" y "el muro" de pegar las fotografías. No me canso de admirar las maravillosas relaciones humanas que nos hemos regalado. Tampoco niego su verdad. Mi verdad se encuentre entre los ruidos del desánimo que me persiguen y empañan la visión de una realidad que no entiendo. Mis pensamientos son ciencia definición, mis relaciones humanas dona, y de la vida que me toca vivir hablaremos cuando haya oportunidades para todos. Y los niños coman cada día. Entonces saldré a la calle y la vecindad conocerá al esposo de mi esposa. Y se rendirán ante la elocuencia del hecho.

Emili Teixidor.

Cada vez que leemos un libro, las palabras reviven,
y la mente se nos llena de vida
y por ello podemos decir que
los libros son como conservas de vida
que guardamos en las bibliotecas y en casa para alimentar
el cerebro: los pensamientos, la fantasía, las emociones...

¡Leer es vivir mucho más y mucho mejor!.

¡Leer no ocupa mi tiempo,
leer llena y añade valor a mi vida.

Emili Teixidor, poeta, falleció el 19 de junio de 2012.

jueves, 18 de junio de 2015

De triste no salgo.

De tanto tropezar y echarme la zancadilla llego a pensar que no es tan malo quedarse a vivir en el suelo. Como mucho ya solo me pueden pisar. Es un alivio. A veces caigo en el desánimo y no encuentro fuerzas para levantarme. Me salva la Magdalena, siempre lo digo, sin ella me hubiera apeado del tren que no acaba de partir. Quizás el jefe de estación se olvidó mandar "viajeros al tren" en su día y ahora es tarde... El batallar diario y las maneras de enfrentarse a la realidad que son adversidades aparecen como nostalgias del pasado. Pero quedarme en el suelo... Si mi familia me leyera diría que es indigna mi desconfianza y desfallecer no es un verbo útil para afrontar el futuro... Será cuestión de perspectiva. No lo sé. Pero abajo también puede ser arriba...

En el suelo uno pasa de soslayo... En el suelo también hay gente que dejó de intentarlo... Incluso estoy en condiciones de afirmar que mejor el suelo que la gloria que exige la deshonra que envilece el alma. El suelo solo te exige quietud y guardar la compostura. Y ser testigo mudo de lo que veas. Y no venirte más abajo que más abajo está el infierno... De viejo es saludable acostarse en el suelo, dicen unos, y otros, que mejor en cama blanda. Si por elegir elijo cama blanda.

Quedarme a vivir en el suelo, consolarme al espejo, creer que nunca te volveré a ver está lejos de mis intenciones, pero de algo triste tenía que escribir en el aniversario de José Saramago y el animoso intento de Rajoy por lavarle la cara al gobierno cambiando ministros o simplemente sus carteras.

Responsabilidad.

Impresentable el comportamiento de nuestra clase dirigente. Seguimos en campaña electoral, y ahora toca sacar los trapos sucios a pasear, no vale con llevarlos a los tribunales de justicia ¡joder, dona!, ponerse a gobernar, a solucionar las verdaderas necesidades del pueblo. No. Y en eso estamos. Y estaremos, según me cuentan, hasta las elecciones generales. Pues si ahora uno de cada tres niños pasa hambre en noviembre serán dos de cada tres. Y rueda la rueda.

La esperanza del pueblo se encuentra en los latidos de la impotencia y no en el alma y el corazón. La confianza de la sociedad apuesta por recuperar la dignidad, la educación, la sanidad. Estado de bienestar. Un salario que llegue a fin de mes. En ese plan. Sí. La pobreza nos arrincona, nos traslada al desánimo, a no saber qué hacer... y esperar que las cosas se arreglen solas no es solución. Porque no. Y no podemos permitir que las familias pasen hambre, los niños, no me canso, los niños primero. Las familias no puedan pagar las tasas de la universidad, los copagos sanitarios. Por los que sufren, por los que siempre pierden, señores dueños de los partidos políticos que nuestros representantes se pongan las pilas y solucionen las necesidades del pueblo empezando por las familias que pasan hambre, los sin techo, los enfermos que no pueden pagar sus medicinas, los excluídos sociales sin horizonte. No me canso. Pongan la vida a salvo de los más necesitados. En este país se pasa hambre. Responsabilidad.

José Saramago.

¿Que cuántos años tengo?

Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo...
¡Qué importa éso!.
Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido.
Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!. No quiero pensar en ello.
Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo.
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen porqué decir: Eres muy joven... no lo lograrás.
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.
Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Que cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas...
Valen mucho más que eso.
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!.
Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Que cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!.
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento

José Saramago, poeta, fallecio el 18 de junio de 2010.

miércoles, 17 de junio de 2015

Soy tu amigo.

Te miro y no sé si te veo o te sueño. Sí. Me gustaría que te propusieras seriamente vivir, alcanzar esas metas soñadas, que las persigas al margen de tus miedos sempiternos. Estás llamada a ser diferente. Y lo diferente es insuperable. Sé bien de qué hablo. No dejes que te abraza el desánimo en un atardecer cualquiera. Ve en busca del delirio que ni sabes dónde lo has perdido: la pasión por la vida, el amor por los demás, la solidaridad. Eres mucho más que la confusión de tus intenciones. Y si te cuesta caminar por el pasillo de tu casa camina sobre las olas de un mar... A Jesús el Cristo no le importará. Y no olvides que aquí me tienes, aquí postrado a tus pies. Recuerda: Soy tu amigo.

¿Digamé...?

Ella iba y yo ya venía. Y como siempre iba con su teléfono móvil tecleando sin pausa (ni ortografía). Al verla -ella a mí no me vio porque es imposible ver a nadie si vas pegado a un teléfono móvil en cuerpo y alma-, di la vuelta y me puse de espaldas y me arroyó: el susto fue grande, pero el golpe del teléfono móvil que se le fue de las manos y se estrelló contra el suelo fue mayor. -¡Dios mío!. ¡Uy, eres tú¡. ¿Qué haces ahí parado como un pasmarote? ¡Estúpido!. 

Como soy un caballero le pedí disculpas. Pero me siguió insultando. Recogió su teléfono móvil y se fue. Los tiempos van a peor y yo no puedo ser menos: ¡Ojalá se haya roto el teléfono móvil y aún le queden cinco años de permanencia en su compañía telefónica digamé... ¿Digamé...? ¡Qué digamé, diga!. ¿Diga? (Apuesto a que nadie va a contestar).

Francisco Urondo.

Carlos Gardel.

Extranjero del silencio
en el mundo arrasado; vertiente de la extrema melancolía
y del coraje y de la velocidad del amor y del miedo.

Dueño de la ciudad, de su memoria blanda
y de la madrugada hambriente y sin sentimientos
y de la suprema cordura de los vagos.

Cómplice de los encuentros,
de la grapa que nos hizo hablar,
loco de la noche, despreocupado amigo del alba, señor de
los tristes.

Francisco Urondo, poeta, falleció el 17 de junio de 1976.

martes, 16 de junio de 2015

El sentido de la vida.

“Yo soy la resurrección y la Vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”.

Tú eres la vida para mí,
ni el sol, ni la luna,
ni el firmamento,
ni nada eterno más que tú.

Eres tú mi todo,
mis constantes vitales;
la fuerza de tu amor,
tus besos, y todo lo demás.

La vida tiene principio y fin, nada que ver con sus creadores (Creador) sino con su actor. Y el sentido que le quiera dar.

Lectores de poesía.

A Mark de Zabaleta, lector de poesía.

Ni la poesía ni el poeta. La poesía es nada si el lector agradecido no eleva al cielo sus versos. No existe un poeta capaz de intercambiar poesía por amor a pesar de la metáfora. La poesía no vibra con la misma fuerza que un teléfono móvil en el bolsillo. Ni atiza la modorra, ni desvela la noche. Un poema triste de morir no aparece en los medios a no ser que los deudos del difunto paguen por ello. Un poema es discreto, si por él fuera pasaría de soslayo, pero hay lectores que lo consideran importante y no lo cambiarían por saber si hoy llueve o mañana amanecerá. Son personas que viven hoy como si no hubiera mañana. Personas que aman hasta las trancas, que dicen sí cuando es sí y no cuando es no, y a pesar de las arrugas de su piel no se inventan una cara de adolescente porque no les va aparentar. Son personas a las que un verso transmutó en obra poética en el mismo instante que aplazaron sus prisas para leer en el semblante de María, la Magdalena, lo que hay que saber cuando parece que todo está perdido. Ella ofrece su corazón en momentos así... Y siempre, mientras haya lectores de poesía.

Carlos Alberto Leumann.

De "Los gauchos a pie".

Aquí no hay imitación
ésta es pura realidá.
Y empezaré por pedir
no duden de cuanto digo;
pues debe crerse al testigo
si no pagan por mentir.

Carlos Alberto Leumann, poeta, falleció el 16 de junio de 1952.

lunes, 15 de junio de 2015

Felices por amor.

Para mí sería fácil escribir acerca de la verdad en clave de fe religiosa sobre un milagro conocido ahora que no se me ocurre nada interesante para escribir. El asunto es que sigue habiendo más ricos y que pobres y sería un inconeniente contar la verdad. La avaricia nos engulle y nos volvemos codiciosos, nadamos en la abundancia y queremos más... No hablo de euros que nadie sabe qué fue de ellos, hablo de la humanidad que debiera guiar nuestras vidas... Este mundo que hemos construído no es de fiar. Quizás en las iglesias pero no sé... Es posible que ni en las iglesias donde ocurren los milagros quede un poco de esperanza. Nada nos indica que vamos a mejor, y poner de moda la verdad es la mayor de las posibles utopías. Confiemos que el amor nos salve, porque si no es por amor todo está perdido. Ruego a María, la Magdalena, que sin ambigüedades nos permita ser felices por amor. Amén.

¿El hombre o el mono?

A pesar de la evolución del pensamiento, torpes de entendederas, los ciudadanos mentenemos un comportamiento incivil con nuestra colindancia si no entendemos sus maneras de pensar: religión, política o sus preferencias sexuales. Como seres humanos no somos de fiar. Nunca aprenderemos. Iremos con nuestras miserias a la tumba. Lo relativo a la homosexualidad es algo que no nos entra en la cabeza... Que dos personas del mismo sexo mantenga una relación amatoria no, eso no. El amor es bendito y fornicar estupendo, incluso fuera del matrimonio. Todo bendito y estupendo menos la homosexualidad. 

La infidelidad del hombre hacia la mujer es de "hombres". Al contrario prostitución. Como siempre, entre dos uno pierde, y si de dos uno es mujer corre el riesgo de perder la vida... Machismo del peor. Violencia de género. Tenemos que reconocer que esta es una sociedad machista para empezar a arreglarla porque el futuro amenaza la convivencia.

El humano ser tiene tantas miserias que realzan sus aspectos y cualidades que le valdría quedarse rezagado y esperar a los monos y aprender. ¿El hombre o el mono? En su sabiduría Darwin no aclara quién de los dos es mejorado. 

No soy de mucho decir la verdad pero sí de meterme, como la vecina chismosa, en asuntos ajenos, y creo que estaría bien que cada cual se metiera en su vida y respetara la de los demás. La bondad, el sentido humano, la compasión, la solidaridad, el perdón, el amor y etcétera, nada tiene que ver con la preferencia sexual, política o religiosa. Sean felices.

Luís Vidales.

Tiempos fueron

Tiempos fueron aquellos de bonanza.
El lento y suave huso de los años
hilaba los seráficos rebaños
y la tela del lirio y la esperanza.

Brillaba en la celeste gobernanza
la noche millonaria. Los peldaños
de todos los humanos desengaños
no impedían lograr la bienandanza.

Pero de pronto el cielo fue pequeño
para el aciago día. En campo inerte
gritó en el ser la libertad perdida.

Y fue tan rudo el destructor empeño
que sola, del tamaño de la muerte,
en honda soledad quedó la vida.

Luís Vidales, poeta, falleció el 15 de junio de 1990.

domingo, 14 de junio de 2015

Sonrisa de propaganda.

Mi esposa me acaba de informar que invistieron con todos los honores de alcaldesa a la madre de mis amigas, Niña Atenea y Hada Alexia y que luce guapísima el bastón de mando. (Que una mano no tape otra). -¿La has felicitado? -Aún no me ha llamado. Podía seguir escribiendo pero no le veo la gracia... Sean felices.

Hoy, después de ayer.

Nunca pensé que hoy, después de ayer, seguiría con lo mismo. Hoy pensé que escribiría de los pactos a los que ayer llegaron los políticos. Hoy pensé que hablaría de política. Pero no, hoy siento un escalofrío seco que me impide escribir sino es de ti. 

Al conocerte, me tenías que haber advertido que las cosas acabarían así. Porque entonces, no te hubiera conocido, o te habría cambiado por otra como en los hipermercados. "Si en quince días no le convence se la cambiamos por otra". Las hay estupendas. Pero la relación se hizo fuerte en los primeros días y no dejo de pensar en ti. 

De viejo, estoy en condiciones de afirmar que dos personas se pueden llegar a querer con una sola mirada. Aclaro que tu mirada se apoderó de mi tristeza en el mismo instante de conocerte... Por eso, y otras cosas, gracias por permitirme conocerte. De ahora en adelante me gustaría saber más sobre ti. Saber si puedo hacer algo cuando estés de aquella manera. Si te puedo llamar aunque no estés. Si podemos quedar para tomar café aunque medie un mar inmenso entre los dos. Y sobre todo si te puedo querer un poco más... Según me cuentan, y es una fuente del todo fidedigna, mañana amanecerá otro día.

¿Qué no sabrá un poeta?

De tus ojos la mirada 
-siempre lo digo-
y nada más.

Qué triste sería...
Pero claro no, porque hay más:
Tu mirada decidora que es con la que habitualmente te expresas.

Cuando cierras los ojos te encuentras con la mirada reflexiva que expresa lo que ya es un secreto a voces. O más bien el secreto peor guardado. Porque has dejado de aparentar lo que no eres...

Se me ocurre pensar que eres feliz cuando cierras los ojos e imaginas una realidad diferente; una realidad hecha a la medida de tu mirada... Lo que ven tus ojos: un mundo mejor. Y no digo cuando miras de soslayo... Hablo de avanzar, siempre avanzar, sin olvidar quien eres y lo que quieres, porque es mentira que nacemos para sufrir. Nacemos para ser y hacer felices a los demás. Para saborear las mieles del amor. (Peregrina del amor). Nacemos para hacer camino al andar: Golpe a golpe... verso a verso. "Caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino se hace camino al andar". Antonio Machado, poeta. ¿Qué no sabrá un poeta?

Salvatore Quasimodo.

No he perdido nada

Todavía estoy aquí, el sol gira
a mis espaldas como un halcón y la tierra
repite mi voz en la tuya.
Y recomienza el tiempo visible
en el ojo que redescubre la luz.
No he perdido nada.
Perder es ir al otro lado
de un diagrama del cielo
por movimientos de sueños, un río
lleno de hojas.

Salvatore Quasimodo, poeta, falleció el 14 de junio de 1968.

sábado, 13 de junio de 2015

Yo te vomito.

Vivir y convivir no es lo mismo. Cuando nacemos comenzamos viviendo la vida y luego la compartimos y es cuando convivimos que no es lo mismo. Eso no quiere decir nada. Si no compartimos las cosas la vida es triste pero también puede llegar a ser una mentira. Si no hay amor no merece la pena compartir la vida. Tampoco abusar del amor. Mejor abortar la convivencia con quien te hace sentir pequeño y vivir en rebeldía con los sentimientos. (Solo has conseguido perder el tiempo. Lamentable honor).

Eternamente tú.

Dicen que existes:
lo creo,
¿por qué iban a mentir?

Dicen quienes te conocen que eres fiel a tus promesas:
eso es mucho.
Inusual para estos tiempos.

Dicen que eres una bellísima persona.

Y yo digo,
para empezar,
que eres mujer de armas tomar cuando se trata de defender a los tuyos;
patrimonio espiritual de tu familia;
la de las mejores causas sociales;
la de valores incontestables;
la esperanza ilusionadora.
La amiga del alma.

Además de tu carácter y etcétera que me cayo.

Archivos del alma.

Tienes razón: ¿qué fue de las buenas madrugadas?

Un sábado inhala todo lo queda del pasado.

Los recuerdos son de los vivos sin los cuales los muertos dejarían de existir.

No me olvides ni te olvido.
(Una promesa de vida ha echado a andar).

Lo dejo al azahar.

Cada sábado el recuerdo de dona como pensamiento nostálgico me obliga a escribir. Si digo sábado digo dona, si digo amor digo poesía. Por amor se arriesga la vida si está en juego la vida de quien se ama. Es decir, dona hubiera dado la vida por mí. Hubo un tiempo que en Les Seniaes eran posibles los sueños más hermosos. Ni ella hubiera muerto ni yo me habría echado a perder. Eran otros tiempos. Ahora la vida es un trueque, nada es mejor, vamos a peor. El amor es a porcientos. La amistad. La vecindad. Al menos que nos tomen en serio. ¿Disculpe? 

Volverá dona a Les Seniaes, volverá a sembrar de misterio los sueños; las palabras que devuelvan paz a la vida. Y sigo durmiendo, soñando que vivo: vivo un sueño. Ya nada es igual. Nada genera pasión, nada emociona. Si un rayo de luz, una esperanza; por alcanzar un día lejano tus mieles. Solo el duelo como sentimiento. Después de dona, como mucho demostrar que Dios existe.

Derrotado como cada sábado hoy he vuelto a vencer, como la inmensa mayoría acabaré perdiendo la guerra ¿y luego? Un sábado de ensueño fuiste la esperanza mía... Solo ahora lo entiendo, solo ahora doy sentido a mi vida sin ti, ahora que soy ceniza de cadáveres. Solo ahora. Me vence tu recuerdo.

Hasta otro sábado que la memoria me permita recordarte (imagina) y me vuelvas a sonreír. Lo dejo al azahar.

Eugênio de Andrade.

Rosa do Mundo.

Rosa. Rosa do mundo.
Queimada.
Suja de tanta palavra.

Primeiro orvalho sobre o rosto.
Que foi pétala
a pétala lenço de soluços.

Obscena rosa. Repartida.
Amada.
Boca ferida, sopro de ninguém.

Quase nada.

Eugênio de Andrade, poeta, falleció el 13 de junio de 2005.

viernes, 12 de junio de 2015

O todo o nada.

Nada ocurre por casualidad. Entonces, cuando un cambio se produce en nuestra vida es por algo. (O por nada). De ahí que se requiera una mentalidad abierta para transitar el día. Lo podría dejar aquí y queda bonito y beso. Pero algo llevo dentro que me obliga a cambiar. Un día amanece y no me reconozco. Sigo siendo el mismo en apariencia. Intento dar un giro a mi rutina, por cierto, nada perdería si la cambiara, pero ocurre que estoy hecho a ella. Y tampoco sería capaz de adaptarme a otra. Sin puñetazos en el corazón, sin remordimiento, sin pedir perdón porque no me fío de mí, y faltar a la palabra no quiero porque va en ello mi credibilidad, quisiera volver a vivir esas circunstancias para que no volviera a repetirse el mismo final de ida y vuelta. Mi comportamiento... eso a estas altura ya no importa.

Quiero que defiendas mi credibilidad como escritor desde el más leve ritual profanador. No permitas que me invadan la tinieblas, no me condenes antes de que salga el sol. Necesito conocerme mejor. O aparta sus ojos de mí.

¿?

Vale que no saber es malo, pero saber y no poder decir lo que se sabe... La vecina chismosa no lo lleva -me cuenta-. La conozco y entiendo que es duro para ella no poder decir lo que sabe, sea chisme, un simple murmullo o una verdad sin ningún género de dudas.

A mí nadie me cuenta. ¿A qué fin? Lo entiendo. Sin embargo, para mi la vida es soñar el día con los mejores momentos que pueda imaginar. Y escribir sobre ello. De tanto soñar puedo asegurar que controlo la elección de los sueños y elijo los que me apetece soñar. Solo una pega: no los puedo desarrollar como me gustaría (eso te salva). Nadie es perfecto.

Una información retenida en la mente puede llegar a ser un tormento si somos presos de un sueño... Sabemos, pero lo sabemos por un sueño y ahí se queda porque estamos dormidos y no vale dar vueltas ni ganas de mear. Ni calambres. Además, si se provoca un despertar consciente la información se pierde. Como tus besos o un puesto de trabajo para toda la vida.

Los sueños van ligados a las neuronas y las mías se autodestruyen y se convierten en mi peor enemigo. Llegará el día que no pueda soñar y las palabras serán apenas un ruido sordo. Seré entonces mi propia destrucción. Llegará ese día porque hay quien lo dice y la creo. A no ser que encuentre una salida. Quizás un sueño me permita huir de esta prisión. Mientras, seguiré soñando y escribiendo y viviendo más allá de la razón hasta que llegue el día. Si no huyo antes. ¿Huir de esta prisión? ¿Vivir más allá de la razón? ¿Qué día ha de llegar? Mi vida una mentira. Uy, esto se complica, lo dejo. Sean felices.  

Salvador Díaz Mirón.

Asonancias.

Sabedlo, soberanos y vasallos,
próceres y mendigos:
nadie tendrá derecho a lo superfluo
mientras alguien carezca de lo estricto.

Lo que llamamos caridad y ahora
es solo un móvil íntimo,
será en un porvenir lejano o próximo
el resultado del deber escrito.

Y la Equidad se sentará en el trono
de que huya el Egoísmo,
y a la ley del embudo, que hoy impera,
sucederá la ley del equilibrio.

Salvador Díaz Mirón, poeta, falleció el 12 de junio de 1928.

jueves, 11 de junio de 2015

Nomás un descuido.

De cuando en vez ocurren cosas que me hacen pensar y no les doy sentido. Son pequeñas cosas que a la mayoría les pasa de soslayo pero yo las veo porque no tengo otra cosa qué hacer más que esperar que ocurran para escribir sobre ellas. Suelen ser pequeñas cosas aisladas en les Seniaes, sensaciones escondidas, encuentros casuales con María, la Magdalena, y enseguida regreso a casa para escribir sobre ellas y saber algo más de mí. Las pequeñas cosas son muy interesantes. Un escritor sin credibilidad tiene que fijarse en todo y escribir a partir de hechos fiables aunque sean de ficción con el fin de volver a empezar como un amante primerizo (una mentira manipulada), como un sueño imposible (como tu risa y tu mirada). A veces la esperanza es lo único que nos tiene amarrados a la vida.

Un escritor por el hecho de escribir no es nadie. Tampoco un periodista que no se conforma con ser el cuarto y quiere ser el primero a toda costa. El periodismo y los políticos son muy parecidos, sí, todos tienen vocación de construir una realidad que no se ajusta a la verdad. MI esposa cada mañana me cuenta historias de facebook que son más creíbles que una opinión periodística o el tuit de un político siempre en campaña electoral. La realidad social que vivimos está muy alejada de la verdad que nos hacen creer los que dirigen nuestras vidas o los que crean opinión fidedigna. Amén.

De cuando en vez me gustaría ser más sociable para que alguien que no fuera Patricia me sacara pasear con el mismo entusiasmo que dona y yo paseábamos cuando ella vivía y yo no estaba muerto. Disculpen. Nomás un descuido.

"Toma pan y moja".

Consecuencia del dolor que ayer me produjo el batacazo de Eugenio, inconscientemente asomé la pata por debajo de la puerta y hoy sufrí en mis propias carnes la ausencia de civismo por parte de las mujeres del pueblo de Patricia. 

¿Que nadie me lee? ¡Vaya si me leen!. No me conocen pero me leen, y ahora además saben quien soy. Descuidando mi intimidad dije que ante el espejo me veía estupendo y que "estoy de toma pan y moja". La verdad y nada más que la verdad. Pues bien, esta mañana fue abrir la puerta de casa y decenas de mujeres querían hacerse un selfie conmigo. Estupefaciente, cerré la puerta, tomé aire, y volví a salir, y era cierto lo que veían mis ojos. Un escándalo. Y otras me filmaban con sus teléfonos móviles. Yo no quería pero tampoco era plan de llamar a La Guardia Civíl...

A veces ocurren cosas que no sabes reaccionar ante ellas... cual una estrella de Hollywood todas querían fotografiarse conmigo. Y lo hicieron. Ni George Clooney. En este momento soy, según mi esposa, Fred Topping en Twitter sea lo que sea. No me lo puedo creer: ¿Será posible? “Produzca la tierra... árbol que de fruto según su género”. Génesis 11:1. (Tal vez ahora comprenda lo que más me interesa, más que la palabra y tu mirada de soslayo, la estupidez de algunos en los medios de comunicación para llegar, eso sí, a la popularidad y el aplauso).

Juan José Saer.

El arte de narrar.

Llamamos libros
al sedimento oscuro de una explosión
que cegó, en la mañana del mundo,
los ojos y la mente y encaminó la mano
rápida, pura, a almacenar
recuerdos falsos
para memorias verdaderas.
   Construcción
irrisoria, que horadan los ojos del que lee
buscando, ávidos, en el revés del tejido férreo,
lo que ya han visto y que no está
    Porque estas horas
de decepción, que alimenta la rosa
del porvenir donde la vieja rosa marchita
persevera, no quedarán
tampoco entre sus pétalos,
flor de niebla, olvido hecho de recuerdos retrógrados,
rosa real de lo narrado
que a la rosa gentil de los jardines del tiempo
disemina
     y devora.

Juan José Saer, poeta, falleció el 11 de junio de 2005.

miércoles, 10 de junio de 2015

El espejo no miente.

Hablo de Eugenio y no dije que se lo conté a mi esposa. Eugenio y mi esposa también son amigos, pero no tanto como él y yo. La amistad con Eugenio viene de dona, de los años más felices de mi vida y diría, sin miedo a equivocarme, que de él también por otros motivos, principalmente porque tenía menos años y la salud lo trataba mejor. Como a Carmen, su esposa. Su esposa y la mía se llaman Carmen. Carmen es un nombre corriente en este país, y las dos temerosas de Dios y María, también corriente en este país. Pero que Eugenio y yo, a pesar de lo vivido, sigamos siendo rojos ya no es tan corriente en este país... A los dos nos apasiona la política, ay. ¡Qué le vamos a hacer, oiga!. Largas parrafadas nos echábamos en el bar cuando íbamos a almorzar. Él aún sigue yendo yo no. En ese aspecto soy más viejo que él. O no sé...

Escribo desenfadado porque si Eugenio supiera de mí como chismoso número uno de su pueblo no permitiría tristeza en mis palabras. (Te quiero, viejo amigo). Además, es evidente, no lo puede negar, sencillamente me acabo de mirar al espejo y me veo estupendo: ni ojeras, ni arrugas, ni pelo cano, ni piel seca, ni triste de morir, y en ese plan estupendo. Una amiga me dijo: "Tú mucho amigas y ninguna te lee ni te comenta". Eso es verdad, aunque lo negaría ante un juez. Como también es verdad que no me leen ni me comentan porque no me conocen... Lo tengo escrito por ahí, y lo repito siempre que tengo ocasión venga a cuento o no: "Estoy de toma pan y moja". El espejo no miente.

Ánimo, buen amigo.

Me cuenta que Eugenio (hace tiempo que no lo veía y pregunté por él) tropezó y cayó haciéndose mucho daño, incluso le ingresaron de urgencias en el hospital. Ya está en casa, pero se temió... Lo siento, viejo amigo.

El miedo o lo que sea por lo que pueda suceder a personas que queremos o a nosotros mismos pudiera ser una deuda que no tenemos y nos empeñamos en pagar. Asuntos de mala conciencia. Cuando el miedo se hace fuerte en nuestro vida, inconscientemente, las cosas van a peor. Solo el amor se debe hacer fuerte en nuestra vida, pero somos débiles y temerosos de Dios y María. "No pecarás". ¿Y por qué no? De tanto temer a todo lo que nos imaginamos nos echamos a perder al acabar con la capacidad de hacer el bien y creer que todo es posible. Hasta la eternidad de lo que amamos...

De todo hay en vida...

Los viejos gruñones son gente antisocial. También los que mandan sus compromisos de vacaciones; los que rompen sus promesas; los de actitudes sinuosas; los que no saben hasta dónde les puede llevar su instinto oportunista. O los mentirosos patológicos. Aquí lo dejo pero hay más. De todo hay en esta vida...

Practicando el haragán del cielo cayó en mis manos un libro que va para bendito porque trata de gente poco fiable que hacen el mal y explica cómo hacerles frente. Es gente infeliz con estados de ánimo maníaco-depresivos que no saben manejar su ira o la reprimen de manera tan inadecuada que llega a explotarles en sus caras de ir a los entierros.

De cómo hacer frente a esa gente algo sé, y no digo que no sería bueno saber más pero no me interesa. Más que nada el libro trata por todos los medios que deje de escribir con insultos hacia mi persona. ¿A quién importa que yo deje de escribir y por qué? El asunto es ese.

Recuerdo una amiga: "deja de escribir sobre mí a no ser que digas la verdad". La vida está llena de contradicciones. Si escribo siempre digo la verdad pero es el teclado que confunde las cosas y los asuntos y sobre todo los sentimientos. A pesar de que alguien pudiera pensar que un teclado lo sostiene una mano mientras unos dedos lo aporrean, el mío va por libre. Tal vez porque lo compré en unas rebajas de mercado libre. A veces lo barato sale caro.

Con un teclado original se pueden escribir grandes historias, pero yo no puedo aspirar a eso, me falta dinero y talento. Así que vale este teclado para escribir el día que me gusta vivir. Si verdad o mentira no es cosa mía. Yo solo escribo. Y más que la verdad me gusta escribir cosas interesantes que interesen y se puedan rectificar. Digo rectificar, pero no porque fueran ofensivas las palabras o menospreciaran a Cervantes, sino porque conviene rectificar aunque solo sea para mantener el camino. A pesar que las palabras dejan huella, conviene estar consciente para que esa huella no sea el resultado de un pisotón o un traspié. Las palabras que se escriben tienen que dejar huella solo si aportan armonía y paz. Y esperanza para salir de este socavón que nos metieron estos impresentables. Disculpen.

Es mi deseo seguir escribiendo sin límites dentro de un orden ordenado por mi teclado. Ojalá no ofenda a nadie. Y por amor, si en un descuido alguien entra en de soslayo me llegue a querer... Sean felices. Muchas gracias.

Jacinto Verdaguer.

Un detractor.

Calumnia, detractor,
la lengua de espada afilada;
las abucheos son mi placer,
los cuelguen de mi honra.
Si el espada no tienes suficiente,
toma del sastre la tijera,
tú me has de hacer el vestido
que tengo que llevar a la gloria.
El yunque toma el herrero,
al platero la crisol;
no me lamento ni el fuego ni el mazo
tú me has de hacer la corona;
una perla es cada insulto,
un diamante cada afronta.

Jacinto Verdaguer, poeta, falleció el 10 de juniode junio de 1902.

martes, 9 de junio de 2015

De Patricia al cielo.

Ojalá Ian no salga a Patricia en eso de hablar y tener siempre la razón; de no callar y escuchar sin pestañear. La razón a Patricia siempre la acompaña.

Sé de cierto el camino de Les Seniaes: solo enfilar la recta después de la primera curva y caminar sobre el espejismo un prejuicio diferente cada día sin atisbo de realidad. Mi mundo. Pero con Patricia no hay manera, no puedo reaccionar hasta que no acaba de hablar para respirar o dice ya, porque no la escucho, y cuando ocurre no recuerdo. Su realidad no puede ser tan fantástica aunque la vea con apariencia de verdad y crea que me convence o que acepto su parecer como dogma. 

A veces reacciono antes de que termina su reflexión porque creo saber por dónde se encamina su pensamiento y no me respeta: a sus ojos no cree correcto acomodarme en su verdad y alinearme a los patrones de sus incondicionales pareceres. Así no hay quién pueda.

Raramente me deja hablar, y menos dar mi opinión sobre lo que a mi entender es lo que comenta. La veo cada día y no sé si es un sueño inconcluso o la hija del vecino. O la fusión de informaciones y apreciaciones alejadas de la realidad. Y sin embargo, su conducta no es su esencia, como tampoco es su todo. Jamás llegaré a conocer el perfil de su corazón excavando en un sentir circunstancial. El corazón de Patricia está prisionero de amor y sus entendederas de sordera. El día que me permita hablar le diré que la quiero con locura y que no puedo vivir sin ella. Ojalá comprenda lo que le digo antes que le pida al juez una orden de ingreso en el manicomio para mí. Lamento sacar mis desavenencias a pasear, Patricia me ataranta y a veces necesito desahogar. Pido perdón. Sean felices, y muchas gracias si están ahí. 

Mi sanatorio mental.

Del refranero: "Lo que en junio se moja en junio se seca". No llueve y si no llueve nada se tiene que secar y el verano llama a la puerta y luego no hay manera... Las cosas debieran llevar su curso natural. También los sentimientos (ojalá llovieran esos sentimientos y cayeran todos sobre ti). Amores cortos. Así la vida. En junio todo cambia. O vuelve a ser como antes. Nunca debí apartarme de ti.

En junio, por eso del azahar que fue, es un mes diferente. A mí me encanta lo diferente. Además, como la recolección de la naranja también finalizó la naturaleza dedica Les Seniaes solo a mí; no hay carros ni carretas, no hay nadie por Les Seniaes. Una delicia saborearlas de buena madrugada: estaría dispuesto hacer de les Seniaes mi vida definitiva. Les Seniaes sembraron en mí un valor añadido.

Ocurren cosas inexplicables que alteran mi estado de ánimo en negativo, entonces me acerco urgente a Les Seniaes a gritar. Alguno de esos estados de ánimo hubieran acabado conmigo de no estar allí. (Los estados de ánimo positivos los dejo en casa para disfrutarlos en familia). Paraíso donde todo comenzó. Aroma sanador, reflexión sabia. Y ahora Ian y Patricia. Sin más vueltas: Les Seniaes se han hecho imprescindibles en mi vida. Mi sanatorio mental.

Armando Buscarini.

Alma de artista.

Una errata de imprenta se deslizó en mi nombre:
No es Armando, es amando como siempre viví.
Amando a la alimaña y a la fiera y al hombre,
que el amor no se apaga en mí.

Rufianes sin ingenio rompieron mi apellido
"Buscarini", dijeron. "¡Bah!, la busca del pan".
El pan que a mí me dieron siempre lo he repartido;
y también partí otro que los hombres no dan.

Armando Buscarini. El nombre trae de Galia
el perfume galante, y el apellido Italia
dice; pero soy solo pobre poeta español,

que en esta tierra inhóspita, que no ama a sus cantores,
arrastra, entre sarcasmos, su juventud sin flores,
su sed sin agua, y su primavera sin sol.

Armando Buscarini, poeta, falleció el 9 de junio de 1940.

lunes, 8 de junio de 2015

(Con perdón).

Si un poeta miente hay quien lo niega. Un hombre o una mujer enamorada tal vez. Un poeta y el amor van de la mano. Y como tenemos la sociedad politizada en estos momentos o siempre digo que si un político miente un hombre y una mujer dicen que la mentira anida en los políticos. (Nada ha cambiado).

El país vive momentos de pactos, acuerdos entre ideas y sillones a porcientos. Dos aspiran a la presidencia y solo uno la alcanza, pero el otro se queda con las ganas y otras prebendas que el pueblo nunca sabrá. (No, eso era antes, ahora las cosas han cambiado. Con el fin del bipartidismo en este país llegó la higiene a la política). 

Dice Pablo Iglesias que Pedro Sánchez pidió para cenar una tortilla a la francesa y él un pescado, y una ensalada para compartir. (Los puros y el cava cuando haya qué celebrar. De momento el menú del día obrero está bien).

Para llegar a pactos el menú del día obrero no es el camino correcto. Pero alimenta igual y pudiera ser más saludable un menú de diez Euros que uno de cien. La diferencia que antes del pacto el menú les cuesta diez Euros y después del pacto el menú nos cuesta cien... (Ningún político es honorable ni le interesa. Tienen un problema de disociación moral que les impide decir la verdad).

Un poeta miente y un político también. Un poeta pierde su credibilidad y siempre le quedará París; pero París no está de moda. Y un político pierde las elecciones y siempre le quedará el Senado o una puerta giratoria. (El día despoja de la noche la inspiración más productiva).

Severo Sarduy.

Que se quede el infinito sin estrellas.

Que se quede el infinito sin estrellas,
que la curva del tiempo se enderece
y pierda su fulgor, cuando se mece
un planeta en su abismo y en las huellas.

Del estallido primordial. Aquellas
noticias recibidas del comienzo
de las galaxias, del vacío inmenso,
hoy son luz fósil. Paradojas bellas

que anuncian por venir lo transcurrido
y postulan pasado lo futuro.
Universo del pensamiento puro:

un espacio que fluye como un río
y un tiempo sin presente, opaco y frío.
El tiempo de la espera y del olvido.

Severo Sarduy, poeta, falleció el 8 de junio de 1993.

La poesía como oficio.

El hombre necesita de la poesía para vivir. La poesía está presente en él como naturaleza viva. Es imposible encontrar un hombre ajeno a la poesía. Lo reconozca o no. Lo entienda o no. Si digo hombre digo mujer, y entre todas solo una...

El hombre y la mujer son exclusivos y responden a un patrón de existencia que conlleva lo que se denomina especie. El hombre y la mujer y la palabra que los une interactúa sobre ellos como pieza de una obra literaria que se representa en el alma creando la nostalgia que fomenta la inspiración y los atrapa en una tristeza que los impulsa hacia nuevas sensaciones despertando en su interior el germen dormido que decide las voluntades. Pudiera ser arte, como tu risa y tu mirada. Poesía consciente que permite el disfrute armonioso de la vida.

Cuando la poesía recibe el aliento de la duda y el temor (¡cuidado!) el amor anda cerca... Es cuando un poeta asume el protagonismo que anima a desentrañar los sentimientos y esparcirlos por el aire. De dónde sale la duda y el temor que alienta la poesía, un poeta y los sentimientos, y dónde se posen o a quién alcance nadie sabe. (Tampoco importa). Es un misterio.

Para dedicarse a la poesía como oficio es imprescindible la vocación creativa con fines dignos para el amor aunque se sea tarde. ¿Tarde? Un poeta no diría tarde. Nunca es tarde para ser poeta o alcanzar el amor. Claro, nunca es tarde. La poesía como oficio.

domingo, 7 de junio de 2015

Mi celotipia.

Si por pedir fuera,
quiero manejar la imaginación
y crear todos los sueños,
los míos, y también los tuyos.
Y soñar un mundo exclusivo para los dos.

Nunca te lo he dicho,
pero eres esencial en mi vida;
providencial, lo que sea si es más:
mi refugio, mi fuerza, mi esperanza, mi fe...
Sin más, eres la mujer que amo.

No es que tenga prisa -no,
pero no quiero dar a entender -no,
no quiero que se sepa -claro,
que además amo todo lo tuyo:
tus labios, tu alegría, tu fuerza y etcétera.

Toda tú eres yo y no quiero que se sepa.