A Sergio.
Cuéntamelo,
sé todo lo que hay que saber sobre el miedo. Hablo de ese peligro inminente. La amenaza del dios Pan.
Hubo un tiempo que atarantado crucé la raya más allá del dolor de alma y cuando tenía el plan urdido el propio miedo me salvó... Todo tiene su aquello, estamos encadenados a la vida y sus circunstancias. El miedo es un sentimiento del que se puede aprender. Te aseguro que el miedo me salvó: simplemente tuve miedo a sobrevivir. Y aquí estoy con más ganas de vivir que siempre.
Cuéntamelo,
dime qué puedo hacer para que no sufras. Y no me vengas que son daños colaterales, que el miedo es cosa de niños, también el revanchismo que lo provoca. ¿Revanchismo cosa de niños? No me digas que como vino se va porque no es cierto. El miedo vive en ti y, como el amigo gorrón, hasta que no lo expulses no vivirás tranquilo. No permitas que nadie maneje tus miedos. Tus miedos ocultos.
Cuéntamelo,
dime acerca de esa percepción de inseguridad que te mantiene en alerta permanente. Sobresaltado ante lo cotidiano. No ocultes ni niegues ese entrar en pánico cuando oyes un ruido en casa. En una noche puede pasar por tu memoria todos los horrores que has padecido en tu vida incluyendo los de tus seres queridos. No hablo de estadísticas, hablo de ti, de restaurar tu vida y la de tu familia. De tu esposa que por más besos ni me vio. Vivir con miedo es contrario a la razón... Perjudicial para la salud. Salud mental.
Cuéntamelo,
dime qué te ocurre, pero cuéntamelo hoy, mañana tal vez sea tarde y el miedo cale ese tu esqueleto que no reconozco. Una maraña entrelazó un estadio de sensaciones desconocidas para ti y te está echando a perder... Necesitas una estrategia para salir de la inseguridad que provoca ese miedo que apenas fue ficción hasta que se clavó en tu alma. Le has de hacer frente. Y lo harás cuando estés preparado. Entonces vencerás al miedo y todo volverá a ser como antes.
Cuéntamelo,
dime porque el hecho de ignorar el miedo no significa que puedas evitar sus consecuencias. La vida pasa facturas que solo el alma paga... Si te vale de consuelo, nada está tan oculto que no salga a la luz. Entonces sabrás la verdad de tus miedos y qué o quién los motivó. Aunque para mí eso nunca fue consuelo. Ni me importó siquiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario