sábado, 6 de junio de 2015

Vuelvo al camión.

Leo la prensa y asumo que las cosas de ahora en adelante van a cambiar -hablo de política-, que el discurso será otro porque otros fueron los resultados. Y entonces, como no tengo otra cosa mejor que hacer recorro el perímetro del país y los resultados y analizo los estilos, la voz de los ganadores y los guiños a otras formaciones políticas porque no hay mayorías absolutas. Busco respuestas y encuentro que de cinco cuatro quieren el sillón de la presidencia, y sin debate, porque en este plan es imposible llegar a acuerdos voy a regar con mis lágrimas los naranjos de Les Seniaes. Este año habrá una cosecha excelente. 

Lo curioso del caso es que no dejo de escuchar todo por el país y por las benditas necesidades del pueblo. En los años altos tengo que reconocer que no entiendo nada... Para los sabios no saber vale, pero a los que no sabemos eso jode. Y entonces, estupefaciente vuelvo al camión como una opción. De romántico tiene poco que te mate un camión, pero igual ha de ser. Veremos.

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