Si el maligno te tienta di sí. Ábrele la puerta y déjalo pasar: el pecado gana adeptos. Ya nos vale de ir a misa y hágase tu voluntad. Ya nos vale, oiga. De ser buenos estamos más que hartos. Viene al caso una noticia que acabo de leer en un periódico acerca de dos jóvenes que han fallecido al estrellarse el coche en el que viajaban por una carretera de alta siniestralidad. Una carretera considerada muy peligrosa y no hay manera que la reparen ni en campaña electoral. Y la gente se estrella con un coche que viene en dirección contraria o contra el muro. Lo sabemos y no hacemos nada para evitarlo. Pues si le damos más oportunidades al maligno que nos siga matando y se acabó. Eran dos jóvenes de veinte años, y era una curva peligrosa desde que las carros estaban de moda. Por más que cerremos los ojos el peligro sigue ahí. (La María me perdone. Las culpas de los políticos son y no de Dios).
Vivir duele, y la crisis y la corrupción si todo tiene que ver, pero una curva no puede ser impedimento, demos prioridad a la vida, no podemos seguir aparcando nuestras miserias en el cementerio.
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