Piense o diga lo que quiera Patricia ¿a quién le importa? la historia puede esperar hasta que Kristel y yo nos demos el abrazo y los besos que alimentan nuestros sentimientos. La gente nos conoce y pasa de nosotros. Acepto que cuando escribo de Kristel desborda merengue el margen más optimista, pero nuestro amor se nutre del merengue que rebosa alegría por los cuatro costados. Como en las películas más romanceras, fue vernos en la estación y correr al encuentro y fundirnos en un abrazo, ay. Generosa una dama, los caballeros las prefieren rubias... ¡Qué sabe nadie!.
Pasó la tarde transformando las horas en minutos y actualizando pequeñas anécdotas de su cotidianidad. Nunca es tarde: siempre será primavera entre nosotros. Los días que me queden por vivir... Nuestro amor, mi niña. Es Kristel, lo que siempre verán mis ojos. No tengo más que decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario