Una amiga me pide que le haga un favor -estoy yo para hacer favores a una amiga-. No. Se trata de escribir una visión diferente de su vida. No le gusta su vida -aclaro que no es su vida la que no le gusta sino su salud-. A mí no me importa escribir al dictado de los intereses de una amiga... Nada me gustaría más que escribir una receta de sanación para todos sus males. Pero no sé si mi fantasía además de mi amistad con la Magdalena... No sé yo... El caso es que me lo pidió y no quiero decepcionarla una vez más.
La ciencia no está a la altura de nuestras necesidades sanitarias, pero la fe con unas gotas de esperanza consiguen a veces un combinado milagroso. Más que un tequila con pastas de té que ya es decir.
A una amiga le puedo ajustar su estilo de vida de acuerdo a sus capacidades, pero eso no le interesa. Ella quiere volar libre sino andar por encima del mar y la tierra por mucho que Jesús el Cristo se enfade por joderle los milagros.
Quizá ya ocurrió y le regalé a una amiga sino una salud estupenda, una visión diferente de la vida que le tocó vivir. Una vida relacionada con su interior... Una vida inspirada en su corazón más que en sus capacidades. Quizá ya ocurrió y no se enteró porque sino duerme sueña y no reside en este mundo. Sus dones son otros. Si le diera por mirar de soslayo a su colindancia cercana se daría cuenta que es imprescindible para más personas de las que se imagina. Vería con asombro quién es y lo que significa para tanta gente. Cuál es su misión en la vida no sé. Lo que sé es que solo está escrito lo que ocurrió. Cuando ocurra y se escriba su vida será para bien. (Mientras tanto y llega el día nomás sé feliz).
Tú sabes escribir. Tu eres de confianza, ¿Quién más podría hacerlo? Tú.
ResponderEliminarDe asuntos inaplazables yo no puedo. Beso.
ResponderEliminarSalud.
¡Lo sabía! Gracias ¡Chucu chucu chu cú chucu chu chuuuu! Los culebrones no son bien pagaos.
ResponderEliminarNi los amigos... Beso.
ResponderEliminarSalud.