jueves, 18 de junio de 2015

Responsabilidad.

Impresentable el comportamiento de nuestra clase dirigente. Seguimos en campaña electoral, y ahora toca sacar los trapos sucios a pasear, no vale con llevarlos a los tribunales de justicia ¡joder, dona!, ponerse a gobernar, a solucionar las verdaderas necesidades del pueblo. No. Y en eso estamos. Y estaremos, según me cuentan, hasta las elecciones generales. Pues si ahora uno de cada tres niños pasa hambre en noviembre serán dos de cada tres. Y rueda la rueda.

La esperanza del pueblo se encuentra en los latidos de la impotencia y no en el alma y el corazón. La confianza de la sociedad apuesta por recuperar la dignidad, la educación, la sanidad. Estado de bienestar. Un salario que llegue a fin de mes. En ese plan. Sí. La pobreza nos arrincona, nos traslada al desánimo, a no saber qué hacer... y esperar que las cosas se arreglen solas no es solución. Porque no. Y no podemos permitir que las familias pasen hambre, los niños, no me canso, los niños primero. Las familias no puedan pagar las tasas de la universidad, los copagos sanitarios. Por los que sufren, por los que siempre pierden, señores dueños de los partidos políticos que nuestros representantes se pongan las pilas y solucionen las necesidades del pueblo empezando por las familias que pasan hambre, los sin techo, los enfermos que no pueden pagar sus medicinas, los excluídos sociales sin horizonte. No me canso. Pongan la vida a salvo de los más necesitados. En este país se pasa hambre. Responsabilidad.

1 comentario:

  1. Leí hace poco que el gobierno mexicano -llámese achichincles y otros roedores- tiene en España a gente estudiando el modelo de seguridad social para copiarlo e implementarlo en el país.

    Como sabes me entero de cosas que pasan en tu país respecto a salud pública y tal gracias a ti que escribes sobre eso y más, además de que muchos de los blogs que leo son españoles. Uno se entera.

    El caso es que en lo que me afectará es que a los enfermos crónicos como yo no serán atendidos. No me preocupa mucho porque siempre he abominado el seguro social y la forma déspota y arbitraria con la que se trata a los derechohabientes, por eso me atiendo en otro lado. Más tarde que temprano seré un paciente en abandono como muchos otros por el gobierno.

    Así las cosas. Luego me preguntan por qué me quiero morir. Si así sufro los embates del pp, no imagino que será de mi cuando no tenga de dónde sacar dinero para mi medicamento.

    Los enfermos crónicos deberíamos tener fecha de caducidad.

    Un saludo

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