Ian tiene tomada la medida de mi contorno. Si me extiende los brazos se me hace imposible no cogerlo en cuello, ay, a pesar de los morros largos de Patricia. Dicen que es malo acostumbrar a los bebes al cuello. Lo que nadie dice es lo que duele a un abuelo no cogerlo.
Malamente recuerdo que alguien un día me dijo que si quería ir por la vida sin penas me comportara como un bebé; ni adulto ni viejo, sino es lo mismo. Nunca supe qué quiso decir hasta ahora que Ian me engaña y le doy carta de fe. Si un político me hace lo de Ian le escupo a la cara y si Ian me lo deja de hacer me muero. ¡Hay que joderse!.
Uno se engaña a sí mismo o se deja engañar según sus intereses de amor. En esta vida es imposible no mentir o fingir si no es por uno por otro. Cada circunstancia se presta a ello. Reloj no marques las horas, como el bolero, amor, y que la circunstancia no incline la balanza. "Sobreviven solo los que se adaptan mejor al cambio", dijo Darwin. ¡Insumisión!.
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