Es amanecer, solo eso, se trata de amanecer y abrir la ventana y permitir que la luz inunde nuestro cuerpo. Y etcétera. Más o menos es así; de eso se trata, de seguir los designios del día que no depende de nosotros pero que lo podemos manipular con un poco de voluntad tolerable.
Patricia fue con Ian a Valencia (como las madres) mi esposa no sé y yo dale que te dale. Cuando el silencio invade mi rincón me ataranto a escribir. Y si no se me ocurre nada porque hay musas que duermen como marmotas, con perdón, miro en el Calendario Zaragozano el día que amanecerá mañana. Se trata de no rendirse: siempre nos guiará María, la Magdalena. (El Ángel no anunció a la Magdalena, y aún así, el amor sigue su curso).
Ya te vale, no esperes la promesa de un previsible día estupendo, que igual no, así que busca lo inesperado por amor... Me has contagiado el dolor de cabeza, voy de urgencias a Les Seniaes. ¡Eh, y pasaré por el atajo y pensaré en ti!.
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