lunes, 20 de mayo de 2013

Lunes irreverente

Es media tarde de un lunes que se me está haciendo demasiado pesado. Siempre digo que mis amigas son un caso, pero yo no soy menos... ¿Y qué le puedo pedir a un lunes para que no me mate de aburrimiento? ¿Menos horas? Al paso de las horas el lunes se ha hecho irreverente. Ni una llamada amiga, ni un saludo vecinal. Ni una esperanza. Ni siquiera el cartero... y luego me trae la felicitación de Navidad con cara de risa para que le agradezca los favores prestados... ¡Qué favores, señor cartero!. Qué pena de lunes. Así no hay quién viva... Si al menos fuera viernes de fiar... Ojalá la María se compadezca de mí y me reserve para esta noche un delirio onírico. (No descarto la locura).

2 comentarios:

  1. Ya ni llorar es bueno, este lunes comienza mal, después se compone, después no y mientras recibo la noticia que el Gran Markus no vendrá, me aburro en este día de flojera en el que ni tu María puede hacer nada por mi.

    Al menos tu lunes ya va a terminar, el mío apenas comienza.

    Saludos.

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  2. Es la ventaja de amanecer antes. Que no es ventaja ni es nada si el día no propicia buenas noticias... Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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