¡Enhorabuena!.

Antes que nada quiero decir que lo que sé ella me lo enseñó... el resto que no he aprendido también, estoy seguro de ello, pero necesitaré otra vida a su lado para entenderlo. (Soy torpe de entendederas). Y la quiero pasar con ella. Necesito saber, y una vida a su lado no es nada.

Confieso que es difícil seguir el hilo de los acontecimientos en el día de hoy, porque ya no sé si un día es o no diferente a otro, incluso si amanecerá mañana; si una palabra se refiere a lo anterior o a lo siguiente. Si estos testigos de la demagogia, la hipocresía, la farsa, la codicia: la politiquería tienen algo que ver. Si en su silencio de lejana ausencia de la realidad están esperando más del pueblo. Esperando que en la próxima primavera nazcan más flores que en la anterior para marchitarlas.

Confieso que no sé si era verdad lo que escuchaba por teléfono o lo estaba soñando; me he mordido y he sangrado, entonces ocurrió: sonó el teléfono... No había sonado el teléfono y había hablado y había colgado: hasta mañana pues. Es una locura. En un principio pretendía callar la noticia porque considero en parte que no es justo; son muchos y muchas los que lo están pasando mal, aunque ella también lo merece porque también lo está pasando mal. Tengo escrito por ahí que pagaría por trabajar.

Desde la melancolía nacida en lo más profundo... o donde nacen los milagros, mi amor, quiero que me escuches bien: mañana a primera hora de la mañana... Te han admitido. ¡Enhorabuena!. Ahora sal a ganar tu espacio, el que te negaron, el que te pertenece por derecho. Lo vales y ellos lo saben.

Michel Eyquem de Montaigne escribió: "No sucede nada grande sin que intervenga el azar". Y yo añado el azahar... El panorama es desolador: estar en las listas del paro es una tragedia, y no estar y trabajar sabiendo lo que sabemos...