"Un día me elevas hasta el cielo y al otro me haces tocar el infierno".
Que no es otra cosa que obligarte a vivir... Pero no ese vivir de ver los días pasar por delante de la ventana de tu habitación, o contar los pasos que te quedan para llegar a ninguna parte, es ese otro vivir sintiendo los días que de cualquier manera, igual en el cielo que en el infiero, se viven con todas las consecuencias... A fin de cuentas es lo que importa. Y lo seguirá haciendo, dice, si tú quieres o le dejas.
Porque hay que vivir, porque los dos tenéis que vivir lo poco o mucho que os quede de vida, que las cosas no están para seguir perdiendo amigos... Porque los buenos, si son amigos, siempre se van primero... Hay que vivir siendo protagonistas de la vida que nos toca vivir. Cueste lo que cueste. Honestidad y sinceridad: una relación libre de hipocresías y miserias.
Efectivament "hay que vivir", que de (fer-nos) morir ja n'hi ha qui se n'ocupa.
ResponderEliminarI sempre endavant!
Marc
Y no hablamos de morir, sino de que nos maten. Muchas gracias, Marc.
ResponderEliminarSalud.
Vivir cada día como debe ser, a veces bien a veces mal, sola o acompañada eso si leyendo o sintiendo la lejanía o cercanía de los amigos que siempre siempre siempre se espera su regreso o su despertar cuando uno se va a dormir o a soñar.
ResponderEliminarSaludos
Vivir porque hay que vivir. Por decreto si quieres, pero vivir. Y sentir el día. Y ser feliz. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Vivir porque hoy es viernes de La Bella y sentir sus manecitas amodorradas en mi cara, eso es vivir y ver que todavía hay mucho mas.
ResponderEliminarSiempre hay una disculpa para ser feliz. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.