viernes, 3 de mayo de 2013

Al amigo ido

La mañana no fue del todo bien. Fue una mañana para el olvido. Hubo quien me entregó un rostro frío, insensible, que apenas sabe sabía de qué iba la cosa pero se rió. La imagen que dio fue patética. Lástima, es una pena, aunque supongo que pudo ser peor. O mejor dicho inferior para él. Digo que fue una mañana para el olvido y se me olvidó decir que, con el olvido iba la compañía de alguien que hace un tiempo me merecía un sentimiento de afecto, un amigo.

Apenas somos nadie. Apenas nadie. Y lo que se va no vuelve. Tengo la impresión que cuando un amigo se va, y no digo se muere, pasa la frontera del recuerdo, y no digo del olvido, con ello quiero decir que aún queda la esperanza, porque hay una frontera con aduana, y aún le pueden dar la vuelta, aunque es difícil.

¿Cuánto cuesta volver a la verdad cargado de vanidad? Cuando el viento viene de cara y no hay velas que se mantengan encendidas... Es una gran decepción. Otra, que no por esperada, nunca fue deseada. Daños colaterales de un político que no supo que el que llamaba a su puerta era el amigo, no el político. Tampoco era el cartero, por volver, y mucho menos la desconfianza con la que siempre me pagó. Si le diera las gracias por todo sería hipócrita. Si le las diera por abrirme los ojos también. Yo no quería un final así. Yo te quería, sin embargo, decirle que le quiero. Y no pudo ser. Lástima. Aunque pasara el tren de las 10 de la noche con retraso no se daría cuenta que es el último del día y que si no se coge no se coge, y te quedas en la estación con cara de estúpido porque hasta mañana a las seis no pasa el siguiente.

Pero eso ya importa. Graves irregularidades en los sentimientos más sinceros acaso solo sean eufemismos para alguien que no sabe distinguir el "grado del agrado". Como si fuera una mirada de soslayo que se adelantó a su tiempo. Esperó y esperó, y solo le quedó el recuerdo de un tiempo pasado, pasado por agua. Toda buena mañana para el olvido debe evitar hablar, teorizar y conceptualizar sobre esto y aquello, y más sobre lo demás. Porque no habrá más. Adiós con adiós se paga, y olvido con olvido. Es de justicia. Si uno no está en capacidad o voluntad de llevar al campo de los hechos la verdad... Esta es la segunda vez que escribo un adiós con su nombre, y ya no habrá una tercera ocasión. Además, porque si hubiera una tercera cabe la posibilidad que hubiera una cuarta, y sería demasiado. Un día se me ocurrirá un poema sin prisas para darle un punto y final a este comentario para que él diga lo que yo no quiero decir.

La mañana de hoy fue para el olvido: Felicidades al agraciado. Pero, a pesar de estas luces, no se debe olvidar que si bien la política "es el arte de lo posible", lo es "después de haber luchado por lo imposible". Parece frase de algún político cercano, pero es del canciller Bismarck. No sé si me entendería de leerme... Pero ya es tarde para explicaciones.

3 comentarios:

  1. Hablas de amigos, de decepción, de olvido, de una mañana de hoy para ti pero una mañana de ayer para mi en la que mi mejor amigo hasta hoy se fue.

    Y yo estoy triste y he escrito muchas cartas y no las publico y lloro y no puedo dejar de hacerlo y me digo por qué se fue y sé que tal vez regresé o no y mientras tanto lamento su ausencia escribiendo cosas que no tengo el valor de publicar temiendo decir cosas malas cegada por el dolor de su ausencia.

    Hablas que un día pude ocurrirse un poema, deberá sentirse feliz por eso.

    Los amigos no debieran irse nunca.

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  2. Si son amigos y buenos, siempre se van los primeros... Pero dices mi mejor amigo hasta hoy, entonces hay esperanza. Y eso es bueno, aunque hablemos de la muerte.
    Si no quieres publicar tus sentimientos por temer a la mala prosa allá tú, desde luego otra oportunidad no la vas a tener. Tal vez tu amigo se merece que publiques un mensaje de amor contrariado desde lo más profundo del alma...
    Muchas gracias. Beso.

    Salud

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