jueves, 2 de mayo de 2013

De vuelta a casa

¿Qué dirías si te dijera que hoy no pensé en ti? Pues no, no es verdad: yo nunca dejaré de pensar en ti. Pero hoy no lo hice. Soy de palabra. De respetar y de mantener lo que digo. Pero a fin de cuentas no pensé en ti y es verdad. Es verdad y no. ¿Sabes qué? No pensé en ti pero soñé contigo. Lo cierto es que no recuerdo...

La María me dijo que a partir de ahora solo puedo soñarte. Me gustaría escribirte una canción, un poema o un relato: una historia de amor sin destrozar el lenguaje. A veces creo que debería cantar en vez de escribir. Digo cantar y pienso en cantar una canción que sería la forma más romántica de representar una acción dramática... Un día quizá pueda escribirte algo hermoso... Digo escribir y debiera pedir disculpas... Si lo hiciera, sería a fuerza de acercarme a la barra de un bar, como el día que la María me enseñó a emborracharme de amor. Creer que soy capaz es lo más cerca que estuve de escribirte algo hermoso... Dicen que la literatura toda es buena, especialmente la mala, que todo está bien dentro de lo que pueda estar mal, que lo que hoy te escribo puede que lo detestes. Qué lejos quedan aquellos tiempos que te gustaba verte reflejada en de soslayo...

Sostengo esta opinión con la mayor tenacidad, hasta que pueda acostumbrarme a vivir sin ti, y a una suerte distinta dentro de mi propia existencia, que no es más que la triste y lamentable soledad. ¿Sabes qué? cuando escribo en la clandestinidad de la noche mi ordenador lee antes que yo lo que escribo con el fin de localizar alguna barbaridad notablemente miserable para impedir que salga a la luz. Mi ordenador no es distinto a un corazón deseoso de afecto. Hago lo que quiero de él porque sabe que sin mí no es nada. Cuando me siento en mi sillón y comienzo a escribir no hay mundo increíble que se me resista, y como no percibo la luz de la refutación llego a considerar que soy un dios creador.

Contigo sueño, pienso a todas horas y me haces feliz: ahora pienso en ti. ¿Te lo tengo que decir a diario? ¡Ya te vale!. ¿Crees que querer es lo mismo que dejarse querer? Cada cual ha de poner algo de su parte. Creo que hoy no amaneció para mí, y eso que el día propicia amor. Acabo de llegar de una de mis ausencia y de vuelta a casa no recuerdo nada... y dona no está. Ay, dona.

Ayer Eugenio me habló de la vida, que es lo mismo que insultar a Rajoy. Ya se enteró de los nuevos recortes en la Dependencia: cinco años le deben a Carmen... Eugenio me tiene preocupado, está envejeciendo rápido. Mal asunto buen amigo. Disculpa, esto se acaba y aún no te he dicho, y eso que era mi única intención, que te quiero. O sí... no sé. Que tengas felices sueños.

2 comentarios:

  1. Si le dices que no pensaste en ella hará un mohín de disgusto pero si después le dices que soñaste con ella te cubrirá de besos digo yo.

    Eugenio...

    Leer en la madrugada invita a soñar un poco más.

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  2. Sentimientos contrariados... Muchas gracias. Beso.

    Salud

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