Me cuenta una amiga que se deprime cuando sale de su casa. Le tengo que dar la razón, quizá las penas, quizá la prisa de este mundo virtual, o el temporal que vino a visitarnos y se quedó con sus días fríos y grises. A mi amiga le vendría estupendo para combatir su ánimo deprimido disfrutar de unas vacaciones con buen tiempo y mejores amigos. Pero mi amiga es de esas personas de asuntos inaplazables, que sino el trabajo es una estupidez cualquiera por resolver... Ella siempre tiene barcos navegando por un mar. Mi amiga parece que también tiene un serio problema con su memoria. ¿? Sí. "Después de soportar tanto dolor -mi corazón herido de muerte-, después de tu ausencia y tu silencio, has vuelto para que sepa de tus sentimientos del alma: ¿depresión dices? desventura amorosa tal vez, ¿desamor? Escucha: tu ruina de hoy es mi ruina de ayer. Gracias por la invitación, pero no puedo aceptarla, ni darte lo que tú me diste un día... No es rencor, que un corazón muerto no siente ni padece, es que presumo que tu invitación viene acompañada de las mismas cenizas que hallarás en mí por ti".
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