"No te puedo comprender, corazón loco, no te puedo comprender, y ellas tampoco. Yo no me puedo explicar, cómo las puedes amar tranquilamente, yo no puedo comprender, cómo se pueden querer, dos mujeres a la vez... y no estar loco". Antonio Machín.
Qué dilema tan grande se presenta en mi vida, ella tiene otro hombre y yo tengo otra mujer. (Anhelo recóndito). Ella dice que me ama y yo también la amo con todas las fuerzas de mi alma. Pasión, Señor: Sabio Antonio Machín. "Cómo se pueden querer dos mujeres a la vez... y no estar loco". Pues sí, y es un dilema que a veces el amor nos plantea de manera cruel. Por qué, si nos queremos los cuatro, cada cual con su pareja por la Gracia del Espíritu Santo, ahora dos, ella y yo, nos queremos por separado y en la intimidad, y sin contar con los demás. Creo que nacimos para gozar del amor, sí, así lo creo. Y pienso que el destino tendrá razones para obrar de esta manera. Ay, supongo que el gordito Cupido asexuado tenga algo que ver en todo esto, porque no encontramos mal alguno en querernos a media luz los dos ¿? No acepto, como sentencian algunos y algunas, que venimos a este mundo a sufrir; el amor, amarnos los unos a los otros, por separado o no, es mandato divino, ¿y entonces? En las leyes, sean divinas o humanas, caben interpretaciones, y amarse en cualquiera de sus manifestaciones no puede ser pecado o ilegal. Los cuatro nos queremos por separado, y dos en un aparte. Los dos hemos decido de común acuerdo pasar por la vida sin intervenirla, que las aguas sigan su curso... (Noviembre es un mes cruel para el azahar, la tierra está muerta).
PD. Cuando los sentimientos salen al exterior y se expresan, asoma con ellos la santa madre poesía, y se entiendan o no son vida. También es una manera de alimentar la literatura.
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