De cuando en vez la vida nos besa y el corazón (siempre alerta) abre sus alas y empieza a latir como si quisiera escapar de su caja torácica, pero (anodinos) no sabemos reaccionar. El corazón sabe que algo ocurre y es bueno, que un beso no se regala porque sí, pero (y ahora estúpidos) reaccionamos al beso con una mueca. De cuando en vez alguien nos llama por teléfono y nos dice: -Tengo una llamada perdida tuya, ¿qué querías? -Uy, no, yo no te llamé. -Pues tengo una llamada tuya. -No (estúpido, y dale), yo no te llame. -¡Qué raro!. Bueno, ¿cómo estás? -Bien (estúpido, y dale), ¿cómo quieres que esté? -Como tú quieras: Bien o Mal ¿? Bueno, ya nos veremos. Un beso. (De cuando en vez alguien nos dice que nos quiere con un beso y no nos damos cuenta).
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