Noviembre es un mes triste, igual no para todos, para mí sí lo es. No recuerdo si fue siempre. No lo sé. Pero es hoy por hoy es un mes triste. Es un mes donde la poesía tiene una melodía especial. Creo que la poesía todo lo puede, y sí, pero no siempre (duda existencial). Hoy estoy torpe de entendederas, así es posible que yo mismo no me entienda. La poesía también todo lo explica, y sí, pero no siempre. Tengo que reconocer que si existencia hablamos de penas y de dolor; si hablamos de salud... Porque si hablamos de una flor, una mirada, una sonrisa y la luna lunera... ¿Cómo se explica lo que no tiene explicación? La vida no es fácil. Uno intenta cada día aportar un punto de vista deferente cuando escribe, una reflexión, una estupidez tal vez. Uno quiere ser original y arrancar cuanto menos una sonrisa de soslayo, un sentimiento que pudiera estar en el olvido. Uno intenta escribir algo que merezca la pena. Pero no siempre acierto, uno porque no todos pensamos igual, como debe ser, o simplemente no estoy para gaitas. Escribir es expresar sentimientos con las palabras, es degustar un plato de autor que se comprende aunque no te guste y menos sabes de qué carajo está hecho. Bah, no sé lo que digo. Noviembre es un mal necesario.
En noviembre se despide la brisa y azotan los vientos huracanados.
Honramos a nuestros difuntos.
Los árboles pierden su fruto.
Callan los pájaros.
Tiemblan los temores.
Se afianzan los miedos.
Noviembre es el pasado desconocido e impredecible,
arbitrario quizá.
Noviembre es el enigma de la tristeza:
casi la nostalgia,
casi Navidad,
casi final,
casi realidad,
casi verdad.
Diciembre callará noviembre y entonces no sabré qué hacer ¿? Noviembre abrirá la conciencia al silencio. Y no habrá poesía en el mundo que explique tantas incertidumbres. Noviembre es como tú, agua y sonido. Y nada más.
Noviembre es la antesala, yo creo, es esa invitación que nos da el calendario para anunciarnos que estamos cerca del fin de otro año, de otras cuatro estaciones que fueron muy diferentes a las cuatro anteriores, noviembre no nos recuerda sólo a los difuntos, nos prepara... (cada uno en su interior descubrirá para qué) A mí, en particular, me gusta este mes, me hace correr, me hace respirar profundo y suspirar un diciembre que es otro tramo agitado, loco, y también donde llamamos a la Paz y al Amor con un poco más de fervor. En noviembre ¿qué nos quedó por hacer? ¿Qué perdimos? ¿Que no perdonamos? ¿Qué queremos que nos pase en enero cuando cambiemos el 1 por el 2? ¿Por qué es triste o por qué no lo es? Me sugiere reflexión. Confieso entre nos...un rastro de nostalgia. Beso (Me mudé ya te diré dónde)
ResponderEliminarOjalá no sigamos teniendo un océano por el medio. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Veamos el lado positivo de las cosas...este año tenemos la posibilidad de vivir un 11/11/11 !
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
P.S.: no lo digo por la loto !
Que sea para bien. Sí.
ResponderEliminarSalud.