La muerte.

La muerte deja preguntas sin respuestas en un sábado de fieles difuntos.

¿Qué pasaría si supiéramos con seguridad que no pasa absolutamente nada y que la muerte es simplemente un vacío? ¿Qué pasaría si supiéramos con seguridad que volveremos al mundo de los vivos con otro cuerpo y la muerte como amiga? ¿Qué pasaría si supiéramos algo con seguridad sobre la muerte?

La muerte es misteriosa, y la única verdad que sabemos es que no sabemos nada. Según la pitonisa Hermosina, la investigación científica rigurosa sobre estos temas aún no comenzó a trabajar con todo aquello que se pudiera demostrar, ni siquiatra considera que es indiscutible que en la mente humana hay demasiadas cosas que están más allá de nuestra comprensión.

Teorías sobre la muerte hay muchas, cada persona lo puede tener claro, pero no se ha contrastado. Lo único que sabemos es que todos vamos a morir algún día. Morir es una experiencia que solo podemos tener en vida; ni me imagino por qué extraña coincidencia es la última que experimentamos. El hombre es un absurdo de hábitos. La vida es lo viejo conocido y la muerte la novedad desconocida. ¿De qué se trata? ¿Qué es lo que verdaderamente pasa? ¿De qué nos daremos cuenta al morir? ¿Cuál es la conciencia que tendremos?

Solo tenemos conjeturas e hipótesis sobre la misteriosa muerte. Lo que sí sabemos seguro es que la muerte conlleva un cambio y que con ese cambio viene una nueva forma de existencia, quizá la existencia del vacío absoluto. La muerte es una etapa obligada de la vida y cualquiera que sea su naturaleza es mejor no angustiarse por desconocido y misterioso que sea. 

Vivir la vida cada minuto de la existencia y conocer la muerte a su tiempo, es lo que toca, y quizás experimentemos el instante más increíble de la vida al morir. ¿Qué?

PD. Si se me permite la última estupidez, recomiendo soñar, especialmente cuando la realidad parezca una verdadera pesadilla.