miércoles, 19 de noviembre de 2014

Un beso y el olvido.

Me cuentan que un sentimiento de culpa va acompañado de un beso que no se dio por la cobardía de no intentar conquistar unos labios... Un beso y el olvido.

La angustia es el escenario donde la cobardía cambia de cara y se transforma para disimular un sentimiento de culpa... ¿Conquistar? Un beso se roba. No se ven, ni se miran de soslayo. Han abandonado la posibilidad cierta de crecer en la esperanza y se perpetúan definitivamente en el espacio de los que nunca llegarán por no haberlo intentado.

La culpa es un sentimiento que muerde el alma y viene de lejos. No digo que no sea un invento humano, pero del todo no es humano. La casualidad construye historias paralelas entre sueños que dejan una huella interminable. Una huella más larga que el paso que la construyó. Y todo sin darse cuenta. ¿Será posible que dos se lleguen a enamorar sin darse cuenta? Sería desestabilizar la monotonía. Y no digo que sea malo, todo lo contrario.
   
De pronto ocurre que se evade el frío del alma cuando ya todo se daba por perdido... Una aventura se convierte en el refugio de dos corazones... Y una mano se alarga y otra la toma... Un amor se conquistó a sí mismo. La palabra es su cómplice: estaba escrito. Y no sé más.

3 comentarios:

  1. Iba a escribirte un chiste acerca de la culpa pero nah seria quitarle lo serio a tu escrito y no lo haré por tanto solo diré lo que digo cuando no encuentro que decir: Que bonito.

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