La sonámbula que avivó la mañana con sus amoríos
al más viejo estilo y esmerado empeño,
se hizo dueña de las buenas madrugadas.
Y ahora al llegar la tarde se tiñe el cielo de múltiples colores
donde prima el naranja y el verde,
pero también se impregna el véspero de esa nostalgia
donde la alegría y la esperanza
vuelan como aves peregrinas para ennoblecer los sentimientos
y forjar las nuevas creaciones literarias.
La aurora se ve desde el acantilado donde el canto del ruiseñor
convina la brisa que viene allende de un mar inmenso
en una melodía de ensueños que nace en el mismo lugar donde sale el sol.
¿Quien no sonríe ante este escrito imaginando que musa es la que te lo inspiro?
ResponderEliminarMuy bello.
Buenas madrugadas,
Hasta mañana, tus letras hicieron hoy un bonito dia,
gracias.
Muy buenas... si son bellas.
ResponderEliminarNoche para ti. A no ser que me engañes... beso.
Salud.
Yo nunca miento ni cuando digo mentiras.
ResponderEliminarNo sé si es lo mismo engañar que mentir... Pero te creo. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Tampoco engaño a nadie.. A ti nunca.
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