miércoles, 26 de noviembre de 2014

La paz y la paloma.

Nadie podría probar que la batalla por la paz se libró, ni siquiera que existió en algún imperio. En cambio, y puesto que la evidencia constituye una prueba irrefutable ante un tribunal de justicia, puede probarse fácilmente que existe y que es representada por una paloma y que podrá seguir siendo el azote perverso y poderoso que será, es y fue para la intolerancia.

El respaldo de las urnas servirá para condenar y ejecutar por hechiceras y demonios a mandatarios poderosos por sus horrores... Las decisiones avaladas por su pueblo seguirán extralimitando fronteras y sus fundamentos judiciales serán justas dentro de la lógica, pero no de sus leyes.

Nada está mejor probado ante un tribunal que el cargo de deserción que llevaron a tantos a la muerte. Condenados por la manera poco previsora al ser desfavorables los auspicios... Antes de emprender cualquier acción importante, es recomendable obtener de los ujieres algún dato sobre el probable resultado; y uno de los métodos de adivinación más dignos de confianza consiste en observar el vuelo de la paloma.

Si la paloma no existiera, el testimonio humano y la razón carecerían de valor.

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