Si alguien me lo dijo no recuerdo: ¿hasta dónde llega la responsabilidad de un padre hacia una hija?
-Hola, ¿tomamos café?
-No me apetece, cariño...
-Por favor...
-Vale, pero cinco minutos que estoy muy ocupado...
-¿Perdona?
-Cinco minutos. Sí. Muy ocupado...
Y nos dieron las tres y las cuatro y las cinco y las seis... Y yo con la cabeza a punto de estallar... De ahí que pregunte hasta dónde llega la responsabilidad de un padre hacia una hija. En pocas palabras: ¿le puedo pedir que me devuelva las llaves de "mi casa" o echarla o no dejarla entrar cuando esté ocupado y aparezca con ganas de tomar café y contarme su vida que me la sé de memoria? Lo de Patricia es mucho.
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