domingo, 2 de noviembre de 2014

Ayer no fui porque no estaba.

Hoy quería que fuera un domingo diferente pero no sé... Y rezarle al Dios que todo lo puede no me apetece. Hablando de apetecer, ayer estaba invitado a cenar con unos amigos y no fui. Yo para ir a cenar con unos amigos solo pongo dos condiciones: si es en la avenida en verano que no falte Joan, y si es en el casal cualquier día que no falte Ana y María. Con Joan porque coincidimos a la hora de ir a dormir, y con Ana y María para bailar, me entusiasma bailar con ellas esa música que no tiene ni ton ni son pero sí luces de flash imposibles. Y ninguno de los tres estaban invitados... Así que no fui. Mi esposa y mis hijas y mis amigas pasan de mí, pero Joan, Ana y María no. (Con la niña Atenea no puedo contar porque va por libre... No hago vida de ella). En fin, si no van porque molestan yo no voy. Y no fui.

No hay comentarios:

Publicar un comentario