Penoso.

Las personas cambian sus maneras sin darle importancia a las consecuencias. Y yo digo que para cambiar de parecer primero tengo que saber de fijo lo que quiero cambiar, porque el arrepentimiento no va con mi manera de ser. Pero yo soy yo. 

Uno tiene que estar en alerta permanentemente por si las moscas. Ya no vale pedir perdón, te equivocas y te tienes que morir para redimir tus culpas. Penoso. ¿Somos o no humanos? Si no yo me pido ser María, la Magdalena. El desamor es lo mío, la decepción y todo lo que tenga que ver con los vencidos. 

Una situación artificial realmente fastidiosa de vivir. Estoy seguro del hecho, del por qué y el cómo, pero no puedo evitar las consecuencias... De acuerdo, yo culpable, a quien corresponda que me ponga la pena, pero se ha de saber que no fui consciente de lo que hacía. Y no robé, ni asesiné, solo dije lo que no debía, y fue por amor. (Una mano invisible pondrá las cosas en su sitio. Me indultará en este caso).