Igual que un poco de estrés viene bien para no amodorrarse un poco de narcisismo viene bien para la autoestima. Cantar miserias no me gusta y padecerlas tampoco. Pero para muchos y muchas es lo mismo. Las cantan y no las padecen. ¡Lástima!.
Una generación que dicen ser la mejor preparada se va de España para poder vivir de su trabajo, o se muere enfrentada a la realidad del desempleo... De qué les sirven ser los mejores si no lo pueden demostrar... No sé. Yo pertenezco a la generación del "yo", y no nos fue mal. La verdad es que somos altos y guapos. Y ellas las más bellas. ¡Qué pena que nos tengamos que morir!.
Sigmund Freud consideraba el narcisismo como un rasgo de doble personalidad. Por un lado la inagotable sed de admiración de uno mismo y por el otro una forma de supervivencia. Para vivir autoestima, valorarse a uno mismo en la justa medida: Narcisismo sin pasarse.
Vale entonces cuando mi paisano Grande Covián aconsejaba comer de todo... De todo un poco. Es que lo asturianos... ¡Ay, dona!. Mejor me callo. Porque entonces acabaría hablando de Pelayo, la Virgen de Covadonga y el origen de la Reconquista y no quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario