Dicen que soy guapo.

Dicen que soy guapo. Se comenta por todo el pueblo. No se habla de otra cosa. Y yo no soy quién para negar a nadie, así que será verdad... Y, oiga, dicho por mujeres de muy buen ver. Se dice, se comenta...

Esto de escribir con los humildes en la boca sin que nadie ponga en duda tu palabra no deja de ser una gracia. Y si alguien te niega con decir que no entiende... 

Yo no trato de ofender a quienes en un descuido puedan entrar en de soslayo y me lean, pero hay verdades que duelen. Si escribo de mí levanto chispas por ser objeto conciso, incisivo, directo y, por qué no decirlo, de deseo, ay.

Antes de insultarme, por favor, consideren que uno es viejo y que solo por ello, soy una acepción peyorativa para la mayoría de la vecindad. Créanme, los que vienen de frente ni se apartan y los que me adelantan por detrás me atropellan con sus prisas y groserías: "¡quítese del medio, viejo, que llevo prisa!". A los viejos nadie los quiere a no ser que se llamen Julio Iglesias y sean estúpidos. Presuntamente. 

Esto de presuntamente se oye cuando se habla de corruptelas o inclumplimientos electorales de un partido político y de sus dueños. "No pude cumplir mi compromiso electoral porque la herencia...". Herencia la del Molt Honorable Jordi Pujol en Suiza.

Me tengo que ir y temo cualquier acto violento. Ser guapo a veces es un problema... Presuntamente. Vale. (Te mueres de envidia, lo sé).