sábado, 5 de julio de 2014

Te echo de menos.

Ayer nadie se acordó de mí. Ni lo que queda entre nosotros (si es que algo queda), incluso tu gran amor olvidado de sí mismo. Apenas soy nada para ti.

A ti, sin embargo te quedan aquellos que te acompañaron en tus peores momentos, los que se desvelaron con decires de relevancia, los amigos y amigas para siempre. Tienes mucha suerte al tener tantas amistades del inmediatismo. Los desterrados de la vida que volvieron a caminar milagrosamente por las calles rotas de los más siniestros acontecimientos te recuerdan con pesar. Pero hay más: Les Seniaes, el paraíso donde todo comenzó, ahora alienado en su desmemoria está a tu favor, a pesar de que al irte silenciaste la culpa... Tienes razón, nadie es culpable.

Llegar más allá del deseo es un deseo del todo imposible, pero conviene recordar la distancia del camino y nunca perder el entusiasmo ni las ganas de vivir y ser útil a los demás. Vas de enfado en enfado, que no de martir: no cuelan excusas de mala pagadora. Lee y escribe, no me canso, sé honesta contigo y soslaya sumarte a mis amigas idas. No seas otra de mis decepciones prematuras entregándome sin pena ni gloria al olvido, sería verdaderamente complejo para mí soportar otro desencanto. Eres diferente a todas. Te echo de menos.

3 comentarios:

  1. Con el "Eres diferente a todas", te la habrás ganado de nuevo aunque el que sea diferente termine por hacerla igual a todas digo yo. Igual no me creas ya sabes que mucho de todo no se casi nadita de nada.

    Cuidate

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  2. No sé qué decirte; supongo que todos somos diferentes. Muchas gracias.

    Salud.

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  3. No me sumo a tus amigas "idas" me sumo a tus amigas de siempre pese a un inmenso mar que nos limita.

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