El viernes en la avenida bien, muchas gracias. Los viernes somos menos que los sábados. Algunos y algunas trabajan los sábados. Es por eso. Y entre los asuntos de importancia que tratamos el que más a mi entender fue el de los viejos. Yo soy viejo y soy feliz: lo digo sin reverso. Pero hay quien no piensa igual y me reprende, siempre lo hace, y no porque tenga algo contra los viejos, sino porque dice que yo no soy viejo y que qué pretendo. Lo cierto es que no sé si es una forma de ligar de ahora, que me esté tirando los tejos y que qué joven y que qué buen tipo tengo: yo no sé cómo se liga ahora. Pero se enfada. Y eso que está casado.
Lo que no sabe es que tengo una plaza reservada a la espera de estar en peligro de desahucio. Otros antes lo hicieron: Moisés y Josué establecieron seis ciudades de asilo. Al Capone también. A los que sus familiares los acosan buscan un lugar para esconderse. Y qué lugar mejor que un asilo. Allí nadie los encuentran; al menos no aparecen.
Si tengo que buscar un lugar donde nunca nadie me encuentre no será un asilo, será el manicomio, ahí nadie dará conmigo. Ni yo.
ResponderEliminarNo te engañes, avisan a la familia. Y te van a ver, pero no te enteras porque te jartan a pastillas: no te lo recomiendo. Mejor un asilo. Beso.
ResponderEliminarSalud.