Ahora que el amor nos ha llevado hasta el ridículo que representa desear explicar lo inexplicable que es olvidar el apartheid de mirada triste, y cuando más desahuciada está la esperanza, una sentencia desesperada de quien buscaba crear a la vez que provocar que algo ocurriese ha ocurrido antes de tiempo. Es tanto como acribillar a balazos la somnolencia para que nunca vuelva a desvelar que un sueño conmine a un poeta recién llegado... (Ahí está el centro de todo esto).
Justo ahora, cuando andamos algunos medio locos yéndonos histéricos ante la evidencia de las circunstancias esclavistas, indescifrables y antihumanas. Justo ahora, cuando se quiere reinventar el amor. ¿Qué será de quienes han ayudado a construir una ilusión? Justo ahora, cuando lo irracional nos lleva a la fusión, de la fusión al amor, del amor a la redención para acabar en la santa poesía sin pena ni gloria, o sea de extremo a extremo de un mar pero sin horizonte que lo sitúe en el mapa. Justo ahora, cuando anda uno desorientado rastreando la razón, el lógico raciocinio; ahora que uno anda indagando en qué momento decidimos ser lo que siempre quisimos a partir de negar lo que nunca será nuestro. Justo ahora, cuando la pasión y los complejos vencen la objetividad, nuestros sentimientos se ahogan en un solo por favor. Justo ahora, es cuestión de tiempo que la ausencia confirme una esperanza. Una esperanza renovada en sí misma que es hoy más incompleta que nunca, sencillamente porque queremos que sea imposible. Justo ahora, hoy o mañana, insisto, tendremos que pensar en que nada es lo que parece pero que algo hubo para que nunca peligre el recuerdo. Justo ahora, aparecen las cartas abiertas que no se olvidan. Se puede decir que si fuese una musa quizá sea una Dama. A no ser que ya no sea mujer. Si es amor y es nuestro, más que presentarlo como figura decorativa, sería mejor dignificarlo con besos, o echarlo para siempre a un mar que ya nunca estará en calma. Justo ahora y más que nunca, el amor somos nosotros.
Aquí se encierra todo: Justo ahora, cuando anda uno desorientado rastreando la razón, el lógico raciocinio; ahora que uno anda indagando en que momento decidimos ser lo que siempre quisimos a partir de negar lo que nunca será nuestro.
ResponderEliminarEscribes muy muy bien, esto es lo mejor que te he leído y justo ahora que hay que emprender el vuelo.
Lo leeré muchas muchísimas veces.
Ten un buen domingo, yo lo tengo en este momento.
Cuidate Emilio.
Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Realmente bien expresado....
ResponderEliminarSaludos
Eres muy amable. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud.