Tengo todavía, tu camisa sin planchar
Y tienes en tu boca, marcado un beso mío.
Tengo todavía, tus pantuflas bajo la cama
Y tienes en tus manos, vestigios de mi desnudez
Mañana es un buen día, incluso,
Para todo lo demás que no sea amarnos.
Y tu partida, por ejemplo, sería para mí,
Cruzarme de calle, a los números impares.
Así, ese brote muriendo bajo la helada
Así, mi mirada hundida en la silueta
Que dibujarán los espacios cuando partas.
No te vayas hoy, mañana es un buen día
Tu cepillo de dientes ¿qué hago con él?
¿Para quién dejaré el cenicero sobre la mesa?
Una medida de ron servida en un vaso
Se evaporará luego, con tu ausencia.
Y tienes motivo y sino te lo inventas
Para despertar de nuevo en mis brazos.
No vayas hoy a dejarme, a dejarnos,
A dejar lo conseguido, a dejarle al mundo
Un amor que fue un gran invento nuestro.
Mañana es un buen día
Tengo todavía un espacio en mis pensamientos
Cercado por tus defectos, mezclados con mis manías
Y tienes en tu pecho grabado los latidos
De un corazón que desde siempre,
Ha corrido a tu encuentro.
Y sino, devuélveme los sentidos
Que contigo se han quedado
Reintégrame la razón y la confianza
Para trazar el desvío con firmeza
Hacia algo nuevo y más bello
Que lo bello que he pretendido a tu lado.
Una vez que vuelva a mí el valor
y me hallara con la mujer que era
cuando a mi vida tú no habías llegado,
Te prometo, será mañana
un buen día para el adiós...hoy no,
por favor no te vayas.
Autora: Roxana Herrero
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