sábado, 5 de julio de 2014

Los niños en este país pasan hambre.

Eugenio me dice que por mucho que Rajoy se empeñe en decir que la calentura está en las sábanas, no es cierto, está en los comedores escolares. También me dice que la música enlatada para las fiestas del pueblo no le gusta pero si tiene que ser será, aunque sería mejor comer música enlatada con dos huevos y pan para mojar en los comedores de las escuelas en verano que cierran por vacaciones. Eugenio advierte: está convencido que miles de niños pasan hambre y que eso no se lo puede permitir un país en el siglo XXI. Un país, además, que está en la élite del mundo mundial.

Rajoy que de esto sabe como de tantas otras cosas, o sea, más bien poco, sostiene que en España los niños no pasan hambre, y que nunca estuvieron de tan buen ver. Y yo digo que sí, que tiene razón los dos, Eugenio y Rajoy, solo que uno piensa en el estómago vació de los niños y el otro en los muebles imposibles de montar de Ikea. Un niño, si le das de comer, ríe, juega, es feliz y está de muy buen ver. Y un mueble de Ikea, si lo montas también está de muy buen ver. Pero eso es imposible.

El problema no es el aforamiento del Rey y la Reina salientes, ni de los entrantes, ni la infanta, ni las próximas elecciones, el problema más acuciante que tenemos son nuestros hijos que pasan hambre. Diga lo que diga Rajoy y esos políticos hartos de ver sus barrigas a rebentar. Los niños en este pais pasan hambre.

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