jueves, 31 de julio de 2014

Más allá de la razón.

"El Ejército israelí ha llamado a filas a 16.000 reservistas con el objeto de unirse a las tropas actualmente desplegadas en Gaza y reforzar la ofensiva que hoy entra en su vigésimo cuarta jornada en la Franja. Con el reclutamiento de tropas adicionales se elevan a 86.000 los soldados que participen en la campaña". Levante-emv.com.

Más allá de la razón, se encuentran dos estados independientes (dependientes de Oriente y Occidente): Israel y Palestina.

Los israelitas vagaron siglos por el mundo antes de establecerse en un territorio que comparten con los palestinos. Son primos pero no hermanos (hermanos todos, primos ninguno. Dicen que dijo el Señor). Israel es rica, Palestina pobre (y sometida a Israel). El conflicto belicoso viene de lejos y ha provocado tantos muertos que es prácticamente imposible la reconciliación. La ONU, principal valedora de la paz en el mundo, "pasa", mientras que las naciones más ricas con intereses geopolíticos en la zona mantienen el equilibrio a favor de sus intereses. Occidente está con Israel y los árabes con nadie porque no se fían de Palestina. Eso sí, no dejan de negociar, de proponer la paz sin rendición, pero no hay manera. Tal vez haya que estar allí para entender la realidad de la tragedia, entender por qué siguen en guerra prácticamente desde 1948. La muerte se ha instalado en la Franja de Gaza para quedarse.

El conflicto entre israelíes y palestinos será un conflicto religioso o un descuido de Dios y María, de cualquier manera, es una desgracia histórica, un drama humano con intereses solapados de Estado que horrorizan al mundo.

Los muertos (al cierre de los informativos de ayer) se cifran 1.062 palestinos y 45 israelíes. La mayoría de los palestinos civiles, y de los israelitas dos. No sé en qué medida tiene que ver; son pueblos soberanos en guerra, pero la desproporción es abismal.

Unos ricos tiran bombas de largo alcance, y otros pobres tiran piedras de corto. Y todo en un solo campo de batalla: La Franja de Gaza. Israel el único país del Medio Oriente que no firmó el Tratado de "No Proliferación Nuclear", aunque niegan tener la bomba atómica, es uno de los ejércitos mejor armados del mundo. Luego está el poderío económico: mientras que Israel es el principal exportador de diamantes y gemas del mundo, el cuarto en armamento militar sofisticado, y un gran productor de informática, Palestina solo cuenta con su propia miseria. Aquí la máxima bíblica tiene sentido: "dos personas distintas y un solo Dios verdadero". Y la máxima real también, puesto que es un cálculo totalmente racional. Y a pesar de saber que las guerras no conducen a ninguna parte, las condenas del mundo son humanistas y morales.

¿Será Israel y Palestina la raíz última del aletargado respiro en la incertidumbre del mundo? Dos pueblos soberanos caen en el abismo de un océano que no encontra su lugar en el planisferio.

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