Escribir lo que emana del interior a través de la intuición y se concreta en la grafía, permite hacer llegar a quien nos lee parte de ese universo interno que nos ilusiona, alegra, inquieta y nos permite dejar el sentimiento literario grabado en la mente del lector; aunque se corre el riesgo de que el sentir que se pretende trasmitir se vea tergiversado por el lector. El lector no siempre entiende lo que lee, bien porque el autor no se explica o porque lee lo que le interesa. Hablo del lector habitual si es que existe, y de soslayo.
Escribir en un blog una opinión, un verso, un decir que se desea bello a una dama o a dona a través de la luna, es un reto a veces imposible; como encapricharse de las madrugadas o de las mariposas que vuelan libres. Quiero decir que no siempre un te quiero, una mirada; no siempre una oración, una aventura peregrina es capaz de sorprender o derivar los sentires hacia la soledad que encubre la creación. El autor debe ser capaz de atraer al lector para que abreve en la primicia literaria.
Según yo hay tres tipos de lectores, el que entiende exactamente lo que se quiere decir - difícil pero si hay alguien que lo entienda-. El que entiende según su estado de animo y el que no entiende ni jota y solamente dicen "que bonito".
ResponderEliminarEl autor puede atraer al lector pero este al cabo del tiempo termina por conocerlo y hay de dos sopas, o sigue con el o termina por irse.
Igual no me creas, de escribir no se nada.
Buenas.:.
Te creo. Buenas tardes. Beso.
ResponderEliminarSalud.