viernes, 4 de julio de 2014

¡Como se lo cuento, oiga!.

Enric, es un amigo y vecino amante de los animales. Solo por eso ya me caería bien, pero hay más, porque es una gran persona al margen de sus sentimientos por los animales. Pues bien, su profesión está relacionada con los automóviles, compra y venta y eso, no sé; el caso es que un día lo ves con un coche de cortesía -supongo, que no sé-, y otro con otro coche: son coches, cada cual más estupendo. A Enric también le ayuda su esposa en el negocio. El caso es que ayer, y pongo a Dios por testigo que nunca volveré a... (perdón, otra vez se me fue la pinza), trajo a un posible comprador a casa para que viera un Mercedes semi-nuevo grande, pero su esposa había salido con él y tuvieron que esperar unos minutos a que regresara; minutos que Enric aprovechó para cerrar el trato. Firmaron la documentación del coche y le dio las llaves. A poco llegó su esposa, y Enric, sin percatarse que ella y sus dos hijos aún no se habían apeado del coche, se lo entregó al buen señor, que emocionado, tampoco se enteró que el coche estaba ocupado y se dio a la "fuga" con Miri y sus dos hijos (Miri es la esposa de Enric). De lo que pasó después nada sé, pero al atardecer los gritos se oían por toda la vecindad.

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