Serán suspiros de amor

¿Por qué siendo otoño hace tanto frío?
El alma duele y es de frío,
pero si fuera verano dolería igual.
No se trata si verano o invierno,
del tiempo o los años vividos,
se trata de amar al amor.

  
Como una gota de roció

que se desprende de una hoja
sin poder remediarlo,
el amor no atiende a razones
ni a compromisos sagrados:
si el amor ama, ama y se acabó.
 
Hoy estoy alegre y me gustaría contagiar mi alegría a todas las personas buenas que conozco y me conocen. También a las que por suerte nunca me conocerán. Y en especial, porque es mí día, a personas que no me conocen en persona y saben a ciencia cierta quien soy, incluso mejor que yo. Es fácil de entender considerando que escribo para conocerme mejor... Solo es leerme y saber de dónde vengo y a dónde voy. Y no hablo de la Dama que no me deja ir que me conoce en persona y es como si no me conociera... Hablo de amor -repito-, para decir que si el amor ama, ama con todos los sentidos y todas las consecuencias. Pero eso ya se sabe, así que no es noticia para la primera, tal vez para la de decesos. Hoy en día los directores de periódicos tendrían que considerar muy seriamente si la primera no debiera ser la última. (Hablo de ese amor que no es Dios sino un pájaro que canta cada mañana sobre una rama y canta divino como si fuera Dios).
  
Las noches están hechas para dormir o para ir de fiesta. Y en los años altos de la vida para amar y desvelarse cuando todo está perdido. Las penas y las tristezas si van acompañadas de buen amor son menos penas y tristezas. Al cambio puede que ni penas ni tristezas sean. Serán suspiros de amor. (La lectura es a la mente lo que un suspiro de amor al alma: Santa Poesía).