Este país tiene algunos miedos difíciles de superar. Vienen del pasado. No es un pasado pasado, aún hay heridas en ese pasado. Y aunque nosotros como pueblo estamos dispuestos a superarlos, quienes debieran ayudarnos a superarlos nos actualizan sus rencores. Los oráculos sin delfos se encargan de mantener al día nuestras miserias con coacciones para que el pueblo se mantenga callado y obediente. Hablo de las nuevas normas de represión, del jodido camión, de los 12 kilómetros de alambre, cuchillas y mallas para contener el sueño de unos seres humanos que no son hormigas por el desierto. Son personas que van en busca de una nueva vida. Lo que no tengo claro es que busquen en el lugar apropiado. Ya las revistas especializadas dicen que, en cuanto a sanidad, ya no somos el ejemplo que fuimos y muchos pensionistas han dejado de medicarse porque no pueden pagar sus medicinas. Y Rajoy lo sabe.
La efímera felicidad de algunos emigrantes a la búsqueda de un final feliz pinchada en la valla de espinos con todas sus esperanzas. Sin pasión, sin sueños ni ideales, cuya única aspiración es ganarse la vida, ¿qué les queda? A quien le duela que se rasque, ¿verdad? no puede haber mejor descripción de lo que somos y no de lo que fuimos, porque nosotros nunca dejamos de ser emigrantes como ellos.
La política ha convertido a los políticos en miserables seres humanos donde solo sus necesidades priman y negocian con lo que sea, todo vale. Carentes de ideales, de proyectos al margen de sus propios intereses, que nadie se meta con ellos, pues son intocables hasta por la justicia. Niegan las iniciativas del pueblo en las calles como lo han hecho con la ética y la moral que se les suponía.
Pero aténganse a las consecuencias señores dueños de nuestros sueños, porque no estamos solos, y somos conscientes de que creen que continuarán mancillando nuestro honor como si no pasara nada. Hay quienes sostienen que David venció a Goliat.
Ai esta lo que dijiste ayer, " No dejes que nadie te robe tus sueños" yo añado, Ni dejes que nadie se apropie de ellos.
ResponderEliminarNo dejes de luchar, yo mientras comenzare a soñar.
¡Uy fue un sueño! Volvió a aparecer la palabra verificadora, ¡Plop! Y yo que hasta salte de la cama de gusto.
Muchos besos.
ResponderEliminarSalud.
El mejor regalo.
ResponderEliminarSiempre un beso y un abrazo amigo. Y de la María salud. Insuperables regalos. Beso y abrazo.
ResponderEliminarSalud.
¡Hoy es mi diablo!
ResponderEliminarEn el mundo actual siempre se encontrará alguien que sostenga un tema, alguien que sostenga lo contrario, alguien que no sepa qué opinar, otro que permanezca indiferente y alguien neutral.
ResponderEliminarPero nunca, nunca, se encontrará a nadie dispuesto a hacer lo que corresponde.
Saludos
J.
La ilusión mantiene al pueblo....
ResponderEliminarFeliz Navidad