Otro tiempo vendrá distinto a éste.
Y alguien dirá:
"Hablaste mal. Debiste haber contado
otras historias:
violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin sobre las cosas
todas".
Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí,
insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas,
y canto
todo lo que perdí: por lo que muero.
Autor: Ángel González.
Y entonces, el día menos pensado, una lluvia de recuerdos caerá sobre tu alma y se hará canción. No, no me ayudes ni me quieras tanto... la muerte es mi destino.
La muerte es mi destino... que sea un bolero, ¿Recuerdas? Un bolero.
ResponderEliminarA veces pienso que tu eres Angel Gonzalez pero ya me dijiste que no.
ResponderEliminarEso era amor.
ResponderEliminarBello.
Mientras tu existas.
ResponderEliminarBello.
¿Como es que no lo conocía?
¡Ah si! Es que de poesía se muy poco casi nada.