Aunque pueda parecer petulante, vanidad, a Dios pongo por testigo que... (me pierde el cine mudo) no escribo estas palabras impulsado por motivos arrogantes.
Quiero compartir contigo algunos pensamientos que han pasado por mi mente estos días y al recordarlos en este sábado de buenas intenciones, he pensado en ti, por eso te los comento ahora, para que les dediques un momento de meditación. Quizá te ayuden, aunque la ayuda que tú necesitas debiera venir de ti misma. Dice Santa Teresa de Jesús que "nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta". Y yo añadiría porque todo está escrito. Deja de luchar contra lo que es y empieza a vivir lo que sientes y puedes llegar a alcanzar... El pasado ya es historia y no hay manera de modificarlo. Entonces, en lugar de seguir luchando contra él, descubre la manera de aprovecharte de él. Son experiencias y a pesar de lo negativo, en todo lo malo hay algo bueno ¿? Tienes lo que necesitas para encaminarte hacia tus sueños. Tienes a tu alcance más de lo que puedes imaginar. Así que desafíate a ti misma y haz el esfuerzo de imaginar lo mejor. Ve y vive, concreta tus ideas, analiza tus fracasos y tus decepciones, maquina un plan con el que puedas acometer tus sueños; esos que has entregado hace tiempo. No hay razones que justifiquen tus comportamientos paralizantes. Toda circunstancia que tenga fuerza para detenerte, también tiene energía para empujarte. Opta por aprovechar tus capacidades, tus armas, tu risa y tu mirada. Deja de lado tus desilusiones, mientras avanzas en pro de lo mejor. Porque estoy seguro que puedes ver violetas imperiales (y dale...) a través de las lágrimas que has derramado. Confía en ti... y en mí... ¿acaso no has sido tú peor conmigo? No me guardes rencor, relaja tu corazón, yo haré el resto. (que dale). The End.
No hay comentarios:
Publicar un comentario