sábado, 22 de octubre de 2011

Cotidianidad envolvente

Durante años mi ilusión era que al llegar la edad de mi liberación profesional me dedicaría a viajar. Y tal que una ilusión surgida de la ficción, llegado ese momento, ahora que tengo ocasión de viajar, no viajo. Nada me lo impide, pero no viajo. Me fascina viajar en avión, en tren, en coche, no tengo problemas, o en autobús, pero no viajo. Y no valen disculpas que puedo ir a Sevilla, por decir. En Sevilla tengo dos amigos que son una bendición. Pero no voy, no viajo. Cuando quería no podía y ahora que puedo no quiero. Y hablo de visitar a unos amigos que quiero, y también conocer otras culturas, otras realidades y otras formas de vida. Pero no viajo. Quizá ya no tenga el cuerpo para aventuras. Disculpas. Ayer mi esposa me ha dado un ultimátum. Supongo que un día de estos viajaré (fijo). Ya siento que mis pulmones se expanden y mi vista vislumbra nuevos horizontes. Me imagino viviendo mi vida por fascículos como una telenovela colombiana. Cotidianidad envolvente. Volver a volver, volver al origen de mis fantasías, de mis ilusiones de antes. Ay, yo sí que hecho en falta mi juventud, Poeta Ángel González. Ojalá pudiera elegir viajar en primera clase sin excesos de equipaje. Vida de prisas y de prosas que nunca pudo llegar al verso. (Así es imposible viajar).

2 comentarios:

  1. Carmen tu te vienes que Sevilla y tus amigos te esperan, Soslayo le pondremos una esquina con ordenador incluido !!!ah!!! y que se traiga a Dona para que no sienta que se a trasladado, nosotros tres mientras (si Dios quiere seremos uno mas "Nana") lo pasaremos a nuestra vola.jajajjajajajjajaj Bueno fuera de broma OS ESPERAMOS.

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  2. "... y la duquesa y su marido también la esperan", -le dije. Si no le doy glamour al viaje no viaja. Que es ella y no yo la que no quiere viajar. (Felicidades). Beso.

    Salud.

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